¿Qué piensan los gatos de nosotros? Podrías sorprenderte...
A diferencia de los perros, nuestros amigos felinos nos tratan igual que a otros gatos, según John Bradshaw, autor del libro "Cat Sense".
Desde que los gatos nos clavaron sus adorables garras hace aproximadamente 9500 años, los humanos hemos tenido un romance con los felinos.
Actualmente, más de 80 millones de gatos residen en hogares estadounidenses, con un estimado de tres gatos por cada perro en el planeta. Hay mucho que no sabemos sobre nuestros amigos felinos, incluido lo que piensan acerca de sus dueños.
John Bradshaw es un experto en comportamiento felino de University of Bristol y acaba de escribir un nuevo libro cuyo nombre es Cat Sense. Después de observar durante varios años a las mascotas felinas, llegó a una intrigante conclusión: no nos entienden de la forma en que los perros lo hacen.
Recientemente Bradshaw compartió algunos de sus conocimientos con National Geographic.
¿Qué despertó su interés en el comportamiento de los gatos?
Durante los primeros 20 años de mi carrera estudié el comportamiento olfatorio [olor] de los invertebrados. Siempre me fascinó este otro mundo en el que viven los animales, principalmente el del olor, que es el sentido principal de los perros. Así que a principios de la década de 1980 empecé a trabajar en el comportamiento de los perros. [Posteriormente] me empezaron a fascinar
rápidamente los gatos y cuál es la idea del mundo que tienen ellos en comparación con la que tenemos nosotros.
¿Qué actividades realiza en su investigación?
Mucha observación: observo grupos de gatos para ver la forma en que interactúan entre sí y deducir su estructura social. [Miro a los] gatos en colonias que vagan libremente y en refugios de animales donde un buen número de ellos vivirán juntos, se obtienen dinámicas interesantes [cuando se introducen nuevos gatos].
También hice cosas un poco más manipuladoras, como estudiar la forma en que los gatos juegan con juguetes, o analizar [el comportamiento de] los gatos en diferentes momentos del día. [También observé] las relaciones con sus dueños, los entrevisté y les proporcioné cuestionarios para descubrir la forma en que perciben a sus gatos.
¿Por qué llegó a la conclusión de que los gatos no “nos entienden” de la forma en que los perros lo hacen?
Se realizaron muchas investigaciones sobre los perros y la forma en que estos interactúan con las personas. [Se] está volviendo muy claro que los perros nos perciben como distintos a ellos mismos: tan pronto como ven a un ser humano, cambian su comportamiento. La forma en que un perro juega con un humano es totalmente distinta a [la forma en que juega] con un perro.
Todavía tenemos que descubrir si hay algo acerca del comportamiento de los gatos que sugiera que nos colocan en otra categoría cuando socializan con nosotros. Es obvio que saben que somos más grandes que ellos, pero no parece que hayan adaptado en gran medida su comportamiento social. Levantar sus colas, frotarse en nuestras piernas, sentarse al lado nuestro y lamernos es exactamente lo que los gatos hacen entre sí.
He leído artículos donde ha dicho que los gatos nos consideran como gatos grandes y estúpidos. ¿Es esto cierto?
No. En el libro [digo que] los gatos se comportan con nosotros de una forma que no se puede distinguir de [cómo] actuarían con respecto a otros gatos. Pero sí piensan que somos torpes: No muchos gatos tropiezan con la gente, pero nosotros sí tropezamos con los gatos.
Pero no creo que nos consideren torpes y estúpidos, ya que los gatos no se frotan con otros gatos que vean como inferiores a ellos.
¿Podemos descubrir lo que los gatos realmente piensan de nosotros?
Hace falta llevar a cabo más investigaciones. [Esa] no es un área que haya recibido suficiente atención. [Los gatos] no son animales salvajes, por lo que los ecologistas [podrían pensar:] “Bueno, no son animales en absoluto”.
¿Qué fue lo que más le sorprendió en su investigación?
Qué tan estresados pueden estar una gran cantidad de gatos mascotas sin que sus dueños se den cuenta y cuánto afecta esto su calidad de vida mental y su salud. Los gatos no [siempre] se llevan bien con otros gatos, [y las personas no se dan cuenta] de lo mucho que esto puede estresarlos. Además de las consultas de rutina, el motivo más común por el cual se lleva a los gatos al veterinario es debido a las heridas sufridas durante una pelea con otro gato.
[Misteriosamente, cada vez más gatos contraen] dermatitis y cistitis [inflamación de la vejiga], y es bastante claro que estos problemas médicos empeoran debido al estrés psicológico. [Por ejemplo], la inflamación de la pared de la vejiga está vinculada con las hormonas de estrés presentes en la sangre.
Una solución es examinar el estilo de vida social del gato, en lugar de administrarle un montón de medicamentos. [Por ejemplo, eso significaría asegurarse de que] dos gatos que [no se llevan bien] vivan en extremos opuestos de la casa. Con bastante frecuencia, el problema desaparece.
Algunos dueños de gatos hicieron algunas preguntas en Facebook. Primero, ¿por qué podría maullar un gato cuando se encuentra solo en una habitación?
Los gatos aprenden de forma específica la forma en que sus dueños reaccionan cuando hacen determinados ruidos. Por eso, si el gato piensa, “quiero que mi dueño venga desde la otra habitación”, funciona el hecho de emitir un sonido. Utilizan un aprendizaje simple y directo.
¿Por qué algunos gatos tratan a un miembro de la familia humano de forma diferente al resto?
Son mucho más inteligentes de lo que pensamos: aprenden qué cosas funcionan con cada persona. Saben si [un miembro de la familia] es más proclive a levantarse a las cuatro de la mañana y darles algún bocadillo.
¿Por qué los gatos se frotan contra nosotros?
El gato se comporta de la forma en que se comportaría con su madre: todo el comportamiento que demuestra un gato deriva de alguna forma de la relación entre la madre y
el gatito. El gatito aprende a levantar la cola, a frotarse en su madre, sobarse y ronronear. Las madres lamen a los gatitos.
Por lo tanto, para comunicarse con nosotros, un gato utiliza pequeñas partes del comportamiento que ya forman parte de su repertorio. No existen muchos comportamientos, quizás media docena.
¿Se puede entrenar a un gato?
Sí. Los gatos pueden aprender aquello que no se supone que hagan. Si su gato desarrolló el hábito [de saltar sobre la mesa de la cocina], hay formas limitadas en que se puede evitar esto.
Se puede utilizar un juguete accionado por resorte, de forma que cuando el gato salte sobre algo, el juguete se active, haga ruido y se eleve en el aire. Al gato no le gustará y se bajará. Otra [estrategia] razonablemente benigna es usar una pistola de agua para niños. Pero asegúrese de que el gato no sepa que la tiene. Los gatos no perdonan y, una vez que se dan cuenta de que una persona les está provocando ansiedad o daño, se mantienen alejados.
¿Qué quiere que los dueños sepan sobre sus gatos?
Que reconozcan que los gatos son animales sociables hasta cierto punto, pero no sociables en la medida en que los perros lo son. Muchas personas que tienen un gato deciden que les gustaría tener otro gato, pensando que dos gatos son el doble de diversión. Pero los gatos no lo ven de esa forma.
El mensaje simple que me gustaría enviar es que si una persona quiere tener más de un gato, que lo intente con cuidado y que se prepare para desistir si no funciona.
Esta entrevista se editó y se comprimió.
Artículo publicado el 28 de enero de 2004.
Christine Dell’Amore es la editora de Historia Natural en línea de National Geographic News; también es fundadora del popular blog Weird & Wild.