Una variante más contagiosa del SARS-CoV-2 predomina en Estados Unidos
La cepa B.1.1.7 se está propagando en adultos y niños, y los expertos afirman que hoy la vacuna es más necesaria que nunca.
La variante B.1.1.7 presenta una serie de rasgos preocupantes; por ejemplo, puede hacer que las pruebas COVID-19 comerciales arrojen un resultado falso negativo.
La variante de coronavirus conocida como B.1.1.7, que según los estudios es más letal y más contagiosa que la versión original del SARS-CoV-2, es hoy la cepa que más circula en Estados Unidos, y su prevalencia ha alarmado a los epidemiólogos más preparados.
Al principio de la pandemia, los niños no solían contraer la enfermedad y no parecían ser fuentes importantes de transmisión del virus a otros grupos etarios. “Pero con el B.1.1.7, eso cambió”, dice el epidemiólogo Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas (CIDRAP). "Ahora estamos teniendo un gran número de brotes en las escuelas y en las actividades relacionadas con la escuela".
Según un estudio realizado en el Reino Unido, donde se detectó por primera vez esta variante, los niños se infectaron más con la variante B.1.1.7 que con otras variantes del SARS-CoV-2, en comparación con los adultos. El mismo escenario se observa ahora en EE. UU.
En el condado de Carver, Minnesota, hubo un brote de COVID-19 que se ha relacionado con actividades deportivas dirigidas por escuelas y clubes. En un estudio realizado por el Departamento de Salud de Minnesota, los investigadores elaboraron un mapa detallado de la transmisión de COVID-19 que indica que la variante B.1.1.7 causó una cuarta parte de estos contagios. En Wisconsin, se desató un brote similar, y los niños que dieron positivo en un centro de cuidado infantil del condado de Dane, tenían 6 años o menos.
La ventaja (si es que existe) es que, según un estudio, los niños más pequeños tienen menos probabilidades que los adultos de propagar el virus a otras personas. Además, las vacunas autorizadas en los EE. UU. son efectivas contra el B.1.1.7 y pueden ayudar a revertir el curso de la pandemia, siempre que se sigan reduciendo las exposiciones y respetando las medidas de precaución y restricciones sanitarias.
"Si estabas buscando otra razón para vacunarte, aquí la tienes", dice William Schaffner, médico y profesor de enfermedades infecciosas en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt. "No solo es más contagiosa, sino que cuando te infectas, es más probable que desarrolles una enfermedad grave. Y por eso estamos tan preocupados".
Un virus más contagioso en EE. UU.
A principios de diciembre, mientras crecía el optimismo ante el auspicioso lanzamiento de la vacuna en el Reino Unido, los científicos británicos y las autoridades de salud pública registraban un aumento de casos en el condado de Kent en el sureste de Inglaterra. Si bien solo se secuenciaron el 4 por ciento de esos casos, se descubrió que casi la mitad se trataba de la nueva variante del SARS-CoV-2.
Esta variante, conocida como B.1.1.7, es mucho más contagiosa y se propagó rápidamente en todo el mundo; el 29 de diciembre, el Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de Colorado informó el primer caso en los EE. UU. Sin embargo, varios estudios han sugerido que es probable que la B.1.1.7 haya ingresado a los EE. UU. varias veces entre noviembre de 2020 y enero de 2021 (antes de lo que se creía).
A principios de febrero, Karthik Gangavarapu, graduado del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California, participó de un estudio que predijo que, a fines de marzo de 2021, la B.1.1.7 sería la cepa con mayor circulación en los EE. UU.
“Tomando en cuenta lo que ocurrió con esta variante en otras partes del mundo, no había ninguna razón para creer que esto no sucedería en los EE. UU., y para la mayoría de los epidemiólogos, esto no ha sido una gran sorpresa”, dice Gangavarapu.
Actualmente en los EE. UU., la tasa de casos provocados por la B.1.1.7 crece diariamente alrededor del 7.5 por ciento.
Los investigadores sostienen que la velocidad de propagación de esta variante de debe a que fue sumando una gran cantidad de cambios genéticos (17 en total), entre estos, ocho modificaciones en la proteína Spike (S) característica del virus. Esta proteína se adhiere a al receptor ACE2, que se encuentra en la pared exterior de 72 tipos de células humanas. Una vez que el virus se adhiere al receptor ACE2, puede ingresar a la célula huésped, replicarse y desencadenar una infección.
Al adherirse estrechamente a los receptores ACE2, "estas mutaciones le dan una ventaja selectiva, y por eso ahora la B.1.1.7 se está extendiendo por todas partes", dice Olivier Schwartz, jefe de la Unidad de Virus e Inmunidad del Instituto Pasteur en París, Francia. "Es una especie de proceso de selección darwinista".
Un estudio que analizó a más de 100.000 personas infectadas con la B.1.1.7 o con la cepa original también demostró que la nueva variante es más mortal.
Tras comparar los dos grupos de pacientes, los investigadores notaron que la B.1.1.7 tuvo una mortalidad del 32 al 104 por ciento, según informó el líder del equipo Robert Challen, médico de la Universidad de Exeter en el Reino Unido.
Algunos investigadores creen que como el comportamiento de la B.1.1.7 es tan diferente al de la cepa original, que incluso podría "tratarse como una epidemia separada", dice Ravindra Gupta, profesor de microbiología clínica en la Universidad de Cambridge.
La B.1.1.7 también preocupa por otros motivos; esta variante cuenta con mutaciones genéticas en la proteína Spike (S) denominadas deleciones, que eliminan parte del código genético, y le sirven para evadir los anticuerpos durante la respuesta inmune del cuerpo después de una infección.
Al no detectar el gen de la proteína S, estas deleciones también pueden hacer que ciertas pruebas comerciales den un resultado falso negativo. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de los EE.UU. ha dictado recomendaciones para abordar los posibles resultados negativos falsos que surgen debido a la creciente prevalencia de B.1.1.7 y otras variantes de deleción.
Implicaciones para los niños
El riesgo de la B.1.1.7 para los niños, y sus familias, puede no deberse principalmente a un mayor grado de transmisibilidad, sino a la incapacidad de los niños para mantener el distanciamiento social y el uso de mascarillas, y evitar los deportes de contacto, dice Osterholm.
Según Schwartz, dado que el virus es más contagioso para todos los grupos etarios, los niños hoy pueden infectarse más fácilmente debido al contacto cercano en las escuelas y guarderías. Por la tanto, la transmisión del virus aumenta entre ellos mismos y sus familiares.
A raíz de la creciente demanda para reabrir las escuelas, hoy se registra una mayor transmisión de la variante B.1.1.7 en los niños. Y eso significa que será más difícil mantener las clases presenciales.
La buena noticia es que los que han recibido la vacuna o los que ya se han infectado con otra variante, tienen anticuerpos que neutralizarían a la B.1.1.7, según afirmo Schwartz, quien dirigió un estudio que lo demuestra. Los fabricantes de vacunas ya están publicando datos clínicos que confirman que las vacunas disponibles protegen a los niños de 12 a 15 años, y se esperan estudios en niños más pequeños.
“El problema es que no vamos a disponer de la vacuna lo suficientemente rápido” para detener la pandemia, a menos que se sigan cumpliendo a raja tabla las medidas de seguridad, sostuvo Osterholm. "Si no limitamos nuestra exposición al virus y no tratamos de combatir su avance, no podremos frenar la pandemia".