El aumento de avistamientos de ballenas sin cola preocupa a los científicos
Los expertos afirman que una probable causa para estas lesiones sea el enredo con los equipos de pesca, entre otros objetos.
Alisa Schulman-Janiger observaba ballenas grises en las afueras de México en 1985 cuando, en lugar de ver una fabulosa aleta caudal asomándose en el agua, notó un desagradable muñón.
Era una ballena sin cola. "Me quedé sin palabras", recordó.
Desde ese momento y ocasionalmente, se han observado ballenas sin cola en la región oeste de Norteamérica. Pero, en lo que va del año, se han observado al menos tres ballenas grises sin aleta caudal que migraban hacia el norte a lo largo de la costa de California; un aumento que preocupa a Schulman-Janiger y la hace reflexionar sobre el bienestar de las ballenas.
Schulman-Janiger menciona que no hay indicios de que estos animales hayan sufrido un ataque de orca o hayan chocado contra un barco; probablemente, las lesiones se deban a un enredo en un equipo de pesca.
Cuando los mamíferos marinos se alimentan en áreas con cientos de equipos de pesca, escombros y otros objetos fabricados por el hombre, las sogas y las redes pueden engancharse en la base de su cola, lo cual corta gradualmente la aleta caudal o interrumpe la circulación sanguínea hasta que se cae.
El pronóstico para estas ballenas enredadas no es bueno: "Probablemente la mayoría de ellas, si no todas, mueran a causa de estas lesiones", explica Justin Viezbecke, coordinador de la red de varamientos de California de National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA (la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica).
La historia de una ballena
Sin aleta caudal, es difícil alimentarse: las ballenas grises necesitan sus colas como propulsores para navegar de cabeza en el lodoso fondo del mar y filtrar con sus barbas pequeños crustáceos.
Además, la extensa migración de esta especie, desde las zonas de alumbramiento en México hasta su lugar de alimentación en el Ártico, es extremadamente desafiante sin una cola con la cual impulsar el viaje. Asimismo, las madres sin aleta caudal no pueden defender a sus crías de las orcas.
Dicho esto, Schulman-Janiger, bióloga especialista en ballenas que dirige el Proyecto sobre el comportamiento y el censo de las ballenas grises de la Sociedad Americana de Cetáceos (American Cetacean Society's; ACS), está fascinada con la habilidad de estos animales para adaptarse a su discapacidad.
Las ballenas grises sin aleta caudal que ella conoce giran su cuerpo hacia la derecha como un espiral para ganar fuerza para sumergirse después de haber salido a la superficie para respirar.
Está particularmente impresionada por una ballena hembra sin cola, a la cual ha visto, según mencionó, en varias oportunidades con el paso de los años, a veces incluso con un ballenato a su lado. "No sabemos cómo migró hasta Alaska", señala.
No queda claro por qué se avistaron ballenas grises si se considera que las ballenas jorobadas son, de las ballenas que habitan las aguas de Norteamérica, las que más se enredan.
Pieter Folkens, profesional encargado del desenredo de ballenas para NOAA, cree que se debe a que las ballenas grises son menos dependientes de sus aletas caudales que otras especies y, por lo tanto, podrían sobrevivir más tiempo sin ellas.
"Las ballenas azules y las ballenas jorobadas se alimentan a través de embestidas, lo cual exige una poderosa aleta caudal", menciona en un correo electrónico.
¿Solo una aleta caudal?
El aumento de avistajes de ballenas grises coincide con el incremento general de enredo de ballenas con el paso de los años. Entre 2000 y 2012, la cantidad de este tipo de incidentes promedió 10 por año, según la NOAA. En el año 2017, hubo 31, indica Folkens.
Se desconoce la razón de este incremento, a pesar de que es posible que las personas hayan mejorado en avistarlas, explica Folkens.
Pero también hay más ballenas en los alrededores que se enredarán. Folkens menciona que las poblaciones de ballenas grises, ballenas azules y ballenas jorobadas han crecido con fuerza recientemente.
Algunas ballenas enredadas pueden ser rescatadas. Expertos entrenados en vida salvaje liberaron a 6 de estos 31 casos informados en 2017 en la costa oeste de los Estados Unidos, menciona Folkens, y algunas de ellas se liberaron solas.
Pero encontrar una solución a largo plazo es un desafío. Los científicos no saben exactamente cómo se enredan las ballenas, ni incluso dónde, dado que los animales afectados pueden trasladarse grandes distancias antes de ser descubiertos.
Algunas pesqueras están trabajando en maneras de evitar el enredo de ballenas, como la pesquera de cangrejos de California, que atrapa los crustáceos con jaulas suspendidas en extensas líneas en el fondo del mar. El equipo contribuyó al número récord de enredos en 2016.
Viezbicke espera obtener pronto mejores resultados para los grandes mamíferos marinos. "Quedarse atrapado en las redes de pesca limita su capacidad de ser una ballena", señala.