Mariposa monarca
Las mariposas monarcas se reúnen en la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca en Angangueo, México.
NOMBRE COMÚN: Mariposa monarca
NOMBRE CIENTÍFICO: Danaus plexippus
CLASE: Invertebrada
ALIMENTACIÓN: Herbívora
NOMBRE DEL GRUPO: Nube o caleidoscopio de mariposas
PROMEDIO DE VIDA EN LA NATURALEZA: 6 a 8 meses
TAMAÑO: Envergadura 9,3 a 10,5 cm
PESO: 4, 3 a 11, 7 g
¿Qué es una mariposa monarca?
La mariposa monarca es una de las mariposas más reconocidas y mejor estudiadas del planeta. Sus alas naranjas presentan rayas negras y bordes con puntos blancos. Se caracterizan por su migración estacional: durante el invierno, millones de monarcas migran desde los Estados Unidos y Canadá al sur hacia California y México.
Área de distribución
Las mariposas monarca son nativas de América del Norte y del Sur, pero se han ido expandiendo hacia otros lugares cálidos donde crece el algodoncillo. En América del Sur ya no existen. En América del Norte, se dividen en dos grupos principales: los monarcas occidentales, que se reproducen al oeste de las Montañas Rocosas y pasan el invierno en el sur de California; y las monarcas orientales, que se reproducen en las Grandes Llanuras y Canadá, y pasan el invierno en el centro de México. También hay poblaciones en Hawai; Portugal, España, Australia, Nueva Zelanda y otros lugares de Oceanía.
Ciclo de vida
La mariposa monarca hembra pone sus huevos por separado en la hoja de una planta de algodoncillo, y los pegan con una secreción que ella misma produce. Por lo general, la hembra pone entre 300 y 500 huevos en un período de dos a cinco semanas.
Después de unos días, los huevos eclosionan en larvas, también conocidas como orugas. Básicamente la oruga necesita crecer; por lo tanto, su actividad principal es alimentarse. Como solo se alimentan de algodoncillo, es natural que la hembra haya resuelto poner los huevos en las hojas de esta planta.
Las orugas comen hasta llenarse durante unas dos semanas y luego desarrollan unas fundas protectoras para entrar en la etapa de pupa, también llamada "crisálida". Una o dos semanas después, terminan su metamorfosis y emergen en su forma final, como mariposas adultas, negras y anaranjadas.
Las mariposas monarca varían sus hábitos según el momento en que completan la metamorfosis. Si emergen en la primavera o principios del verano, enseguida comienzan a reproducirse. Pero si nacen a fines del verano o el otoño, saben que se acerca el invierno y que es hora de ir hacia el sur, donde el clima es más cálido.
“El único alimento de las orugas monarca, el algodoncillo, es tóxico para la mayoría de los otros animales.”
Defensa
Los colores de la mariposa monarca son muy característicos y, gracias a estos, pueden identificarse muy fácilmente. Los colores disuaden a los depredadores, ya que sugieren feo gusto y veneno. El veneno se debe a la alimentación de las mariposas, pues el algodoncillo es tóxico. Sin embargo, las monarcas no solo han evolucionado formas de tolerarlo, sino que, además, lo usan para almacenar toxinas en el cuerpo y volverse venenosas para sus depredadores, entre estos, las aves.
Migración
En el este, solo las monarcas que emergen a fines del verano o principios del otoño migran hacia el sur durante el invierno. A medida que los días se van haciendo más cortos y el tiempo más frío, saben que es hora de abandonar sus áreas de reproducción en el norte de EE. UU. y Canadá, para dirigirse al sur hacia las montañas del centro de México, donde las condiciones son más cálidas. Algunas recorren hasta 4.800 kilómetros.
Allí, se juntan en los abetos de oyamel para esperar que pase el invierno. Cuando los días vuelven a hacerse más largos, empiezan a desplazarse hacia el norte. En el camino, se detienen en algún lugar para poner huevos. Así, la nueva generación continúa avanzando más al norte y, del mismo modo, se detiene para poner huevos. Las monarcas pueden repetir el proceso durante cuatro o cinco generaciones antes de regresar a Canadá.
Las monarcas occidentales se dirigen a la costa de California para pasar el invierno y se detienen en un punto a lo largo de la costa para resguardarse del frío. Cuando llega la primavera, se dispersan por California y otros estados del oeste.
¿Cómo hacen las monarcas un viaje tan largo? Se valen del sol, pero además disponen de una brújula magnética que les permite seguir el rumbo también en días nublados. Las monarcas poseen un gen especial que desarrolla músculos altamente eficientes para vuelos de larga distancia.
“La población de monarcas occidentales ha disminuido en más del 99 por ciento desde la década de 1980. ”
Amenazas para la supervivencia
Los grupos conservacionistas han solicitado al gobierno de los EE. UU. que incluya la mariposa monarca en la lista de la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Si bien aún no se ha tomado ninguna decisión, es evidente que la especie enfrenta una serie de amenazas y su población está disminuyendo.
La población de monarcas occidentales ha disminuido en más del 99 por ciento desde la década de 1980. Y la población de monarcas orientales se ha reducido en un 80 por ciento.
La desaparición del algodoncillo es una de las razones que explican esta reducción en la población de monarcas. El algodoncillo, único lugar donde las monarcas ponen sus huevos y único alimento para las orugas, solía crecer en las áreas agrícolas y sus alrededores. La eliminación sistemática del algodoncillo en los últimos años, así como el mayor uso de herbicidas ha reducido significativamente la cantidad de algodoncillo disponible.
El cambio climático también preocupa por varias razones. Las monarcas son muy sensibles a los cambios de temperatura y clima, por lo que el cambio climático puede afectar los procesos biológicos, como la reproducción y la migración. Además, como se están originado condiciones climáticas extremas, los hábitats de hibernación, la disponibilidad de algodoncillo en los hábitats de reproducción y la supervivencia en general se ven afectados (si el calor o el frío es extremo, las monarcas mueren).
“Las monarca, como la mayoría de las otras mariposas, huelen con sus antenas y saborean con sus patas. ”
Conservación
Las monarcas han recibido mucha atención por parte los conservacionistas. Existen proyectos de conservación en toda América del Norte.
Las campañas de concientización pública motivan a las personas a plantar algodoncillo en sus patios y ciudades, solo es necesario que encuentren el tipo adecuado según la región. También hay una serie de oportunidades para el ciudadano común, para que colabore con los científicos recopilando datos, lo cual es fundamental a la hora de desarrollar políticas de conservación para proteger a las monarcas.
Los santuarios para monarcas protegen los hábitats invernales de las mariposas y atraen a los turistas, quienes aportan fondos para apoyar estos esfuerzos. Sin embargo, algunos santuarios están en riesgo debido al desarrollo humano y los conflictos que esto genera.
También hay muchos esfuerzos a gran escala para proteger el hábitat, administrar mejor la tierra para los polinizadores, reponer el algodoncillo, crear conciencia y reunir nuevas pruebas científicas para comprender mejor a las monarcas.