Los 5 datos más interesantes sobre la serpiente de coral
La serpiente coral suele medir entre 40 centímetros y 1.6 metros de largo. Aunque son pequeñas, son extremadamente venenosas y pueden vivir hasta 18 años.
Pequeña y terrible, así es la serpiente coral (Micrurus) - una especie colorida, muy venenosa y con dibujos brillantes de la familia de las serpientes Elapidae, la coral es fácil de encontrar en los trópicos, especialmente en Brasil y otros países sudamericanos.
Sin embargo, también se pueden encontrar especies similares en Asia y África, según la Enciclopedia Britannica, la plataforma del conocimiento del Reino Unido.
Descubre algunas curiosidades que hacen de la serpiente coral una de las especies de serpientes más fascinantes, cuáles son sus peculiares hábitos y por qué es tan peligrosa.
1. La coral es una de las serpientes venenosas más pequeñas
Una de las más de 100 especies de pequeñas serpientes venenosas del mundo, la discreta serpiente coral suele medir sólo entre 40 cm y 1,6 metros de largo. Todas tienen cabeza ovalada, pequeños ojos negros, escamas lisas y cola corta. A pesar de su pequeño tamaño, no son frágiles y pueden vivir hasta 18 años. Son ovíparos y pueden poner entre dos y 12 huevos por puesta.
Aunque es más común en las regiones tropicales, la serpiente de coral también tiene algunas especies en otras partes del mundo (Asia y África), y es más común encontrarla desde el sur de Estados Unidos (donde sólo viven dos especies) hasta Argentina, según Britannica.
2. La serpiente coral tiene una diferencia: es colorida
La especie de serpiente coral más común en Sudamérica tiene un patrón de color distintivo: su piel está contorneada por rayas negras, rojas y blancas, y algunas especies que se encuentran en la región amazónica también tienen rayas amarillentas.
El color típico de las serpientes coral no es en vano: su propósito es señalar a los depredadores de inmediato que es muy peligrosa -en la naturaleza, este tipo de rasgo se denomina coloración de advertencia o aposematismo, según explica el Instituto Butantan (una institución brasileña de investigación científica y producción de inmunobiológicos que pertenece al gobierno del estado de São Paulo y estudia reptiles, anfibios y otros animales desde 1901).
A la serpiente coral no le gusta llamar la atención de sus depredadores, casi siempre vive oculta entre la maleza.
3. La serpiente coral tiene un veneno muy peligroso
La serpiente coral tiene colmillos cortos y huecos que inoculan un tipo de veneno potente y muy tóxico, que afecta directamente al sistema nervioso, según el Instituto Butantan.
Según el instituto de investigación, si una persona es mordida por una serpiente coral, los primeros síntomas son entumecimiento en el lugar de la mordedura, visión borrosa y dificultad para hablar. Sin embargo, poco a poco, si la víctima no recibe tratamiento lo bastante pronto, el veneno empieza a llegar al resto del sistema nervioso, paralizando músculos importantes como el corazón y el diafragma, un órgano importante que ayuda a respirar.
Si le pica una coral verdadera, acuda inmediatamente al médico para que le administre suero antielápido (el más adecuado para el veneno de esta especie de serpiente).
4. La serpiente coral sabe esconderse muy bien
Aunque colorida, a la serpiente coral no le gusta llamar la atención de sus depredadores y utiliza su color para confundirse con la naturaleza.
Según Butantan, esta especie puede considerarse incluso "tímida", ya que casi siempre vive escondida entre la maleza, en agujeros del suelo y bajo las rocas. Además, es un animal pacífico que rara vez ataca, sólo cuando se siente amenazada.
5. La serpiente coral tiene "parecidos"
Sí, no todas las coloridas serpientes tricolores que existen en la naturaleza son del género Micrurus: hay tipos "falsos" de serpiente coral, especies que se parecen a la verdadera serpiente coral, pero son de especies diferentes... y tampoco son venenosas.
Existen varias especies de "falso coral" en Sudamérica, como el Falso coral serrano (Oxyrhopus clathratus), que se encuentra más en Argentina, Sur y Sudeste de Brasil y Uruguay; el Falso coral amazónico (Oxyrhopus rhombifer), que se puede ver en Argentina, Bolivia, Brasil (regiones Sur y Sudeste), Paraguay y Uruguay; el Falso coral angosto (Xenodon histricus), que también es más común en Argentina, Brasil y Uruguay, entre otros, como explica el sitio web de la Universidad Federal de Río Grande do Sul.
No obstante, como explica el Instituto Butantan, este tipo de "falsas" serpientes de coral no son peligrosas, ya que sólo imitan las características físicas de los corales reales para ahuyentar a posibles depredadores. Sin embargo, pertenecen a géneros y familias muy diferentes.
Si ve una serpiente parecida a un coral, los expertos recomiendan no acercarse a ella. No es posible identificar y diferenciar a simple vista una serpiente de colores como el coral para saber si es "auténtica" o "falsa". Por tanto, mantente alejado y avisa a las autoridades locales, dice Butantan.