Los 4 datos que debes conocer sobre el oso de anteojos, la única especie de oso que vive en Sudamérica
El oso de anteojos (Tremarctos ornatus) vive en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, y Bolivia. Es posible que algunos ejemplares se encuentren en Argentina y Panamá.
El oso de anteojos (Tremarctos ornatus), a veces llamado oso andino, es una de las ocho especies de la familia Ursidae (osos) y la única de ellas que habita en Sudamérica, según se desprende de la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En este artículo, conoce más sobre esta fascinante especie animal exclusiva de la región que se encuentra en estado vulnerable a la extinción según la Lista Roja.
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1. El hábitat del oso de anteojos en los Andes
De norte a sur, los osos andinos se encuentran en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, y Bolivia, describe la UICN. Habitan diversos ecosistemas tropicales a lo largo de los Andes: bosques secos tropicales, bosques húmedos tropicales de tierras bajas y de montaña, matorrales secos y húmedos tropicales, y pastizales de gran altitud. (La cordillera de los Andes es una cadena montañosa sudamericana que atraviesa Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y parte de Venezuela).
En esos espacios, y gracias a que son excelentes trepadores, suelen construir plataformas en los árboles donde descansan, se alimentan de frutas y cadáveres, y vigilan las áreas de alimentación.
2. El oso de anteojos no hiberna
Es natural imaginar a los osos en estado de letargo durante los meses más crudos del invierno. No obstante, no es el caso de Tremarctos ornatus.
Dado que disponen de alimento durante todo el año en la mayor parte de su área de distribución, los osos de anteojos no hibernan, afirma la entidad mundial de conservación.
Las manchas blancas o tostadas en forma de anillo alrededor de los ojos (como se observa en el recién nacido fotografiado aquí) son las que le conceden el nombre de "oso de anteojos".
3. ¿Por qué se llama oso de anteojos?
Esta especie tiene un tamaño mediano y color negro uniforme, con algunos ejemplares de color marrón rojizo.
Pero son unas marcas blancas o tostadas en forma de anillo alrededor de los ojos lo que más llama la atención sobre su pelaje. Son esas manchas que se asemejan a unas gafas las que le conceden el nombre de “oso de anteojos” al animal, explica Animal Diversity Web (ADW), una enciclopedia de datos en línea mantenida por la Universidad de Michigan, Estados Unidos.
Otros puntos destacados sobre su aspecto físico son: cola corta (de unos 7 centímetros de largo), orejas pequeñas y redondas, cuello grueso y corto, y hocico robusto.
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4. Las múltiples adaptaciones físicas del oso de anteojos
Tal como describe la UICN, los osos de anteojos poseen diversas adaptaciones físicas que les permiten un estilo de vida omnívoro. Ejemplos de esto son las adaptaciones anatómicas del cráneo y la dentición para triturar y un pseudo-dedo pulgar que les ayuda a consumir alimentos vegetales fibrosos y duros.
Tanto la UICN como ADW destacan la preferencia de este animal por las bromelias (una familia de plantas del género Bromeliaceae) como alimento. También comen frutas, que les aportan carbohidratos, proteínas y grasas necesarias. Así como palmeras, musgo, cactus y otras especies vegetales.
Asimismo, “se alimentan de forma oportunista de mamíferos, como conejos y tapires de montaña, pero sobre todo de ganado doméstico en libertad”, finaliza la UICN.
