Descubren una nueva especie de serpiente en el estómago de otra
La "misteriosa serpiente-cena" tiene algunos hábitos extraños, entre ellos, excavar la tierra.
Un grupo de científicos ha descubierto una especie de serpiente distinta a cualquier otra. Pero la extraña serpiente no fue encontrada mientras reptaba por su hábitat boscoso en el México tropical. El animal debutó en la escena científica desde un lugar menos convencional: dentro del vientre de otra serpiente.
La primera descripción del animal apareció en un artículo reciente del Journal of Herpetology, y allí la criatura recibió el nombre de Cenaspis aenigma, que se traduce como "misteriosa serpiente-cena". El nombre deriva del latín cena (cena), aspis (una variedad de serpiente) y de enigma.
Esta especie tiene características únicas que la diferencian de sus parientes, como la forma de su cráneo, el recubrimiento del hemipene –órgano reproductivo- y las escamas debajo de su cola.
Escondida en la naturaleza
Basándose en ciertas características del esqueleto y los dientes, los científicos creen que la Cenaspis es una serpiente excavadora y que probablemente se alimente de insectos y arañas. Pero lo que resulta llamativo es que “nunca se ha encontrado una viva, y por eso es difícil afirmar con certeza qué come o cómo vive”, comenta Jonathan Campbell, herpetólogo de la Universidad de Texas en Arlington, quien dirigió el equipo de investigación.
La serpiente ha evitado ser vista durante 42 años. En 1976, en el estado de Chiapas, al sur de México, los recolectores de palmas que trabajan en uno de los bosques frondosos de la región encontraron una serpiente de coral centroamericana, una especie con colores llamativos y veneno neurotóxico. Cuando los investigadores la capturaron, descubrieron que el último alimento que había ingerido era una serpiente más pequeña.
Esta serpiente macho de 25 centímetros de largo era especial, ya que sus características no coincidían con las de ninguna especie conocida, por lo que el espécimen se conservó en una colección de museo. El equipo de investigación regresó al área por lo menos una docena de veces durante varias décadas, pero siempre regresó con las manos vacías.
"Esto prueba que algunas serpientes son muy reservadas", afirma Campbell. "La combinación de sus hábitos esquivos y las áreas geográficas restringidas explican por qué algunas serpientes no aparecen muy seguido".
Campbell no cree que el acto de desaparición de la serpiente se trate de una extinción posterior a los 70. Más bien, cree que la Cenaspis todavía está en alguna zona de Chiapas, pero al tener conductas excavadoras y otros hábitos elusivos, es difícil encontrarla.
Características extrañas
La parte inferior de la criatura presenta tres series de manchas triangulares que forman rayas irregulares; muy pocas serpientes del Nuevo Mundo tienen rayas como estas. Además, cuenta con 14 dientes cortos y fuertes en la mandíbula superior; la mayoría de los miembros de su familia tienen más o menos la misma cantidad.
Pero el atributo más extraño de la Cenaspsis es el hemipene. La mayoría de sus parientes tienen hemipenes con espinas a lo largo del órgano, algunos decorados en la punta con estructuras en forma de copa que se denominan cálices. El apéndice de la nueva especie no tiene espinas y, como está totalmente cubierto de cálices, parece una especie de panal exótico.
La serpiente es tan particular que podría considerarse no solo una nueva especie, sino un nuevo género (un grupo de especies estrechamente relacionadas: por ejemplo, el género Canis incluye el Canis lupus -el lobo gris-, pero también otros animales como coyotes y chacales).
Sara Ruane, herpetóloga y bióloga evolutiva de la Universidad de Rutgers-Newark, quien no participa en este estudio, quedó impresionada ante el hallazgo.
"Este es un excelente aporte a la herpetología y nos recuerda que siempre se puede obtener más información a partir de las muestras de campo y al observar con detenimiento lo que hay en los museos, y claramente, resalta la importancia de dichas muestras", explica Ruane.
Kevin de Queiroz, zoólogo y curador de la colección de Anfibios y Reptiles del Smithsonian National Museum of Natural History (Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian), está de acuerdo con Ruane.
"Descubrir una nueva especie es siempre una buena noticia para la ciencia, y más aún cuando parece que no guarda relación con ninguna especie actual conocida".
Pero ni a Ruane ni a de Queiroz parece sorprenderles que haya sido una serpiente de coral la que localizó primero a la desafortunada Cenaspis, antes que los investigadores. Estos animales son expertos en la caza y se caracterizan por consumir serpientes pequeñas. Cenaspis no es la primera especie que se descubre en el interior de otra serpiente; hay muchos casos registrados. Pero, según Campbell, "esta es la primera vez que aparece un nuevo género en el estómago de una serpiente de coral".
Si bien se sabe poco acerca de la biología de la "serpiente-cena", este particular hallazgo en forma de muñeca rusa nos da una importante lección sobre la biodiversidad del mundo, pues una gran parte sigue siendo invisible a nuestros ojos.
[El descubrimiento] nos informa que es probable que todavía podemos encontrar otras especies de serpientes neotropicales, que hayan tenido una evolución relativamente aislada", explica De Queiroz.
Para Campbell, la singularidad de la Cenaspis sugiere que su hábitat también es especial e irreemplazable, y que exige ser considerado como parque o área protegida.