Excluyen a la mariposa monarca de la lista de especies en peligro de extinción pese a la enorme reducción de sus poblaciones
En 2020, California ha registrado menos de 2.000 monarcas de occidente. Sin embargo, el gobierno recomienda no considerarlas como especie amenazada.
Miles de mariposas monarca en un árbol de eucalipto en Fremont, California, en 2018. En 2020, en cambio, el estado registró menos de 2000 ejemplares.
En 2020, el número de mariposas monarca del oeste de EE.UU. ha sido el más bajo jamás registrado, lo que indica que la especie está en grave peligro. El último recuento anual reveló que existen menos de 2000 ejemplares, una disminución de casi 30.000 mariposas con respecto al recuento del año anterior y de millones considerando los números de la década de 1980. Estas cifras, recopiladas por la Sociedad Xerces para la Conservación de Invertebrados, se presentan en el contexto del anuncio del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos que no recomendaría proteger a esta especie con la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Si bien el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. reconoció que la monarca califica para integrar la lista según la Ley de Especies en Peligro de Extinción, decidió no agregarla, argumentando que deben concentrar los recursos para abordar inclusiones “de mayor prioridad", comenta Lori Nordstrom, subdirectora regional para los servicios ecológicos de la oficina regional de Grandes Lagos, quien revisó la clasificación de la mariposa monarca. Nordstrom explica que la oficina de los Grandes Lagos considera que hay nueve especies regionales que deberían formar parte de la lista antes que la mariposa. Entre estas, el murciélago marrón, la rana Pseudacris illinoensis y la reinita alidorada (Vermivora chrysoptera).
Nordstrom afirma que la monarca reúne las condiciones para ser incluida en la lista, y subraya que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre revisará su estatus anualmente. Si para el 2024, se sigue confirmando que la monarca debe formar parte de la lista, la agencia propondrá que se incorpore.
La Sociedad Xerces anunció en un comunicado de prensa que, si bien se alegra de que la agencia se haya comprometido a garantizar la protección de la especie, la monarca "no puede esperar tanto tiempo".
La protección bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción exigiría que el gobierno desarrolle y financie un plan de recuperación integral a nivel nacional. También constituiría una barrera más para cualquier actividad federal, como la construcción de un muro fronterizo, que pudiera poner en peligro el hábitat o la supervivencia de las mariposas monarca.
Las mariposas monarcas de occidente, que pasan sus inviernos en la costa de California, han disminuido un 99 por ciento en los últimos 40 años.
"Es posible que seamos testigos del colapso de la población de monarcas de occidente", sostuvo Sarina Jepsen, directora del programa de especies en peligro de extinción de Xerces. El mes pasado, las monarcas también fueron excluidas de la protección que ofrece la Ley de Especies en Peligro de California, ya que un tribunal resolvió que la ley no aplica a los insectos.
Las monarcas de oriente, conocidas por su migración de casi 4.800 km al centro de México, también están en peligro; su número ha disminuido aproximadamente un 80 por ciento en los últimos 40 años.
Se ha indicado que las principales amenazas para la especie son la degradación ambiental y el aumento del uso de insecticidas en las plantas de algodoncillo, el único lugar donde estas mariposas ponen sus huevos, y la única fuente de alimento para las orugas de la monarca; por ello, se han desarrollado campañas de plantación de algodoncillo para intentar salvar esta especie. Sin embargo, no se ha demostrado totalmente que esos factores sean la causa del enorme declive, sostiene Arthur Shapiro, profesor de evolución y ecología en la Universidad de California en Davis, quien ha monitoreado las poblaciones de mariposas en el centro-norte de California durante casi 50 años.
Al respecto, Shapiro expresa que "se desconoce y no se comprende del todo". El investigador cuenta que este año ha estado durante casi 200 días en el campo, y ha visto solo 10 monarcas adultas, y no ha podido encontrar ni una sola oruga monarca en estado salvaje durante tres años.
Shapiro ofrece una teoría para explicar la increíble disminución de las monarcas de occidente del año 2019 al 2020. En ese periodo, los descomunales incendios forestales provocados por el cambio climático arrasaron con gran parte de su hábitat, y el aumento de las temperaturas ha acelerado su metabolismo, lo que derivó en la escasez de alimento. Además, la plantación de algodoncillo tropical no nativo por parte de voluntarios ha ocasionado un aumento de la reproducción en el invierno; y como los algodoncillos tropicales no mueren en una estación determinada, pueden ir alojando un parásito, que debilita a las larvas de la monarca, y en ocasiones, las destruyen.
Por otra parte, Shapiro sugiere que el aumento de dióxido de carbono provocado por los incendios de California también podría haber causado que el algodoncillo genere una mayor cantidad de unos esteroides tóxicos llamados cardenólidos. Las mariposas monarcas pueden resistir un cierto nivel de esa toxina, y de hecho, dado que tiene un sabor muy amargo, la almacenan en el cuerpo para disuadir los ataques de potenciales depredadores; pero una cantidad exagerada puede causarles la muerte.
El debate sobre la inclusión de la mariposa monarca en la lista de especies en peligro de extinción ha generado siempre una gran controversia, pues su protección implica restricciones para los agricultores en relación al empleo de pesticidas y a la explotación de tierra.