Especie de tortuga de agua dulce gigante está por extinguirse, pero los científicos no se dan por vencidos
La muerte de la última hembra conocida de tortuga gigante de caparazón blando del Yangtzé ha incentivado a los científicos a buscar especímenes silvestres en China y Vietnam.
Después de que la última tortuga gigante de caparazón blando del Yangtzé hembra conocida muriera en el zoológico de Suzhou en China, dejando a un macho cautivo y a unas pocas en la naturaleza, la especie está ahora más cerca de la extinción que nunca.
Pero, ¿se están dando por vencidos los conservacionistas? Hoy no.
"Seguimos siendo optimistas mientras trabajamos para encontrar otra hembra", dice Aimin Wang, director de la división de China de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre. Wang, también explorador de National Geographic Society, ha viajado por los ríos de la provincia de Yunnan de China en busca de la tortuga de agua dulce más grande del mundo, que ha disminuido debido a la contaminación del agua, a la pérdida de hábitat y al comercio ilegal de la vida silvestre.
A pesar de que aún no ha visto a ninguno de los reptiles en peligro de extinción de 90 kilos, puede haber algunas pistas más. Los pescadores locales han reportado grandes tortugas nadando en el río Rojo, dice Wang, aunque señala que fue hace varios años.
La gente también ha visto dos tortugas en los lagos vietnamitas, pero nadie sabe si los animales son machos o hembras.
"Si se confirman individuos de diferentes sexos, se espera que se reúnan para reproducirse", dice.
“Este año fue diferente”
Quizás la parte más trágica de la muerte de la hembra del zoológico es que después de años de intentos fallidos de criar a los animales en cautiverio, el éxito parecía estar al alcance.
Probablemente tenía más de 100 años, todavía en edad reproductiva para la especie de larga vida, dice Rick Hudson, presidente de Turtle Survival Alliance, con sede en Carolina del Sur, quién facilitó la adquisición del animal por parte del zoológico de Suzhou.
Los apareamientos iniciales con una tortuga macho cautiva no dieron resultados, lo que llevó al equipo a examinar al macho, que también era un centenario y descubrió que había sufrido una lesión previa.
"Su pene había sido destrozado", dice Hudson. "Perdió como el 75 por ciento".
El equipo persistió y, finalmente, aprendió a inseminar artificialmente a una especie que nadie había inseminado antes. Aún así, después de cuatro o cinco intentos, no surgieron huevos viables.
"Pero este año fue diferente", dice Hudson. "Tenemos la mejor muestra de semen que nunca hemos tenido antes. Conseguimos el semen dirigido en el oviducto adecuado. Y todo fue muy fácil".
"Ella simplemente luchó para recuperarse de la anestesia", dice.
Ahora o nunca
Al igual que Wang, Hudson dice que todavía existen razones para creer que se pueden encontrar y criar nuevos especímenes de las tortugas gigantes de caparazón blando Yangtze.
En el año 2012, una foto borrosa tomada en Vietnam sugirió que podría haber una gigante en el lago Xuan Khanh. Otra foto tomada en el 2017 sugirió lo mismo. Así que los científicos comenzaron a tomar muestras del agua del lago para detectar rastros de ADN que demostrarían que al menos una tortuga todavía estaba presente. Y en el 2018, obtuvieron una coincidencia, según el sitio web de noticias Mongabay.
Este verano, Hudson dice que los científicos intentarán atrapar a la tortuga (o tortugas) del Lago Xuan Khanh y colocarle un transmisor de radio. Los científicos también extraerán sangre para averiguar si es macho o hembra.
Si tiene éxito, el equipo intentará realizar el mismo procedimiento en el lago Dong Mo, también en Vietnam, donde al menos una tortuga ha sido confirmada y hay rumores de que existe otra.
"El problema con estos lagos es que allí se pesca intensamente, por lo que el riesgo de que uno de estos animales sea atrapado en una red o sea sacrificado para comer es muy real", dice Hudson.
Caso en cuestión: hace unos años, en China, el equipo había estado tratando de capturar a un espécimen cuando supieron que ya había sido capturado y comido.
Es por eso que la tortuga de caparazón blando Yangtze es un excelente ejemplo de lo que sucede cuando esperas demasiado para intentar salvar una especie.
"Solo espero que nunca tengamos que pasar por esto otra vez", dice Hudson. "No es una buena sensación tener tu espalda contra la pared".