Lémures de zoológico mueren por brote de tuberculosis
Los animales eran del zoo de Madagascar. Se sospecha que los primates en peligro de extinción fueron contagiados por humanos.
Un lémur de collar blanco y negro en un parque nacional de Madagascar. La tuberculosis ha infectado a varios de estos lémures en peligro crítico de extinción en un zoológico de la capital del país.
Un brote de tuberculosis en un zoológico de Madagascar mató a primates en peligro crítico de extinción, entre ellos especies de lémures que, según los registros, nunca antes contrajeron la enfermedad.
En las últimas semanas, ocho lémures de collar blanco y negro, un sifaka y un fossa, murieron en el Parque Zoológico y Botánico de Tsimbazaza (PBZT, por sus siglas en inglés) ubicado en Antananarivo, la capital de Madagascar, por presuntos casos de la enfermedad.
Científicos del Instituto Pasteur de Madagascar, apoyados por miembros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), han confirmado la presencia de Mycobacterium tuberculosis en los tejidos de varios de los animales muertos.
Según Jonah Ratsimbazafy, primatólogo malgache, el zoo, que alberga varios centenares de animales y sigue abierto a los visitantes, debería cerrarse inmediatamente.
Diez animales del Parque Zoológico y Botánico de Tsimbazaza murieron en las últimas semanas en medio de un brote de tuberculosis.
El zoo no ha respondido a los pedidos de consulta por parte de este medio.
Los encargados o visitantes humanos probablemente transmitieron la enfermedad, que nunca había sido detectada en lémures en la naturaleza, señala Ratsimbazafy. La tuberculosis está muy extendida entre las personas en Madagascar, y en 2019 se descubrió que un lémur de cola anillada como mascota estaba infectado.
El zoológico de Tsimbazaza tiene alrededor de una docena de especies de lémures, y este brote supone la primera incidencia documentada en lémures de collar blanco y negro, sifaka y fossa, cuenta Ratsimbazafy. La UICN clasifica a los primeros como animales en peligro crítico, y a los fossa como vulnerables a la extinción.
"No se sabe si estos animales pueden transmitir la enfermedad entre sí o a los humanos", dice Ratsimbazafy. "Sabemos que los humanos pueden transmitir la tuberculosis a los lémures y sospechamos que los animales adquirieron la tuberculosis de los humanos con los que están (o han estado) en estrecho contacto".
La exploradora de National Geographic Marni LaFleur, antropóloga de la Universidad de San Diego, en California, quien estudia la especie, formó parte del equipo que informó de la enfermedad en el lémur mascota en un artículo el año pasado. La experta afirma que los visitantes del zoológico publican de forma constante fotos en Instagram que los muestran con lémures en brazos y dándoles de comer.
Ratsimbazafy afirma que, a menos que se cierre el zoo, el personal y los animales podrían transmitir la tuberculosis a los visitantes. El zoológico carece de capacidad para controlar esta enfermedad altamente contagiosa, indica, y debe trabajar con expertos veterinarios y médicos nacionales e internacionales para detener su propagación.
"Contener la propagación de la tuberculosis en el PBZT requerirá probablemente la eutanasia de los animales", afirma Ratsimbazafy. Recomienda encarecidamente que no se capturen lemures en la naturaleza para reponer los animales que puedan ser eutanasiados o que ya hayan muerto.
Madagascar tiene más de 100 especies de lémures, que representan alrededor del 20% de los primates del mundo.
La National Geographic Society apoya a Wildlife Watch, nuestro proyecto de investigación periodística centrado en los delitos y la explotación de la fauna salvaje.