Cómo es la araña más grande del mundo
El animal vive en la selva amazónica y tiene el doble del tamaño de la mano de una persona adulta.
Una vista cercana de una araña Goliat Birdeater. La imagen fue capturada mientras Gonzalo Giribet investigaba recolectores de ácaros en la Amazonía brasileña.
Una coincidencia casi proporcional es que la araña más grande del mundo se encuentre también en la mayor selva tropical de la Tierra.
La araña come-pájaros (Theraphosa blondi), también conocida como tarántula goliat, está reconocida por Guinness World Records como la araña más grande del mundo. El animal es originario del Amazonas y se encuentra principalmente en Venezuela.
(Ver también: ¿Cuál es la serpiente más venenosa del mundo?)
Según la Enciclopedia de la Vida (la mayor base de datos sobre organismos vivos mantenida por el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, en Estados Unidos), el arácnido es una especie de cangrejo y puede tener una envergadura (tamaño total incluyendo las patas) de 30 centímetros, el doble del tamaño de una mano adulta media.
Si solo se cuenta su cuerpo, mide unos 13 centímetros y puede pesar hasta 175 gramos.
A pesar de su nombre, esta araña no suele alimentarse de aves. Su dieta consiste principalmente en insectos y pequeños vertebrados, como ratones y ranas. La práctica de llamar a las tarántulas "comedores de pájaros" deriva de un grabado en cobre de principios del siglo XVIII de la naturalista e ilustradora científica alemana Maria Sibylla Merian, que muestra a una Theraphosa comiéndose un colibrí.
La Enciclopedia señala también que el veneno de la araña goliat es lo bastante fuerte como para paralizar a su presa. En los humanos, puede provocar náuseas, sudoración excesiva y dolor local, principalmente por la picadura, ya que las presas de esta especie pueden medir hasta cuatro centímetros.
La araña, indica la institución, solo ataca a los humanos en situaciones defensivas y, además de la mordedura, tiene la capacidad de lanzar su vello abdominal, extremadamente urticante, hacia sus depredadores. En personas sensibles y alérgicas, el contacto y la exposición pueden causar irritación de las vías respiratorias y de la piel.