Cuál es el ave más peligrosa del mundo y cuáles son sus características
Tan alta como una persona y con un peso de hasta 60 kilos, esta ave vive en ciertas zonas de Oceanía y posee enormes garras con las que ataca para cazar y protegerse.
No vuela, tiene un temperamento agresivo, puede pesar hasta 60 kilos y alcanzar una altura de 1.70 metros: el ave considerada más peligrosa del mundo es originaria de Oceanía, concretamente de Papúa Nueva Guinea y partes de Australia e Indonesia, según la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Se trata del casuario común o austral, cuyo nombre científico es Casuarius casuarius, señala la plataforma animal. “Esta enorme ave no voladora tiene un plumaje oscuro y brillante y una gran placa en forma de cuerno en su colorida cabeza con dos barbillas en el cuello”, señala Ebird.org, una web dedicada al estudio de las aves de la Universidad de Cornell (Estados Unidos).
Por sus características realmente únicas para un ave (“cuerpo cubierto de plumas de color marrón oscuro o negro que parecen pelos gruesos y ásperos, así como cuello y cabeza sin plumas con colores fuertes como el azul y el rojo”, según Animal Diversity Web), es difícil confundirlo con cualquier otro tipo de ave. Los casuarios también tienen una gran placa de hueso y cartílago en la cabeza, explica la plataforma en línea.
Pero después de todo, aparte de ser bastante peculiar, ¿por qué se considera al casuario el ave más peligrosa del mundo? National Geographic lo explica.
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El casuario, también conocido como casuario austral, es una especie de gran tamaño. Se sabe que ha atacado y matado a seres humanos.
¿Por qué el casuario se considera un animal peligroso?
Presente en densos bosques tropicales, el casuario tiene un temperamento que puede considerarse agresivo si cree estar en peligro y necesita protegerse, ya que sus alas son pequeñas, explican la UICN y Animal Diversity Web (ADW).
Como es grande y robusto, solo superado en tamaño (altura y peso) por avestruces y emús, el casuario puede causar estragos en su presa cuando ataca. Además, las garras de sus patas miden hasta 12 centímetros y con sus largas patas suelen correr para defenderse o avanzar sobre sus presas. “Pueden atacar a los humanos utilizando sus poderosas patas y sus grandes y afiladas garras”, asegura ADW.
Entre los casos de personas muertas por casuarios se encuentra el de un hombre de 75 años de Florida, en Estados Unidos. En 2019, fue víctima del ave que mantenía en cautividad, que le atacó con sus garras, informa la BBC.
La plataforma de conocimiento animal estadounidense también detalla que los casuarios son “grandes nadadores y saltadores”. “Cuando se mueven lentamente por el bosque, pueden ser casi silenciosos. Pero cuando se alarman son capaces de atravesar el bosque a casi 50 kilómetros por hora, utilizando los cascos óseos de la parte superior de la cabeza para apartar la vegetación de su camino”, explica ADW.
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El casuario (Casuarius casuarius) nace con un pelaje marrón a rayas, como se ve en la foto. A los tres años, sin embargo, el ave alcanza la edad adulta y puede empezar a reproducirse.
El casuario es muy curioso: el macho se encarga de incubar los huevos
El casuario vive de 20 a 40 años en cautividad (no hay una media confirmada en estado salvaje) y, aunque no está en peligro de extinción, su población es relativamente pequeña, según la UICN y ADW. Se estima que viven entre 20 y 50 mil individuos en zonas concretas de Oceanía. Al no tener depredadores naturales, su principal amenaza son los humanos, que suelen consumir su carne, detallan ambas fuentes.
Cada hembra suele poner entre cuatro y ocho huevos y sus polluelos nacen con un pelaje marrón a rayas, señala Animal Diversity Web. “Los jóvenes son parecidos a los adultos, pero más pardos y con las placas cefálicas aún en desarrollo”, explica Ebird.org. Otra curiosidad sobre el animal es que el macho se encarga de incubar los huevos, no la hembra.
El ave es frugívora y, al no volar, se alimenta principalmente de fruta caída al suelo, así como de insectos, pequeños vertebrados como anfibios y reptiles (a los que ataca con sus garras), e incluso hongos, señala ADW.
En septiembre de 2024, un parque privado del Reino Unido anunció que, tras 25 años de intentos, conseguió promover el nacimiento de un casuario en cautividad.
