Los 3 eventos astronómicos de junio que no te puedes perder
Una superluna que se eleva desde detrás de la montaña Cerro Armazones en el desierto de Atacama, Chile.
El mes de junio ofrece una variada agenda de eventos astronómicos capaz de atraer nuestra mirada al cielo. En este sentido, el calendario adelanta tres grandes acontecimientos que serán visibles en todo el planeta: la primera Superluna del año, la exhibición de Mercurio (en su mejor posición para ser visto desde la Tierra), y el solsticio, la fecha que oficializa el inicio del invierno en el hemisferio sur y del verano en el norte.
Estos fenómenos, según el astrofísico Roberto Dell'Aglio Dias da Costa, profesor del departamento de Astronomía de la Universidad de São Paulo (USP), son conocidos por la humanidad desde antes de que se iniciara el estudio formal de las estrellas. "Son como marcadores físicos que han ayudado a la gente a ubicarse en los ciclos de la Tierra durante miles de años".
Descubre qué son estos fenómenos astronómicos, cuándo se producen y cómo verlos.
Una superluna vista al amanecer detrás del Capitolio de Estados Unidos en marzo de 2020.
Superluna de fresa: cuándo y a qué hora se podrá ver
El 14 de junio, el cielo nocturno se iluminará con la primera Superluna de 2022. Según la NASA, ese día el satélite natural de la Tierra se observará hasta un 17% más grande y un 30% más brillante de lo normal. Todo por una coincidencia de ciclos. "Una Superluna ocurre cuando la fase llena de la Luna coincide con su perigeo, que es el punto en el que está más cerca de la Tierra", explica.
De acuerdo con el profesor, este fenómeno se produce debido a la forma elíptica de la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, que se acerca más a un óvalo que a un círculo. Hay momentos en los que se acerca al planeta durante su movimiento, lo que los expertos denominan perigeo. Durante dicho evento, sostiene el experto, la Luna se encuentra a unos 360.000 kilómetros de la Tierra. En el otro extremo, el punto más lejano se llama apogeo, y está a unos 400 kilómetros de distancia.
"No es raro que la Luna esté en estas posiciones. Esto sucede una vez cada 28 días aproximadamente, que es el tiempo del ciclo lunar. Es que estos tiempos a veces coinciden con el ciclo de las fases. Igual que llamamos Superluna a una luna llena durante el perigeo, la llamamos Microluna cuando coincide con el apogeo", dice Dias da Costa.
En 2022, el fenómeno se producirá dos veces, con la próxima fecha prevista para el 13 de julio. La Superluna del 14 de junio podrá verse justo después de la puesta de sol, y continuará durante toda la noche.
¿Qué es la "superluna de fresa"?
Además de apreciarse más grande en el cielo, la Superluna de junio también sirve como punto de referencia, y se conoce como la "Luna de fresa" o, en este caso, la "Superluna de fresa". Pero el nombre, a diferencia de lo que podría pensarse, no se debe a que tenga un color o una forma que recuerde a la fruta.
Según Dias da Costa, algunos momentos de luna llena reciben nombres específicos según la época del año. Esto se debe a que los pueblos nativos de América del Norte los utilizaban como indicadores para saber cuál era el mejor momento para plantar, cosechar o cazar, ejemplifica el experto.
"La Luna de fresa se conoce así porque marca el mes en que maduran los frutos silvestres en los países del hemisferio norte, que se encuentran al final de la primavera", explica el profesor.
Según agrega el especialista, otro ejemplo es la llamada “Luna del Cazador”, que es la primera luna llena de octubre. "También es la última luna llena antes de que comience la temporada de frío, y ocurre mientras los animales están más gordos por la abundancia del verano. Los pueblos nativos de Norteamérica utilizaban esta luna para cazar y acumular mucha carne para el invierno", profundiza.
Según agrega el especialista, otro ejemplo es la llamada “Luna del Cazador”, que es la primera luna llena de octubre. "También es la última luna llena antes de que comience la temporada de frío, y ocurre mientras los animales están más gordos por la abundancia del verano. Los pueblos nativos de Norteamérica utilizaban esta luna para cazar y acumular mucha carne para el invierno", profundiza.
¿Cuál es el mejor día para ver a Mercurio?
También en junio, al amanecer del día 16, se podrá observar Mercurio, "el más difícil de los planetas para ver", según Dias da Costa. "De los planetas visibles a simple vista que se conocen desde la antigüedad, Mercurio es el más complicado de ver porque está muy cerca del Sol, lo que oscurece su visión", agrega.
El 16 de junio, sin embargo, Mercurio estará a la máxima distancia angular posible del Sol, es decir, la más alejada de la estrella, lo que permitirá una mejor observación. "A los que les gusta observar los planetas es una buena oportunidad", destacó el astrofísico.
Cómo encontrar Mercurio en el cielo
El planeta puede verse momentos antes de la salida del Sol, hacia el este, explica Dias da Costa. "Pero su brillo no es tan intenso: parecerá una estrella débil", dice el astrofísico, quien recomienda el uso de apps que ayudan a localizar cuerpos celestes en el cielo nocturno para identificarlo.
Además de Mercurio, los planetas Marte, Júpiter y Saturno también serán visibles al amanecer. "Hace poco tuvimos una conjunción planetaria, por lo que algunos de los planetas visibles a simple vista siguen estando cerca, lo que facilita la visión".
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La llegada del solsticio de invierno
Por último, el día 21 tendrá lugar el solsticio de invierno en el hemisferio sur (y el de verano en el norte del planeta). Ocurre siempre dos veces al año, en los meses de junio y diciembre, y es el fenómeno astronómico en el que el Sol alcanza el punto de mayor inclinación respecto al Ecuador celeste (proyección del Ecuador terrestre en el espacio).
Según Dias da Costa, esto ocurre debido a la combinación de la órbita de la Tierra y el ángulo en relación con el Sol. "Cada seis meses, uno de los polos de la Tierra se enfrenta al Sol, lo que provoca una diferencia en la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio", explica.
Este fenómeno es también el que determina las estaciones en cada mitad del planeta. "Además de los solsticios, que marcan el verano y el invierno, también tenemos los equinoccios, que se producen cuando la luz del sol llega a ambos hemisferios aproximadamente en la misma cantidad y determina el comienzo de la primavera y el otoño".
Por su parte, en su plataforma web, NASA explica que la inclinación del eje de la Tierra causa las estaciones. “A lo largo del año, distintas partes de la Tierra reciben los rayos del Sol directamente. Así que cuando el polo norte se inclina hacia el Sol, es verano en el hemisferio norte y, cuando el polo sur se inclina hacia el Sol, es invierno en el hemisferio norte”, concluye.
Solsticio: un conocimiento ancestral
"La observación de los solsticios y equinoccios era la forma en que los antiguos determinaban el comienzo y el final de las estaciones. Toda nuestra idea del calendario y de la duración de un año solar se basa en estos hitos físicos", explica el brasileño.
Tal como agrega el astrofísico, si la humanidad hubiera determinado la duración de un año sólo por el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del Sol, las estaciones "caminarían" a lo largo del año, ocurriendo en diferentes momentos. Esto se debe a que el eje de rotación de la Tierra, que "se tambalea como una peonza", según el profesor, cambia cada 26.000 años, alterando la posición de la órbita en la que se producen los solsticios y equinoccios.
"El calendario se creó por razones prácticas, para que la gente supiera cuándo plantar, cuándo cosechar, cuándo llevar el ganado del lugar caliente al lugar frío y viceversa. Por eso es esencial que siga el ciclo de las estaciones", dice.
Cómo ver el solsticio
Para los interesados en observar el solsticio, el profesor ofrece un buen consejo: el día 21, "con un gnomon (o nomon), que puede ser cualquier objeto que sirva de varilla vertical para proyectar una sombra, como un reloj de sol, observa la variación de la sombra a lo largo del día. La menor longitud de sombra que se pueda medir ese día será la sombra mínima más larga posible para ese lugar del mundo", enseña Dias da Costa. "En el solsticio de verano sería lo contrario. La sombra más corta del día será la más corta posible".
Para este experimento, sólo se necesita un objeto que sirva de varilla (como un lápiz), un lugar plano para colocarlo en vertical y la luz del día. "Con un poco de tiza se puede seguir dibujando un reloj de sol en el suelo y casi jugar a la astronomía", concluye.