Arañas comen serpientes en todo el mundo
Según revela un estudio sorprendente con datos recolectados en seis continentes, las arañas viudas norteamericanas, y no las tarántulas tropicales, tienen un gusto particular por los reptiles.
Una gran araña errante del banano se alimenta de una serpiente en la selva amazónica de Perú.
¿Puede una araña matar y comer a una serpiente?
Esta pregunta puede parecer hipotética en el patio de la escuela, pero es el tema central de un nuevo estudio publicado en Journal of Arachnology. La respuesta es un rotundo sí, tanto que incluso los científicos que llevaron a cabo el estudio quedaron atónitos por sus resultados.
"Me sorprendió que las arañas que comen serpientes se puedan encontrar en todos los continentes (excepto en la Antártida)", dice el líder del estudio, Martin Nyffeler, experto en arañas de la Universidad de Basilea en Suiza. “Me sorprendió que tantos grupos diferentes de arañas fueran capaces de matar y de comer serpientes. Me sorprendió que las arañas mataran ocasionalmente a tantas especies diferentes de serpientes".
"Todo esto se desconocía antes", afirma Nyffeler en un correo electrónico.
En total, Nyffeler y su coautor, experto en serpientes de la Universidad de Georgia , J. Whitfield Gibbons, revisó cada pieza de literatura científica que pudo encontrar, así como los sitios de redes sociales, las coberturas de noticias e incluso las publicaciones antiguas de National Geographic, para desenterrar más de 300 observaciones de arañas matando serpientes. Los datos abarcaron más de 40 especies de arañas y más de 90 especies de serpientes.
Una viuda negra se alimenta de una serpiente en el Parque Nacional New River Gorge en West Virginia.
Como era de esperar, las arañas grandes como las tarántulas se encontraban entre las más propensas a enfrentarse a un reptil. Pero no eran las campeonas devoradoras de serpientes. En cambio, una familia de arañas conocida como terídidos, que incluye a las viudas negras y a sus parientes, fue responsable de capturar la mayoría de las serpientes. Aún más curioso, la gran mayoría de estos informes no ocurrieron en los trópicos, sino en América del Norte.
La investigación también amplía significativamente nuestro conocimiento sobre la depredación de las arañas, que podría jugar un papel más importante en el equilibrio del ecosistema de lo que se pensaba anteriormente, agrega Nyffeler.
“Todas las arañas del mundo juntas pesarían aproximadamente 25 millones de toneladas y matarían entre 400 y 800 millones de toneladas de presas por año”, afirma. "Para comprender completamente el importante papel de las arañas en el equilibrio de la naturaleza, es fundamental comprender todo el espectro de sus hábitos alimentarios".
Cómo atacan las arañas
En promedio, las serpientes depredadas por arañas son pequeñas, por lo general tienen alrededor de 25 centímetros de largo. Pero incluso estas pequeñas serpientes son muchas veces del tamaño de los arácnidos, que promedian longitudes corporales de menos de 1,2 centímetros.
En la mayoría de los casos (como los terídidos), estas arañas diminutas construyen redes extremadamente resistentes, que a menudo se extienden hasta el suelo y atrapan a las serpientes desprevenidas. Una vez atrapada, la araña lanza su mordedura venenosa para paralizar a su víctima, envuelve a la serpiente en seda y la levanta para cenar. Las enzimas digestivas en la picadura de la araña licuan las partes blandas de la serpiente, tal como lo harían con una mosca. Luego, la araña se toma su tiempo para sorber el interior y algunas comidas se extienden durante días e incluso semanas.
"Aunque hablo todo el tiempo de lo fuerte que es la seda de la araña, creo que todavía estaba subestimando este increíble material” señala Sebastian Echeverri, un científico de arañas y editor de Arachnofiles, en un correo electrónico. “En cierto modo asumí que una serpiente podría abrirse camino y llegar a un lugar seguro. ¡Las serpientes son básicamente todos músculos abdominales duros como una roca!"
Alrededor del 30 por ciento de las serpientes también eran venenosas, como las serpientes coralinas del Nuevo Mundo, las serpientes marrones australianas, las serpientes cascabel y las serpientes cabeza de lanza neotropicales. Pero, ¿de qué sirve el veneno cuando tu enemigo es demasiado pequeño para atravesarlo con un colmillo?
"No hay una manera fácil para que una serpiente cascabel se defienda con veneno contra una araña", afirma Emily Taylor, bióloga de serpientes y directora del Laboratorio de Ecología Fisiológica de Reptiles de la Universidad Politécnica Estatal de California.
Buenos Samaritanos
Debido a que muchos de los incidentes ocurrieron en la naturaleza y fueron observados por personas comunes, los científicos analizaron otra tendencia: cuando los humanos intervienen.
De 319 encuentros entre arañas y serpientes, la araña logró matar a la serpiente el 87 por ciento de las veces. En el 1,5 por ciento de los incidentes, la serpiente escapó por sí sola. Pero el 11 por ciento de las veces, la gente intervino para salvar a las serpientes.
Incluso en Australia, donde la mayoría de los enfrentamientos ocurren entre serpientes marrones y arañas de espalda roja, dos especies letales para los humanos, hubo ocasiones en las que la gente no solo liberó a las serpientes, sino que limpiaron las telarañas antes de liberarlas.
“Dado que la mayoría de los seres humanos desprecian tanto a las arañas como a las serpientes, me sorprende mucho que haya humanos dispuestos a rescatar a una serpiente”, dice Nyffeler, quien sufre de una “fobia severa a las serpientes”.
Por la dieta más diversa de los arácnidos, el estudio también podría inspirar una mayor investigación sobre cómo funciona su veneno.
“Si bien ahora comprendemos bastante bien cómo las toxinas de la viuda negra afectan a los sistemas nerviosos de los vertebrados, todavía comprendemos poco el modo de acción de las toxinas de muchas otras familias de arañas”, señala.
En general, el estudio es "realmente provocativo", agrega Taylor, porque presenta dos animales a los que mucha gente teme.
“Para la mayoría de las personas en el mundo, esta sería su peor pesadilla. Ocho patas contra cero patas”, afirma. "Pero para mí, esto es como mi país de las maravillas".