Cómo afecta a nuestro cerebro el hábito de la lectura
Los estudios señalan que la lectura puede ser una forma de proteger la mente contra la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Un hombre le enseña a sus nietas a leer. La lectura, por implicar imaginación, mentalización, anticipación y aprendizaje, funciona como un ejercicio para el cerebro humano.
Al igual que el cuerpo necesita actividad física para mantenerse sano, el cerebro también se beneficia del ejercicio. Según los especialistas, el hábito de la lectura puede ser un estímulo que mejore la calidad de la salud mental.
"La lectura, al implicar imaginación, mentalización, anticipación y aprendizaje, funciona como un 'ejercicio' para el cerebro humano. Aunque no sea un músculo, nuestro cerebro necesita ser estimulado", afirma Augusto Buchweitz, investigador del Instituto do Cérebro (InsCer), en una entrevista a la Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul (Pucrs), de Brasil, publicada en el sitio web de la institución.
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La lectura favorece un envejecimiento saludable
Los estudios demuestran que la lectura puede ser una forma de proteger la mente contra la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Esto se debe a que, según el texto de la Pucrs, la lectura mejora la función cerebral, lo que retrasa la aparición de los síntomas de enfermedades como la demencia y el Alzheimer.
El artículo científico Reading activity prevents long-term decline in cognitive function in the elderly: evidence from a longitudinal study (La lectura previene el deterioro a largo plazo de la función cognitiva en las personas mayores: datos de un estudio longitudinal, en español) publicado en 2020 en la revista International Psychogeriatrics, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), afirma que la lectura protege la función cognitiva del cerebro durante la vejez. El estudio siguió a más de 1900 personas mayores de 60 años durante 14 años.
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La conclusión del estudio es que las actividades de lectura frecuentes, de al menos una vez a la semana, suponen un menor riesgo de deterioro cognitivo para los adultos mayores, independientemente de su nivel educativo.
Las pruebas apuntan a la lectura como forma de tener un envejecimiento saludable, ya que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mantener la función cognitiva es importante para una vejez con mayores índices de satisfacción vital y bienestar.