¿Por qué hay tantos terremotos azotando Puerto Rico?
Un conjunto de sismos ha agitado la isla por más de una semana, y parece que se aproximan un par más.
Justo antes de las 9 de la mañana del 11 de enero, un terremoto de magnitud 5.9 sacudió la costa suroeste de Puerto Rico. El evento se produjo después de semanas de temblores en toda la región, y lo más probable es que éstos aún no hayan terminado.
La serie incluye el terremoto más destructivo del último siglo para Puerto Rico; uno de magnitud 6.4 que despertó a los residentes golpe, en la madrugada del 7 de enero. Sólo un día antes, un terremoto de magnitud 5.8 había golpeado también en la misma región. Desde finales de diciembre, se han producido 123 terremotos de magnitud 3 o superior, que fueron lo suficientemente fuertes como para que los residentes cercanos a los epicentros los sientan, según el Servicio Geológico de EE. UU. (USGS). Seis terremotos de magnitud 5 o superior también han azotado la isla.
Los eventos han causado estragos en una comunidad que todavía está intentando recuperarse de la devastación que se dio como consecuencia de los huracanes María e Irma. Este par de temblores desmoronó hogares, dejó sin energía a algunas regiones, desató derrumbes de tierra y dejó caer la piedra natural Punta Ventana, un lugar emblemático y popular que atrajo turistas durante mucho tiempo. Hasta ahora se ha informado al menos una muerte.
“Estas personas han pasado por muchas cosas”, señala Wendy Bohon, geóloga especialista en terremotos del Consorcio de Instituciones de Investigación sobre Sismología (IRIS, Incorporated Research Institutions for Seismology). “Los edificios están devastados, la gente tiene miedo, por supuesto, porque es algo en curso. Han estado sintiendo los terremotos por días y días”.
Además, es probable que las réplicas sigan sacudiendo la región y los investigadores están estudiando ávidamente los últimos eventos para entender mejor que podría suceder en un futuro.
“Hay un montón de movimientos tectónicos complicados produciéndose en un área realmente cercana”, afirma Bohon.
Batalla tectónica
Puerto Rico tiene una larga historia de terremotos. Está ubicado en el extremo de la placa tectónica del Caribe, en el lugar donde esa placa está chocando con la placa de Norteamérica. Dichas fronteras tectónicas alojan a la gran mayoría de los terremotos del mundo.
“La isla entera es una zona fronteriza de placas, como California. Los terremotos son moneda corriente”, menciona en un correo electrónico Susan Hough del USGS. Pero la geología de Puerto Rico es aún más compleja que la de la mayoría de los lugares dado que la isla está siendo aplastada por una batalla tectónica.
Debajo de la costa norte de la isla, la placa de Norteamérica se sumerge debajo de la placa del Caribe en una zona de subducción. Al mismo tiempo, según el USGS, una sección de la del Caribe parece estar desplazándose al sur de la isla Caja de Muertos, comprimiendo a Puerto Rico. El resultado: terremotos, montones de terremotos.
Debajo de la costa norte de la isla, la placa de Norteamérica se sumerge debajo de la placa del Caribe en una zona de subducción. Al mismo tiempo, según el USGS, una sección de la del Caribe parece estar desplazándose al sur de la isla Caja de Muertos, comprimiendo a Puerto Rico. El resultado: terremotos, montones de terremotos.
La isla es particularmente susceptible a lo que se conoce como enjambres sísmicos, o conjunto de eventos que tienen, aproximadamente, la misma magnitud, explica Elizabeth Vanacore, sismóloga de la Red Sísmica de Puerto Rico (PRRS) de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez. Y agrega que el porqué es, aún, una cuestión sin resolver.
Algunos enjambres parecen seguir direcciones particulares y tener zonas de tensión. Un estudio de 2013 sugiere que algunos enjambres al norte de la isla podrían ser el resultado de una ruptura en la placa de Norteamérica que se está desplazando por debajo de la otra placa. Sin embargo, es probable que las causas de estos eventos sean muchas.
¿Habrá más?
Vanacore señala que este último conjunto de eventos parece ser más una secuencia de terremotos tradicional que un enjambre, con un temblor mayor rodeado por su séquito de premonitores y réplicas. Y, a medida que los investigadores continúan averiguando los detalles del evento de hoy, asevera que una cosa es certera: “Habrá más terremotos”.
El USGS estima que hay una posibilidad del 90 por ciento de que otro terremoto de magnitud 5 o mayor sacuda la isla en la próxima semana. La posibilidad de un terremoto de magnitud 6 o mayor es, actualmente, del 22 por ciento. Los investigadores siguen trabajando para desenredar la información de los últimos eventos y, a medida que esta se actualiza, los pronósticos pueden cambiar.
Vanacore menciona que muchos de los terremotos parecen llevarnos a la falla de Punta Montalva en el sudoeste de Puerto Rico, aunque los geólogos todavía tienen que trabajar más para confirmarlo. Según Vanacore, las fallas en esta región son conocidas por ser las más activas de la isla y, a pesar de que la falla de Punta Montalva ha permanecido en calma en las últimas décadas, desde que los registros instrumentales comenzaron, ese lapso es solo una pequeña irregularidad en lo que a tiempos geológicos se refiere.
“Cuando hablamos de tiempos geológicos, estamos hablando de millones y mil millones de años”, explica. Vanacore establece que el próximo objetivo es dilucidar con cuánta frecuencia podría darse este nivel de actividad en la falla de Punta Montalva.
Mientras tanto, Vanacore les recomienda a las personas buscar información sobre terremotos en curso de fuentes confiables como el USGS o la PRRS. Siempre que sea posible y en un futuro cercano, los lugareños deberían adoptar medidas para alejarse del peligro.
“Mantente en un lugar seguro, lejos del cableado eléctrico o de las vertientes de las colinas, de todo lo que pueda caerte encima y lastimarte”, alerta Bohon. “Ten en cuenta que se vienen más sacudidas”.