Pingüino de Magallanes
Los pingüinos de Magallanes están entre las muchas especies de pingüinos que enfrentan grandes amenazas a su continuidad, entre ellas la contaminación por petróleo crónica y el cambio climático.
NOMBRE COMÚN: Pingüino de Magallanes
NOMBRE CIENTÍFICO: Spheniscus magellanicus
TIPO: Ave
ALIMENTACIÓN: Carnívoro
VIDA PROMEDIO EN SU HÁBITAT NATURAL: De 10 a 20 años
VIDA PROMEDIO EN CAUTIVERIO: Hasta 35 años
TAMAÑO: 61 a 76 cm de alto
PESO: 3,6 a 6,3 kg
¿Qué es el pingüino de Magallanes?
Los pingüinos de Magallanes reciben su nombre del explorador portugués Fernando de Magellanes, cuya tripulación los divisó por primera vez mientras navegaba por el extremo de América del Sur durante su histórico, y controvertido, intento por circunnavegar el mundo en 1519. El ave marina no voladora puede encontrarse tanto en el lado Atlántico como en el lado Pacífico del continente, principalmente en Argentina, Chile y las Islas Malvinas.
El pingüino de Magallanes, una de las 18 especies de pingüinos del mundo, se distingue por su cuerpo negro y abdomen blanco, característica de tonalidades opuestas que le permite evitar a los depredadores mientras nada. Visto desde arriba, el negro de la parte trasera del pingüino se mezcla con el océano oscuro y, desde abajo, su vientre blanco se camufla con la luz del cielo. Los cuerpos de los pingüinos son ideales para nadar gracias a su forma aerodinámica que se estrecha en ambos extremos, sus patas palmeadas y sus aletas largas que los ayudan a remar. Las plumas oleosas también mantienen el calor en su cuerpo.
Los pingüinos de Magallanes poseen marcas distintivas que los diferencian de sus parientes. Dos franjas negras recorren sus vientres blancos: una línea negra gruesa rodea sus cuellos mientras que otra línea de plumas negra forma un arco que va desde la parte más alta de sus pechos y baja hasta sus patas. Además, los pingüinos de Magallanes tienen una línea de plumas blanca que baja desde cada uno de sus ojos hasta el cuello. Al llegar allí se unen y forman una tira alrededor de este.
Hábitat, reproducción y migración
Los pingüinos de Magallanes son criaturas de hábitos. No solo forman pareja de por vida, sino que también regresan al mismo lugar de anidación desde el cual empollan a sus pequeños durante cada época reproductiva, que va desde septiembre hasta mediados de abril. Generalmente, las colonias de pingüinos se instalan en áreas costeras y buscan construir sus nidos en aquellos lugares en los que los arbustos y otros tipos de vegetación puedan proveerles protección.
Los pingüinos macho llegan al hábitat primero para adjudicarse un lugar de anidación, también conocido como madriguera, mientras que las hembras llegan unos días después. Al poner un promedio de dos huevos por época reproductiva, estos pingüinos crían a sus polluelos juntos en el nido hasta que son lo suficientemente grandes como para buscar comida por sí solos. Los pingüinos de Magallanes buscan su comida en el océano, normalmente se quedan en la plataforma continental de Argentina. Comen, principalmente, peces pequeños como anchoas, sardinas y espadines.
Cuando la época reproductiva llega a su fin, los pingüinos de Magallanes migran al norte por el invierno a climas más cálidos en Perú y Brasil, donde, generalmente, se los puede encontrar nadando a cientos de kilómetros de la costa. Para algunos, este viaje migratorio puede ser de 6437 kilómetros.
“Los pingüinos de Magallanes tienen una voz que se ha descrito como 'un rebuzno afligido'.”
Amenazas a su continuidad
Los pingüinos de Magallanes son una de las muchas especies de pingüinos que encuentran su continuidad amenazada gravemente. La contaminación por petróleo crónica— los derrames de petróleo tanto accidentales como intencionales desde los buques petroleros durante el transporte oceánico—estuvo entre las primeras amenazas que tuvieron que enfrentar. Según la Lista Roja de la IUCN, se estima que la contaminación por petróleo mató a más de 20.000 pingüinos de Magallanes adultos y 22.000 jóvenes en la década de 1980 y principios de la década de 1990.
Las pesquerías presentan otra amenaza para estas aves marinas. Se sabe que los pingüinos de Magallanes quedan atrapados y se ahogan en las redes de enmalle, un tipo de red que cuelga verticalmente en el agua y está diseñada para atrapar a los peces mediante sus branquias. Asimismo, a estos pingüinos se les ha vuelto más difícil buscar comida dado que compiten con las pesquerías por anchoas y merluzas jóvenes.
Por último, el cambio climático también está afectando a los pingüinos de Magallanes. Particularmente los polluelos sufren cuando las fuertes lluvias asociadas al clima extremo inundan o colapsan sus madrigueras. Perder esa protección usualmente les provoca hipotermia o muerte. También hay pruebas de que el calentamiento del agua del océano está complicándoles a los pingüinos la búsqueda de comida dado que sus presas buscan aguas más frías.
“Los pingüinos de Magallanes pueden nadar a velocidades de hasta 24 kilómetros por hora y bucear a más de 76 metros de profundidad.”
Protección
Afortunadamente, hay una cantidad de proyectos en marcha que apuntan a asegurar la continuidad del pingüino de Magallanes. Los investigadores están estudiando los efectos de las pesquerías y de la industria de hidrocarburos, mientras que los grupos ambientalistas están pidiendo mayores protecciones para su hábitat.
En 2015, la UNESCO estableció una reserva de biósfera a lo largo de la costa argentina que alberga a la colonia más grande de pingüinos de Magallanes del mundo. Pablo García Borboroglu, fundador y director de Global Penguin Society, lideró los esfuerzos para crear esa reserva patagónica de 3,1 millones de hectáreas. En 2018, por su trabajo, National Geographic le otorgó el premio Buffett por Liderazgo en la Conservación Lationoamericana.