Islas Galápagos: Encuentran una tortuga que se creía extinta hace un siglo

La tortuga gigante de Fernandina desapareció hace más de 100 años. Ahora creen que la especie podría recuperarse.

Por Jill Langlois
Publicado 28 feb 2019, 12:17 GMT-3
La última vez que se encontró con vida a una tortuga gigante de Fernandina fue en ...
La última vez que se encontró con vida a una tortuga gigante de Fernandina fue en 1906.
Fotografía de Galápagos National Park Directorate

Cuando Washington Tapia encontró una tortuga gigante de Fernandina en la isla homónima de las Islas Galápagos, se sintió como si hubiese ganado un Oscar.

"Para mí fue el logro más importante de mi vida porque llevaba 30 años trabajando en la conservación de esta tortuga", comenta el director de la organización sin fines de lucro Galápagos Conservancy’s Giant Tortoise Restoration Initiative (GTRI), y líder de la expedición. "Un premio enorme, fue como haber ganado un Oscar".

Tapia y un equipo de cuatro guardas del Parque Nacional Galápagos —Jeffreys Málaga, Eduardo Vilema, Roberto Ballesteros y Simón Villamar—, junto a Forrest Galante, biólogo, quien financió la expedición, quedaron pasmados al encontrar una Chelonoidis phantasticus hembra en Fernandina, un volcán en escudo activo que constituye la isla más joven de las Islas Galápagos.

La última vez que se encontró con vida a una tortuga gigante de Fernandina fue en 1906. Hasta 2017 —dos años después de que Málaga encontrara heces de los reptiles, y tres años luego de la inauguración del GTRI— la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) incluía a la tortuga gigante de Fernandina en su Lista Roja bajo el rótulo de “posiblemente extinta”. Esta clasificación más tarde cambió por “en peligro crítico”.

"Era una clara indicación de que las tortugas todavía existían”, expresa Tapia.

El domingo 17 de febrero, el equipo partió a las 6 de la mañana en busca de terrenos verdes entre los incontables flujos de lava que hay en la isla. Recién cerca del mediodía divisaron posibles heces de tortuga en una franja que medía casi 0,9 km cuadrados. Cuando Tapia vio un lecho de tortuga (el suelo se había corrido y en la tierra había nítidas huellas de caparazón y patas), supo que estaban a punto de encontrar una de estas tortugas. Málaga fue el primero en verla, camuflada en la vegetación y a una distancia de casi 4 km, pero el triunfo fue de todo el equipo.

"El hallazgo es vital para que las personas crean en la conservación y entiendan que es necesario cambiar la conducta humana para que estas tareas puedan seguir desarrollándose", afirmó Tapia.

El equipo llevó a la tortuga hembra, de unos 100 años, a un centro de cría en la isla Santa Cruz, decisión que tomó Tapia porque la zona donde había estado el animal contaba con pocos recursos alimenticios y, si la dejaban en Fernandina, habría sido muy complicado volver a encontrarla. Las tortugas suelen moverse demasiado, y la isla, de casi 600 kilómetros cuadrados, es un espacio enorme para llevar a cabo una búsqueda. Y localizar animales en el terreno escarpado que se forma tras abundantes flujos de lava, es una misión realmente difícil.

Se estima que esta hembra tiene unos 100 años. Dado que hay tortugas gigantes que viven ...
Se estima que esta hembra tiene unos 100 años. Dado que hay tortugas gigantes que viven hasta los 200 años, hay esperanza de que pueda ayudar a recuperar a la especie.
Fotografía de Galápagos National Park Directorate

Pero Tapia y su equipo esperan encontrar más ejemplares. Durante esta búsqueda, encontraron otros rastros de tortugas a un kilómetro y medio de donde descubrieron a la hembra. El equipo está planeando otra expedición a la isla para fin de año.

Mientras tanto, tomarán muestras de ADN de esta tortuga hembra y las enviarán a la Universidad de Yale, para que los especialistas en tortugas gigantes confirmen que se trata de una Chelonoidis phantasticus. El proceso podría llevar meses, pero Tapia no tiene dudas de que esta tortuga pertenece a la especie.

Tapia espera que, si encuentran otras, podrían recuperar el número de ejemplares, y luego devolverlas a su hábitat natural. Las tortugas pueden vivir hasta los 200 años, por lo tanto, aunque esta tortuga hembra esté muy mayor, todavía tiene tiempo para ayudar a recuperar a la especie. (Estos son seis de los animales más longevos).

Esta no es la primera vez que se realizan tareas de conservación y reproducción para recuperar una población de tortugas de las Galápagos en peligro crítico. Galápagos Conservancy ha criado más de 7.000 tortugas que estaban al borde de la extinción, y más tarde las ha liberado a su hábitat natural. Cuando comenzaron las tareas de reproducción, una de las especies de la isla Española contaba solamente con 14 tortugas. Ahora, la población ha llegado a más de 1.000.

En las Islas Galápagos se han identificado un total de 15 especies de tortugas de las Galápagos: dos se han extinguido y 12 están en peligro de extinción. (La decimoquinta también está extinta, pero no siempre se incluye en las listas oficiales porque nunca se la describió formalmente). 

Pero, para Tapia, el descubrimiento de la tortuga gigante de Fernandina significa mucho más que el regreso de una especie:

"Las tortugas de las Galápagos son como ingenieras de ecosistemas. Contribuyen a la dispersión de semillas y moldean el ecosistema. Y ese rol ecológico es importantísimo", explicó Tapia.

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