COVID-19: La variante Delta es grave. Entérate por qué cada vez hay más casos.
Un niño en edad escolar muestra el examen casero de antígeno rápido para el coronavirus del National Health Service, NHS, (Servicio Nacional de Salud) el 12 de mayo de 2021 en Inglaterra. Como requisito para ir a la escuela, los niños de Inglaterra deben someterse a dos exámenes por semana y subir los resultados en un portal en línea.
Mientras las tasas de vacunación disminuyen en los Estados Unidos y otros países aún luchan por conseguirlas; los expertos en salud pública han expresado sus crecientes preocupaciones porque la variante del coronavirus denominada Delta, identificada por primera vez en India en marzo, pueda desencadenar un impresionante aumento de casos y muertes en el mundo.
La variante Delta ya representa el 18 por ciento de los casos en Colorado, Montana, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Utah y Wyoming, y alrededor de un seis por ciento de los casos nacionales. Ya ha alcanzado más de 70 países y hoy es la variante más dominante en India, el Reino Unido y Singapur. La semana pasada, la variante Delta fue la responsable de más del 90 por ciento de los casos de COVID-19 nuevos en el Reino Unido, lo que generó un alza del 65 por ciento en infecciones nuevas desde el primero de mayo. El lunes, para frenar la propagación de Delta, el Gobierno del Reino Unido decidió posponer “freedom day” (día de la libertad), que iba a convertirse en el fin de las restricciones de salud pública.
La variante Delta es 60 por ciento más transmisible que la variante Alpha (identificada primero en el Reino Unido), que a su vez, era alrededor de un 50 por ciento más transmisible que la ancestral cepa de Wuhan. “Es una variante que se propaga muy fácilmente, lo cual es preocupante", señala Eric Topol, fundador y director de Scripps Research Translational Institute (Instituto Transnacional de Investigación Scripps). Cuenta con características que le permiten escapar del sistema inmune y, tal vez, es más evasiva que la variante Beta (B.1.351), identificada por primera vez en Sudáfrica y que fue la peor hasta hoy, menciona Topol. "Además, tiene la transmisibilidad más alta que cualquier cosa que hayamos visto hasta ahora. Es una muy mala combinación".
Consternado por la trayectoria de la variante Delta en el Reino Unido, Anthony Fauci, director del National Institute of Allergy and Infectious Diseases (Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos), le advirtió al presidente Joe Biden la semana pasada: “no podemos dejar que eso suceda en Estados Unidos".
El presidente se hizo eco de la preocupación y escribió en Twitter: “Amigos, la variante Delta (una cepa de la COVID-19 muy contagiosa) se está propagando rápidamente entre los jóvenes de 12 a 20 años en el Reino Unido. Si eres joven y todavía no te has vacunado, es el momento". La dosis completa de la vacuna contra la COVID-19 sigue siendo efectiva para prevenir los casos graves que provienen de la infección Delta.
¿Por qué la variante Delta da tanto miedo?
Los virus que circulan libremente, en especial los coronavirus y los virus de la influenza, que codifican sus instrucciones genéticas al usar la molécula ARN, mutan con frecuencia y al azar dado que copian errores implementados a medida que se replican en las células humanas que les sirven de huésped. Algunas mutaciones le permiten al virus evadir los anticuerpos; algunas aumentan su habilidad para infectar una célula; y otras pasan desapercibidas dado que no le producen ningún beneficio o hasta pueden debilitarlo.
La clave del éxito de Delta es el conjunto de mutaciones que la variante ha acumulado en la proteína en espícula, que cubre al SARS-CoV-2 y le da su distintiva apariencia como si tuviese una corona. Markus Hoffmann, biólogo especialista en enfermedades infecciosas del Leibniz Institute for Primate Research (Instituto de Investigación de Primates Leibniz) en Alemania explica que estas mutaciones han cambiado la espícula y, como consecuencia, algunos de los anticuerpos existentes podrían no unirse estrechamente o tan a menudo. Hoffman ha demostrado que la variante Kappa, relacionada estrechamente con Delta, evita los anticuerpos que fueron generados en infecciones previas y en la vacunación; además, resiste las terapias de anticuerpos producidas sintéticamente como la bamlanivimab.
La variante Delta tiene mutaciones en la proteína de espícula que altera cómo interactúa con la proteína receptora ACE2, que se encuentra en la superficie de los pulmones y en otras células del ser humano, y es el portal para invadir la célula. La mutación en la ubicación 452 de la proteína en espícula, que también está presente en algunas de las variantes californianas, parece hacer que el virus sea más transmisible y lo ayuda a propagarse en la población, explica Mehul Suthar, inmunólogo de Emory Vaccine Center (Centro de Vacunas Emory).
Si una mutación le proporciona a un virus una aptitud o una ventaja reproductiva, esa mutación tiende a evolucionar independientemente en todo el mundo. Delta, las variantes que se relacionan con ella estrechamente y Alpha, una variante muy contagiosa, llevan consigo una mutación en la posición 681 de la proteína en espícula, que se cree es un cambio evolutivo radical que también le facilita al SARS-CoV-2 invadir la célula huésped y propagarse. Dicha mutación es cada vez más común en los virus de la COVID-19 de todo el mundo.
Además de estas mutaciones, un estudio reciente, que no fue revisado por pares, muestra una variación en la posición 478 en la espícula de Delta que le permite al virus escaparse de los anticuerpos neutralizantes débiles. Esta mutación también se ha vuelto muy común en las variantes del SARS-CoV-2 en Estados Unidos, México y Europa desde comienzos del 2021.
“Cuando tienes todas estas mutaciones, luego comienzas a ver la diferencia en la infectividad (del virus)”, señala Ravindra Gupta, profesor de microbiología clínica de University of Cambridge, que ha demostrado en un estudio que no se ha publicado todavía cómo estas variantes pueden tener una mayor posibilidad de provocar enfermedades.
Vacunas menos efectivas contra este superpropagador
Los datos de la India y del Reino Unido muestran que Delta ha surgido como una variante dominante en dichos países en cuatro a seis semanas. Eso indica que Delta es más transmisible e infecciosa que las variantes previas. Existen pruebas emergentes que también puede provocar una enfermedad más grave. Por ejemplo, en Escocia, hubo alrededor del doble de hospitalizaciones que con la variante Alpha, que ya había provocado enfermedades más graves que el SARS-CoV-2 original.
“Esta combinación de alta transmisibilidad, alta gravedad y habilidad para escaparse de las vacunas convierten a Delta en una variante muy pero muy peligrosa”, menciona Deepti Gurdasani, epidemióloga clínica en Queen Mary University of London. Una vez que Delta ingresa en un país, se va a propagar rápidamente. "Será bastante difícil de contener y es muy probable que se convierta en la variante dominante en semanas. Podría cambiar la trayectoria de la pandemia global".
A pesar de que las vacunas siguen siendo efectivas contra las formas graves de la enfermedad y la hospitalización provocada por las variantes Alpha y Beta, brindan una protección menor contra Delta. Las personas que fueron vacunadas con una o dos dosis de la vacuna de Pfizer produjeron menores niveles de anticuerpos capaces de neutralizar la variante Delta comparados con los niveles generados contra las variantes Alpha y Beta. En el Reino Unido, el 31 por ciento de todas las confirmaciones de pacientes con la variante Delta que necesitaron atención de emergencia habían recibido al menos una dosis de la vacuna.
Del mismo modo, un estudio que está en revisión reveló que, luego de las dos dosis, la vacuna de Pfizer mostró un 88 por ciento de efectividad contra la enfermedad sintomática provocada por la variante Delta en comparación con el 93 por ciento contra la variante Alpha. Las dos dosis de la vacuna de AstraZeneca cubren un 66 por ciento de efectividad contra Alpha, y solo 60 por ciento contra Delta. Sin embargo, con una única dosis de cualquiera de las dos vacunas, la efectividad era solo del 51 por ciento para la variante Alpha y de un 33 por ciento contra la Delta. Esta cifra se es menor que el límite de efectividad del 50 por ciento propuesto por la Food and Drug Administration, FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) para crear vacunas seguras contra la COVID-19; en dicho lineamiento, una vacuna debería prevenir al menos a la mitad de las personas vacunadas de tener síntomas de la COVID-19.
En otros estudios que siguen esperando la revisión de pares, los investigadores informan que la variante Delta fue la responsable de la mayoría las infecciones (que se dieron luego de completar la vacunación) en India, lo que generó una gran cantidad de dichos casos entre los trabajadores de la salud que ya tenían la vacunación completa.
Hay muchas vacunas que se están aplicando en todo el mundo y, como no existe acuerdo en los estándares de eficacia internacional, cada vacuna podría ofrecer un grado variable de protección contra las nuevas variantes. “Necesitamos más información sobre el rendimiento de algunas de estas vacunas que están disponibles en otras partes del mundo", explica el médico y virólogo Benjamin Pinsky de Stanford University School of Medicine (Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford). "Creo que las personas necesitan cerciorarse de que las vacunen. Y, hasta que obtengan la vacunación completa, es muy importante continuar con la intervención en salud pública", agrega.
La vacuna simplemente frena la progresión de una enfermedad contagiosa al aumentar la inmunidad de grupo. Hasta ese momento, se ha comprobado que las medidas preventivas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas son efectivas para contener la propagación del virus.
Con solo el 44 por ciento de la población de Estados Unidos con la vacunación completa, la mayoría de las personas siguen siendo vulnerables. Relajar las restricciones de salud pública y cantar victoria prematuramente podría darle una oportunidad a la variante Delta para surgir, en especial en otoño.
Un estudio, que todavía no fue publicado, sugiere la posibilidad de las variaciones estacionales en la incidencia de la COVID-19 en base a los análisis de todo un año de pandemia en Europa e Israel. Topol señala que, aunque las tendencias estacionales del virus siguen sin ser claras todavía, sí sabemos que, cuando las personas pasan más tiempo en espacios cerrados con poca ventilación y baja humedad, el virus se propaga más fácilmente.
Lo que sucede en el Reino Unido podría ocurrir en muchos lugares del mundo. “Debemos mantener el distanciamiento social luego de la vacunación porque existe la posibilidad de una nueva infección dado que las vacunas pueden ser imperfectas contra las variantes emergentes”, explica Kei Sato, virólogo de la Universidad de Tokio, Japón, que ha estado estudiando el efecto de las mutaciones en la transmisión de la variante Delta y de otras variantes emergentes.
"Cuantas más variantes como esta se propaguen, en especial en individuos que no están vacunados, más virus mutarán y, a la larga, tomarán esas mutaciones que les permiten escaparse de los anticuerpos de manera más eficiente. En teoría, esto podría hacer que las vacunas actuales sean menos efectivas contra estas variantes", advierte Suthar.
Si no nos tomamos en serio a la variante Delta, "habrá una nueva ola en Estados Unidos. Ya vemos que la disminución de casos se encuentra en una meseta", menciona Gupta. Topol concuerda y señala que, si ignoramos esta variante, "tendremos un aumento significativo de casos en áreas vulnerables, más hospitalizaciones y la pandemia durará más".