Las mejores fotos de vida silvestre de 2019
Con una imagen muy particular de un zorro tibetano y una marmota en el momento previo al ataque, el fotógrafo chino Yongqing Bao se ganó la distinción de Wildlife Photographer of the Year 2019.
La marmota parece haber quedado paralizada de miedo, con los dedos extendidos y la boca abierta. El zorro está listo para atacar. Se trata de una escena congelada que inspira terror y caos, un retrato de la naturaleza en su máximo esplendor.
Por haber tomado esta foto en el momento previo al ataque, el fotógrafo chino Yongqing Bao ganó la distinción de Wildlife Photographer of the Year, otorgada hoy por el London’s Natural History Museum.
Bao capturó la fotografía, titulada "El momento", en la pradera de la meseta tibetana de China. Ubicada a 4.500 metros sobre el nivel del mar, la meseta también recibe el nombre de "el techo del mundo". Suele haber muy pocas imágenes de la región, según afirmó Roz Kidman Cox, presidente del jurado, en un comunicado de prensa. "Y es extraordinario que alguien haya podido capturar una interacción tan poderosa entre un zorro tibetano y una marmota, dos especies clave para la ecología de esta región de pastizales altos".
Cruz Erdmann, de catorce años, ganó el premio Young Wildlife Photographer of the Year, la otra distinción más importante de la competencia, por su fotografía subacuática de un calamar de arrecife, fotografiado durante una sumergida nocturna en el estrecho de Lembeh, en Indonesia.
La prestigiosa competencia, que se encuentra en su 55° año, abarca 19 categorías de fotografía de vida silvestre que incluyen comportamiento, fotoperiodismo y retratos. Este año, la competencia recibió 48.000 imágenes de fotógrafos de 100 países diferentes.
Los fotógrafos de National Geographic ganaron cuatro premios. David Doubilet ganó la categoría "bajo el agua" por su foto de una esquiva colonia de anguilas de jardín de aguas profundas. Las anguilas, que emergen verticalmente de las madrigueras en la arena, como si fueran un grupo de plantas, son extremadamente difíciles de fotografiar. Doubilet explica que “una vez que detectan tu presencia, desaparecen por horas. Se hacen humo ante tus ojos como un espejismo submarino".
Doubilet logró capturar la colonia masiva colocando su cámara en medio del área de madrigueras y escondiéndose detrás de un buque naufragado. Cuando aparecieron las anguilas, hizo clic en su obturador a distancia. Le llevó varios días conseguir esa foto.
El fotógrafo Jasper Doest ganó la categoría de historia de fotoperiodismo por sus imágenes de macacos japoneses explotados. Antiguamente venerados en Japón, los animales hoy se consideran una plaga y se los adiestra para que actúen ante miles de personas. "A través de esta serie, quería que las personas comenzaran a reconsiderar su relación con los animales que las rodean", explica Doest. Su historia se publicará en la revista National Geographic a principios de 2020.
Por su imagen de un puma que intenta derribar un guanaco, tomada para una nota de diciembre de 2018 sobre los depredadores patagónicos, Ingo Arndt compartió con Yongqing Bao el premio principal en la categoría "comportamiento de mamíferos". Arndt comenta que estuvo varios meses siguiendo pumas a pie, y que la imagen, tomada al séptimo mes, "fue la que mejor sintetiza toda historia”. Señala que aunque los guanacos son la principal presa de los pumas, nadie había fotografiado esta caza particular en detalle. El guanaco, tres veces más pesado que el puma hembra, logró escapar.
El premio final de National Geographic fue para Charlie Hamilton James, quien ganó la categoría de vida silvestre urbana por su fotografía intimista de ratas vagando por las calles nocturnas de la ciudad de Nueva York.
Hamilton James comenta: “La gente ahora me llama el tipo de las ratas", y agrega que anteriormente le decían "el tipo de las nutrias" por sus imágenes de nutrias en Yellowstone, y aclara que prefiere el nuevo apodo.
"Tan solo hacen lo que hacen las ratas y viven donde viven las ratas", explica sobre estos animales. Persiguió a los roedores hasta dentro de las alcantarillas y grietas durante meses. "Fue increíble ver la agilidad con la que se introducían por las grietas de Nueva York", afirma Hamilton James, y añade que que le encantó tomar fotos de Nueva York durante la noche.
"Después de un tiempo trabajando con ellas comencé a respetarlas. No podría decir nunca que me encantan, pero sí que me caen muy bien".