Día Mundial del Loro: conoce el proyecto de conservación de la cotorra margariteña en Venezuela
La efeméride llama la atención sobre la importancia de preservar a estos animales en libertad. José Manuel Briceño Linares, biólogo y explorador de National Geographic, colabora con la organización Provita para proteger a la cotorra cabeciamarilla.
La cotorra cabeciamarilla (Amazona barbadensis) forma parte de la familia psitácida.
Loros, guacamayos, cotorras y muchas otras aves forman parte de la familia psitácida, que pertenece al orden Psittaciformes, define la Enciclopedia Britannica (una plataforma de conocimiento general y educación). Entre ellas, destaca la cotorra cabeciamarilla (Amazona barbadensis), que se encuentra amenazada.
Pero una iniciativa del biólogo, ambientalista y explorador de National Geographic, José Manuel Briceño Linares, con la organización para la conservación del medioambiente Provita está ayudando a proteger esta ave típica de Venezuela. En el Día Mundial del Loro, conoce más sobre su trabajo.
¿Cuándo se celebra el Día Mundial del Loro?
El Día Mundial del Loro se celebra cada año el 31 de mayo para reforzar la importancia de cuidar y preservar estas aves, ya que algunas de ellas están amenazadas de extinción.
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Con más de 360 especies, las psitácidas suelen tener un plumaje muy colorido, además de ser ruidosas, tener patas en forma de garras (que utilizan para agarrarse a troncos y ramas) y picos redondeados.
La cacería furtiva y la degradación del hábitat son las principales amenazas que enfrenta la cotorra margariteña, una especie de loro típica de la Isla de Margarita (Venezuela).
También son aves típicamente tropicales que se encuentran sobre todo en las regiones tropicales y templadas del hemisferio sur, señala la plataforma de conocimiento. Por ello, varias especies están presentes en América Latina.
Precisamente por la exuberante belleza de estas aves y su capacidad para vocalizar (el loro gris, por ejemplo, es uno de los que puede imitar la voz humana), atraen miradas de admiración, pero también el comercio ilegal.
Existen varias iniciativas e instituciones destinadas a proteger estas aves en todo el mundo, como el proyecto de Provita en Venezuela, coordinado por el explorador de National Geographic, José Manuel Briceño Linares.
A continuación, conoce la importante labor que realizan para proteger y conservar la cotorra cabeciamarilla, también conocida como cotorra margariteña, una especie de loro típica de la isla de Margarita (Venezuela).
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Así funciona la protección de la cotorra margariteña en Venezuela
Desde 1989, Provita trabaja en la conservación de la biodiversidad de la península de Macanao, en la isla venezolana de Margarita. Centrándose en el ave tradicional de la región, la “cotorra margariteña”, como símbolo de conservación, la institución ha desarrollado un programa dinámico que se ha adaptado a la evolución de las amenazas y a las nuevas oportunidades.
“Cuando comenzamos, la población de cotorras era de 700 aves. Mientras que en estimaciones recientes hemos contabilizado 2100 individuos. Este loro está clasificado a nivel global como 'casi amenazado' por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y como 'en peligro' en Venezuela según el Libro Rojo de la Fauna Venezolana”, explicó Provita en un comunicado.
Para lograr este aumento de la población de loros, el equipo liderado por Briceño Linares, que también es Subdirector Regional de Provita, trabajó para mitigar sus dos principales amenazas: la cacería furtiva y la degradación del hábitat.
“Enfrentamos la primera amenaza a través de diferentes acciones de manejo de la especie como la guardería de nidos, la instalación de nidos artificiales y nidos nodriza, entre otras. Para solucionar la segunda amenaza, sembramos 14 000 árboles autóctonos del bosque seco en áreas degradadas por minería para recuperar el hábitat de la cotorra. Hoy en día la cotorra es considerada un margariteño más en la Isla de Margarita”, comentó Briceño Linares.
Colaboración con la comunidad local para proteger a la cotorra cabeciamarilla de Venezuela
Para evitar la caza ilegal de la cotorra cabeciamarilla, Provita envía todos los años un equipo de ecoguardianes durante la época de nidificación (cuando las aves construyen sus nidos).
Se trata de jóvenes que viven en la isla, normalmente antiguos cazadores, organizados en cooperativa y contratados para proteger los nidos de las cotorras. Sus esfuerzos han contribuido a multiplicar casi por tres el número de individuos de esta especie.
La iniciativa de conservación de la cotorra margariteña pone a disposición cada año a un equipo de ecoguardianes. El objetivo es proteger los nidos.
El proyecto Provita en Venezuela se encarga de proteger al ave a través de varias estrategias: guardería de nidos, nidos artificiales, nidos nodriza y la siembra de miles de árboles autóctonos.
El biólogo y explorador explica que la deforestación y la degradación del hábitat natural de la cotorra son una de las principales amenazas para la especie. A través de la conversión de bosques en tierras agrícolas, urbanizaciones y otros fines humanos, se reduce el espacio disponible para estas aves.
“Es importante aumentar los esfuerzos de restauración ecológica”, reflexiona Briceño Linares. “Y detener la captura de loros para el comercio ilegal de mascotas es otro desafío importante que enfrenta la cotorra”.
En el Día Mundial del Loro, es importante destacar que la conservación de las aves y el esfuerzo sostenido son acciones que funcionan, y el Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña llevado a cabo por Provita y coordinado por José Manuel Briceño Linares es un ejemplo de ello. Esta iniciativa ha tenido éxito gracias al esfuerzo de los miembros de la comunidad y a los ecoguardianes, entre otros.