Un gran banco de esperma de coral para asegurar el futuro de los arrecifes
Dada la proliferación de blanqueamientos de coral, los científicos están armando un enorme banco de esperma congelado para salvar a estas especies fundamentales del océano.
En Australia, bajo la luz de la luna y las estrellas, un equipo de científicos ha encontrado uno de los tesoros más valiosos del mar: paquetes de gametos coralinos de la Gran Barrera de Coral.
A mediados de noviembre, durante una expedición de tres semanas a Heron Island, los científicos recogieron 171.000 millones de espermatozoides de 31 colonias de coral que representan a ocho especies de corales duros. Luego, congelaron las muestras y las colocaron en las cámaras del mayor banco de esperma de coral del mundo, ubicado en el Western Plains Zoo de la Taronga Conservation Society, en Nueva Gales del Sur.
Según afirmó Mary Hagedorm, bióloga marina del Smithsonian y pionera en la técnica de congelación de esperma de coral, el propósito final es elaborar un banco de las 400 especies de coral que integran el famoso sistema de arrecifes de 2.250 kilómetros de largo.
Sin embargo, hoy el proyecto es una carrera contra reloj para obtener la mayor cantidad de muestras posibles antes de que disminuyan las poblaciones de coral y se afecte la diversidad genética. Gran parte de la zona norte de la Gran Barrera de Coral todavía está dañada tras el calentamiento del agua que provocó enormes pérdidas en los veranos de 2016 y 2017.
“Para nosotros, el problema es que no podemos capacitar al número de personas que hace falta ni movernos con la velocidad que necesitamos”, afirma Hagedorn, que vive en Hawái.
Romance a la luz de la luna
Los corales que forman arrecifes son colonias de diminutos animales marinos con tentáculos que se protegen desarrollando exoesqueletos duros. Estas estructuras con base de calcio son los arrecifes de coral que nosotros podemos ver. Al funcionar como las selvas tropicales del mar, los arrecifes de coral son puntos clave de biodiversidad, y una amplia variedad de animales marinos dependen de ellos para procurarse alimento y refugio.
Los corales son muy sensibles a los cambios de temperatura y, cuanto mayor es la temperatura oceánica –consecuencia de las actividades que realizan de los seres humanos–, mayor es la pérdida de arrecifes, y lo que quedan son apenas esqueletos de coral sin vida. Si continúan estos blanqueamientos de coral en masa, como predicen los modelos climáticos, los arrecifes de corales que todavía tenemos podrían convertirse en algo del pasado.
Por eso los científicos de Taronga y del Smithsonian Conservation Biology Institute están construyendo un banco de esperma de coral congelado. A lo largo de seis épocas de desove, han obtenido billones de espermatozoides de varias colonias de corales individuales, gran parte de la diversidad genética de 16 especies.
Pero no es fácil recoger y congelar el esperma de coral. Los corales de la Gran Barrera de Coral desovan en masa en momentos específicos de la noche y, por lo general, lo hacen solamente durante una semana específica del año, que suele ser en noviembre, y después de una luna llena.
“Habíamos comprado los vuelos varios meses antes porque sabíamos que iba a ocurrir en un plazo específico”, afirma Rebecca Hobbs, bióloga reproductiva de Taronga, y una de las directoras de la expedición.
En mar abierto se hace imposible recoger los huevos de los corales, por eso los científicos juntaron corales enteros y los colocaron en tanques llenos de agua de mar expuestos a la luna y a las estrellas para que pudieran responder a estas señales medioambientales del mismo modo que lo harían en el arrecife. En el momento de desove de la especie, se libera un gran número de paquetes de gametos.
“Recogemos los paquetes, y separamos y limpiamos los huevos y el esperma”, explica Hagedorn. “Después congelamos el esperma y lo descongelamos para probarlo y asegurarnos de que podrá fertilizar huevos”.
Por ahora, los investigadores solo congelan el esperma, ya que los huevos del coral son mucho más grandes y es difícil congelarlos y descongelarlos sin provocarles daño. Pero el equipo de Hagedorn está investigando tecnologías que permitan congelar huevos y, eventualmente, larvas de coral. Hace poco, según revelaron en Scientific Reports, fertilizaron huevos con esperma que había estado congelado por mucho tiempo y obtuvieron larvas de coral sanas.
Una inversión para el futuro
En teoría, una vez que el esperma se almacena en nitrógeno líquido a -195°C, se encuentra en un estado de animación suspendida que puede durar cientos de años.
“La importancia última del proyecto de criopreservación es que nos permite congelar el esperma de una amplia variedad de corales por si en el futuro perdemos diversidad genética”, explica Peter Harrison, director del Marine Ecology Research Centre de la Universidad Southern Cross, Australia, que este año ayudó al equipo a recoger esperma en Heron Island.
Según Hobbs, el coral de la parte sur del arrecife todavía se encuentra relativamente sano e intacto, por eso este año era importante expandir sus labores de recolección en esa zona . En años anteriores, recogieron esperma de la parte central del arrecife, cerca de Townsville, con el Australian Institute of Marine Science. Sin embargo, los blanqueos han provocado una grave disminución de esas poblaciones de coral.
“Gran parte de la diversidad genética se ha perdido y lo que queda es tan solo un vestigio de las poblaciones”, afirma Harris. También explica que los arrecifes de todo el mundo hoy están perdiendo sus corales mucho más rápido de lo que pueden reponerlos de forma natural, por eso la importancia de los bancos biológicos.
“Si contamos con una parte de ese esperma en nuestro banco, podremos ayudar a que esas poblaciones se rediversifiquen”, afirma Hagedorn. “Con tres o cuatro ejemplares, ya habrá una diversidad impresionante en ese esperma. El esperma congelado que hoy es solo esperma, tendrá un papel impresionante en la revitalización de esas poblaciones”.