En qué consiste la colonoscopia: el estudio clave para detectar el cáncer de colon
Es un procedimiento eficaz con pocos riesgos y practicarlo puede salvar vidas.
Grabado del libro Elementa Physiologiae Corporis Humani, de Albrecht von Haller. La colonoscopia supuso una revolución en el tratamiento de las enfermedades del tubo digestivo
El cáncer colorrectal se refiere tanto al cáncer de colon como al de recto, indica Fight Colorectal Cancer (Fight CRC), una organización de defensa y empoderamiento de los pacientes en los Estados Unidos que proporciona información sobre esta enfermedad.
Qué es el cáncer colorrectal y cuál es su incidencia
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 se detectaron 1.93 millones de nuevos casos y es uno de los tipos de cáncer más comunes a pesar de que existen técnicas de detección eficaces que podrían reducir el número de muertes por esta enfermedad.
Sucede cuando las células en el colon (una porción del intestino grueso) o el recto (el canal que conecta el colon con el ano) se multiplican sin control, explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Algunas veces los crecimientos de tejido anómalo (o pólipos) se forman en el colon o el recto. Con el tiempo, algunos pólipos pueden convertirse en cáncer, explican los centros estadounidenses.
Además, destacan que “las pruebas de detección pueden descubrir pólipos con el fin de que se extirpen antes de que se conviertan en cáncer. De esta manera, se puede prevenir el cáncer colorrectal”. A su vez, la detección sirve para encontrar cáncer colorrectal en un estadio temprano, cuando el tratamiento es más eficaz.
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Qué es la colonoscopia
Una colonoscopia es un procedimiento médico eficaz con pocos riesgos que permite examinar visualmente todo el colon y el recto a fin de evaluar su estado. Se realiza con un endoscopio, que es un tubo flexible con una luz y una cámara en el extremo, y se conecta a un monitor de video, explica Fight Colorectal Cancer.
Según indica esta organización, la mayoría de los pacientes están sedados durante la colonoscopia. Antes del procedimiento (generalmente el día anterior) se le suele pedir a la persona que siga una dieta específica y tome una preparación intestinal para vaciar el colon y el recto a fin de que la prueba sea eficiente.
Esta práctica permite a los profesionales tomar fotos del colon y lo que allí se encuentra. En caso de encontrar un pólipo, suelen extraerlo para poder examinarlo. En caso de sangrado, lo pueden cauterizar (sellar la hemorragia quemándola) o suturar (colocando un pequeño clip de metal sobre el sitio que luego se cae solo).
La colonoscopia se realiza en centros médicos y se considera un procedimiento ambulatorio. En promedio toma entre 15 y 45 minutos, aunque lo mejor es consultar con el médico para poder estimar el tiempo total para el registro, los pasos previos, el procedimiento y la recuperación, indica la organización sobre el cáncer de colon y recto.
Luego del procedimiento el sedante puede permanecer en el cuerpo, por lo que comúnmente se sugiere a los pacientes no conducir, trabajar, tomar decisiones importantes o beber alcohol después de la práctica.
Por último, la organización Fight Colorectal Cancer destaca que si bien cada procedimiento médico conlleva riesgos, la colonoscopia es un procedimiento seguro. “No hacerse la prueba de detección del cáncer colorrectal pone en mayor riesgo al paciente”, advierte.
Asimismo, la organización aclara que, en caso de no poder someterse a una colonoscopia, existen otras opciones de detección (por ejemplo la prueba inmunoquímica fecal o la colonoscopia virtual). No obstante, es preciso consultar con un profesional ante cualquier duda.