Cómo es la surucucú, la serpiente venenosa más grande de América
Son muy peligrosas y habitan en América Central y del Sur. Su mordedura provoca dolor, necrosis y hasta puede causar la muerte.
Las serpientes de cascabel muda viven en zonas de selva tropical de Panamá, Costa Rica y Nicaragua.
Hermosas y peligrosas, las serpientes de cascabel muda (Lachesis muta), también conocidas como surucucú, son grandes serpientes venenosas que se pueden encontrar en diversas partes de América, sobre todo en países de Centroamérica y Sudamérica, explica el sitio web Animal Diversity Web (ADW), una base de datos en línea mantenida por el Museo de Zoología de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos.
En Centroamérica, viven en las zonas selváticas de Panamá, Costa Rica y Nicaragua. En Sudamérica, habitan las zonas tropicales de Brasil, Ecuador, el este de Perú, Bolivia, las Guayanas, Colombia, Trinidad y Venezuela.
Su fama se debe a que es una serpiente extremadamente venenosa y su capacidad para esconderse en la selva la hace aún más peligrosa.
Estas son algunas de las características de la serpiente de cascabel muda:
1. La surucucú es la serpiente venenosa más grande de América
Lachesis muta puede alcanzar más de tres metros de longitud, por lo que se considera las mayor serpiente venenosa de América, señala el Instituto Butantan (una institución gubernamental de São Paulo, en Brasil, que estudia serpientes y culebras, realiza investigaciones científicas y produce inmunobiológicos desde 1901).
En todo el mundo, solo la cobra real (Ophiophagus hannah) la supera en tamaño.
Butantan señala que este animal tiene un color anaranjado y manchas oscuras a lo largo del cuerpo, y en el extremo de la cola presenta escamas desgreñadas que recuerdan la piel de una yaca.
En cuanto a su aspecto, tienen cabeza triangular, fosa loreal (un orificio localizado entre la fosa nasal y los ojos que tiene diversas funciones) y colmillos inoculadores de veneno.
2. La serpiente de cascabel muda tiene hábitos solitarios y nocturnos
Se trata de criaturas solitarias, normalmente activas al atardecer o al anochecer, indica la base de datos.
Son serpientes sigilosas que saben esconderse bien en el bosque. Tal como señala el instituto brasileño, caminan por el suelo y, cuando se sienten amenazadas, hacen vibrar la cola chocando contra las hojas para producir un sonido e intentar ahuyentar a un posible depredador.
3. La surucucú es carnívora
Este tipo de serpiente es carnívora, un depredador nocturno que se alimenta principalmente de pequeños mamíferos, como roedores pequeños y medianos como ratas, ratones, coyotes, entre otros. Ocasionalmente come aves y reptiles.
4. La serpiente de cascabel muda es extremadamente venenosa
Considerada una de las serpientes más venenosas del mundo y la mayor de América, la surucucú es muy temida porque su veneno es potente y ataca el sistema circulatorio. Si la víctima no recibe el tratamiento adecuado, con un suero antibotrópico-láctico, la víctima puede fallecer a causa de su mordedura, comenta la ADW.
El Instituto Butantan explica que, cuando se inocula a la víctima, el veneno tiene una acción citotóxica, coagulante, hemorrágica y neurotóxica. Provoca reacciones como hinchazón, dolor local, necrosis, problemas de coagulación, hipotensión, así como diarrea y disminución del ritmo cardíaco, lo que puede llevar al shock y, en casos graves, a la muerte.
Los casos de mordeduras de estas serpientes en humanos no son muy frecuentes, ya que estos animales tienen hábitos nocturnos y se esconden en bosques cerrados.
Para prevenir una mordedura de surucucú, es importante evitar los lugares donde el bosque esté cerrado (sobre todo al atardecer y por la noche) y llevar siempre botas altas o botines al caminar, sugiere el Departamento de Salud del Estado de Paraná (Brasil).
Las serpientes de cascabel muda tienen cabeza triangular, fosa loreal y colmillos inoculadores de veneno.