¿Las hormigas producen “leche”?
Los investigadores creían saber todo acerca de estos insectos, pero al observar las pupas se dieron cuenta de que no era así.
Las hormigas obreras se ocupan de las pupas y larvas pequeñas en una colonia de hormigas invasoras clonales (Ooceraea biroi).
Durante más de un siglo, las colonias de hormigas han sido objeto de fascinación e investigación continua. El nivel de organización de estos insectos para el trabajo conjunto ha llevado a algunos científicos a considerarlas como un superorganismo.
Pero a pesar de toda la atención que se ha puesto en las actividades de las hormigas, los investigadores rara vez se han centrado en la fase de pupa de las hormigas, durante la cual ocurre la metamorfosis y pasan de ser larvas a hormigas adultas.
Rockefeller en Nueva York, quien es mirmecólogo, es decir, un científico que estudia las hormigas.
En un nuevo artículo publicado esta semana en Nature, Kronauer y sus colegas indican que las pupas de hormigas, que no suelen estudiarse, brindan un servicio crucial a la colonia: sus cuerpos en desarrollo segregan una sustancia similar a la leche que proporciona nutrientes esenciales para el resto de la colonia. Y no solo en una especie, sino en al menos una especie de cada una de las cinco subfamilias principales de hormigas.
Según Kronauer, este hallazgo tan importante sugiere que las secreciones pueden ser frecuentes en muchas otras especies de este insecto. Y que este líquido similar a la leche puede haber surgido en un momento temprano de la evolución de todas las hormigas.
“Me sorprendió ya que no lo había visto nunca antes, a pesar de llevar tres décadas observando hormigas. Tengo mucha curiosidad y comenzaré mis propias observaciones cuanto antes”, comenta Susanne Foitzik de la Universidad de Mainz en Alemania, quien no participó en el estudio.
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“Leche” de hormiga: cómo se produce y en qué cantidades
El enigmático líquido fue descubierto por Orli Snir, una becaria postdoctoral que no había trabajado con hormigas antes de llegar al laboratorio de Kronauer. Con una mirada fresca, enseguida notó comportamientos que no parecían tener una explicación en la bibliografía científica existente.
“Las hormigas han sido objeto de estudio durante cien años, entonces, ¿qué está diciendo [Snir]?”, recuerda haber pensado Kronauer.
Sin embargo, aceptó hacer un experimento inusual que propuso la experta. En lugar de buscar dilucidar la actividad en grupo dentro de la colonia, donde a las pupas y las larvas se las limpia, mueve o apila, decidió observar los organismos de forma aislada. Le llevó tiempo descubrir cómo mantenerlos con vida, pero finalmente encontró la temperatura y el nivel de humedad adecuados. Al rato, vio algo muy extraño: las pupas estaban produciendo un líquido…y en cantidad.
De hecho, Snir cuenta que era tanta la cantidad que muchos se ahogaban en él, si no morían antes de una infección por hongos. ¿Era este un fenómeno atípico como consecuencia de aislar a las pupas de la colonia, o algo completamente normal que hasta ahora había pasado desapercibido? Para averiguarlo, Snir inyectó colorante alimentario azul en la abertura de donde salía el líquido y volvió a colocar las pupas azuladas en la colonia.
Enseguida notó que las hormigas adultas extraían el líquido de las pupas y lo tragaban, según reveló el color azul en el interior de su cuerpo. Además, se observó que colocaban a las larvas jóvenes sobre las pupas, que también se alimentaban del líquido; y también se ponían azules.
Esta hormiga tiene el movimiento animal más veloz del planeta:
“Leche” de hormiga: para qué sirve y cuáles son sus beneficios
El hallazgo ha sorprendido y alegrado a la comunidad mundial de mirmecólogos.
“Este es un estudio muy sólido y bien diseñado”, afirma el mirmecólogo Laurent Keller de la Universidad de Lausana en Suiza, quien opina que el fenómeno puede ser bastante común.
Bert Hölldobler de la Universidad Estatal de Arizona, que estudia a las hormigas desde la década de 1960, cuenta que una vez sospechó que había algo en las pupas que atraía a las adultas.
“Nunca volví a retomar este tema, pero me quedó dando vueltas en la cabeza. Estoy encantado de que estos investigadores lo hayan estudiado”, destaca.
Un análisis químico reveló que, además de residuos originados por la metamorfosis, el líquido contiene todos los aminoácidos esenciales, así como múltiples carbohidratos y algunas vitaminas. Kronauer explica que las pupas de otras especies de insectos tienden a reabsorber y reciclar estos líquidos nutritivos.
Kronauer y Snir sugieren que el intercambio de nutrientes que se da entre las diferentes etapas de vida de las hormigas puede explicar el estilo de vida tan social que han desarrollado estos insectos durante millones de años. “Esto hace que las hormigas dependan unas de otras en los diferentes ciclos vitales”, explica Kronaue y profundiza: “Es una especie de pegamento social que las mantiene unidas”.
Adria Le Boeuf, mirmecóloga de la Universidad de Friburgo en Suiza que estudia el intercambio de sustancias nutritivas entre las larvas de hormigas y las hormigas adultas, coincide con esta afirmación. Y agrega que estos investigadores tal vez hayan allanado el camino a los comportamientos más complejos que ella misma está investigando: “Este fluido puede haber contribuido a la evolución del cuidado cooperativo de las crías [de las hormigas], ya que incentivó a las adultas a cuidar de ellas. Y una vez que las hormigas comenzaron a beber este líquido, puede haberse preparado el escenario para la transferencia de otros elementos”.
¿Acaso podrían unos sorbos de líquido pupal ser la raíz del trabajo comunitario que ostentas las hormigas, y que está en constante evolución? Futuras investigaciones podrían aportar más datos sobre uno de los grupos de insectos más estudiados del planeta, y, a la vez, uno de los más enigmáticos.