La ciencia explica cómo encuentran los perros perdidos el camino de regreso a casa

Descendientes del lobo gris, los perros son capaces de encontrar el camino a casa recorriendo miles de kilómetros de distancia y haciendo uso de mucho más que su olfato.

Por Rebecca Owen
Publicado 11 feb 2025, 09:25 GMT-3
Un retriever de Nueva Escocia, una raza de perro de caza, descansa en el bosque. Un ...

Un retriever de Nueva Escocia, una raza de perro de caza, descansa en el bosque. Un experimento demostró que los perros de caza pueden orientarse según el campo magnético para encontrar el camino de vuelta a casa.

A veces, la trama de la película El viaje increíble de Walt Disney de 1963 se hace realidad cuando un perro perdido recorre una distancia asombrosa para encontrar el camino de regreso a casa.

En 2015, Georgia May, un cachorro rescatado, hizo un viaje de más de 56 kilómetros a casa después de escaparse durante una excursión en San Diego, California. En 2010, Laser, un sabueso, regresó a su barrio de Winnipeg (Manitoba), seis semanas después de separarse de su familia durante un espectáculo de fuegos artificiales a 80 km de distancia.

Y en 1924, Bobbie, una mezcla de collie que se separó de su familia durante un viaje por carretera, volvió a casa desde Indiana hasta Silverton (Oregón), lo que representó un viaje de 4500 km de distancia que duró seis meses y atravesó varias cadenas montañosas. 

¿Cómo consiguen los perros realizar viajes tan impresionantes? Según los expertos, poseen una poderosa combinación de instintos de búsqueda y sentidos agudos.

Es probable que los perros hayan heredado esta capacidad de búsqueda del lobo gris, su antepasado, que recorría grandes extensiones de tierra en Eurasia, donde fueron domesticados por primera vez.

Al igual que los humanos, los perros parecen capaces de construir mapas mentales de su entorno”, afirma Zazie Todd, autora de Bark! The Science of Helping Your Anxious, Fearful, or Reactive Dog (¡Ladrar! La ciencia de ayudar a tu perro ansioso, miedoso o reactivo). “Es probable que su mapa mental del entorno sea un poco distinto del nuestro, ya que probablemente esté dominado por los olores”.

El rastreo, o seguimiento de un rastro de olor, es uno de los métodos que utilizan para navegar y orientarse en su entorno. Los perros tienen un sentido del olfato entre 10 000 y 100 000 veces mayor que el nuestro, lo que les permite olfatear cualquier cosa, desde explosivos hasta la COVID-19 o diabetes. 

Los canes también pueden reconocer puntos de referencia familiares por la vista, el olfato y el oído. Algunos perros extraviados se orientan probablemente reconociendo la posición relativa de un punto de referencia familiar respecto a su casa y su ubicación actual respecto a ese mismo punto, explica Bridget Schoville, directora senior de ciencias del comportamiento en refugios de la ASPCA.

“Utilizando esos puntos de referencia, son entonces capaces de recorrer un camino bastante directo hasta casa”.

Los perros saben aprovechar el campo magnético de la Tierra 

Las aves migratorias, el salmón y las ballenas son algunos de los animales de los que se sabe que aprovechan el campo magnético de la Tierra, aunque aún no se conocen bien los órganos que controlan la magnetorrecepción.

Los perros también pueden poseer esta desconcertante capacidad. Para un estudio publicado en 2020, investigadores de Chequia reclutaron a 27 perros de caza para participar en un experimento de tres años. Durante más de 600 pruebas de campo, los científicos colocaron rastreadores GPS y cámaras en los animales antes de soltarlos en una zona boscosa desconocida. 

A continuación, los siguieron cuando sus dueños los llamaron de vuelta a casa. Todos los canes del estudio corrieron una media de casi un kilómetro y medio en el bosque.

Casi el 60% de los perros del estudio utilizó su olfato para volver sobre sus pasos y olfatear el camino de vuelta hasta sus adiestradores.

Pero otro 30% de los participantes hizo algo más. Estos perros emplearon una estrategia de exploración, en la que tomaban una nueva ruta que comenzaba recorriendo una corta distancia a lo largo del eje norte-sur del bosque, independientemente de dónde se encontrara su adiestrador. Sin ninguna señal visual familiar, se guiaban probablemente por el campo magnético de la Tierra

Los investigadores denominaron a esta estrategia “carrera con brújula” y observaron que ayudaba a los perros a encontrar a sus compañeros mucho más deprisa que aquellos que solo utilizaban su olor. Los autores concluyen que estos animales pueden emparejar su mapa mental con el campo magnético para orientarse cuando están perdidos.

“Aún no hemos encontrado pruebas concluyentes de que los perros utilizaran señales magnéticas para navegar, pero es la explicación más plausible”, afirma Hynek Burda, coautor del estudio y catedrático emérito de Zoología de la Universidad alemana de Duisberg-Essen.

Los perros también pueden combinar estos métodos sensoriales. Aunque seguir su olfato es más lento que explorar, en algunos casos puede ser más seguro. “Un perro, como nosotros u otros animales que resuelven un problema similar, puede utilizar distintas estrategias y alternar entre ellas”, afirma Burda.

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Un largo camino a casa 

Sin embargo, generalmente “la mayoría de los perros no tienen la posibilidad de adquirir experiencia o practicar el regreso a casa desde lugares lejanos y desconocidos”, agrega Burda.

Y es que estos increíbles viajes son cada vez menos frecuentes, ya que las razas caninas modernas se crían para estar cerca de sus dueños.

Los perros criados con humanos pueden establecer con ellos vínculos similares a los que existen entre padres e hijos, y un aspecto clave de este tipo de vínculo es la fuerte motivación para buscar el reencuentro cuando se separan”, explica Monique Udell, directora del Laboratorio de Interacción Humano-Animal de la Universidad Estatal de Oregón.

Cuando los perros se pierden, es una experiencia aterradora para ellos”, agrega Todd, por eso es importante evitar que tu cachorro se aleje en primer lugar. 

Si el perro tiene una buena identificación, como un microchip o un collar con un número de teléfono, eso puede facilitar la reunión del animal con su familia.

“Es lo más útil que podemos hacer para que el perro no tenga que encontrar el camino de vuelta a casa”, concluye.

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