La OMS advierte que debemos prepararnos para una próxima pandemia
El pasado 5 de mayo, la Organización Mundial de la Salud declaró el fin de la emergencia sanitaria mundial contra el COVID-19. No obstante, insiste en que los países deben disponer medidas para responder a futuras pandemias y otras amenazas.
Una monja espera en una larga cola para asistir a misa.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la 76° informe a la Asamblea Mundial de la Salud (órgano de toma de decisiones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pronunció que “el final del coronavirus como emergencia sanitaria no es el final del mismo como amenaza mundial para la salud”.
El riesgo de que surja otra variante que provoque nuevas oleadas de enfermedades y muertes aún permanece activo, al igual que la posibilidad de que se desarrolle otro patógeno con un potencial aún más letal, sentenció el investigador etíope durante su discurso ante la ONU.
Las pandemias no son la única amenaza que enfrenta la humanidad actualmente, por lo que resulta indispensable establecer mecanismos globales efectivos para hacer frente a emergencias de cualquier índole.
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Qué medidas aconseja la OMS
Adhanom Ghebreyesus explicó que el impacto de la COVID-19 tuvo implicancias significativas en los objetivos de salud definidos en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Entre ellos, garantizar la cobertura médica de salud universal a mil millones de personas alrededor del mundo ante emergencias sanitarias, bienestar y un mejor estado de salud.
“Cuando la próxima pandemia toque la puerta, y lo hará, debemos estar preparados para responder de manera decisiva, colectiva y equitativa ”
Sin embargo, el investigador destacó varios logros en el último año en relación a las llamadas “cinco P”: promover, promocionar, proteger, potenciar y actuar en pos de la salud. Entre 2017 y 2022, 133 gobiernos nacionales aumentaron o introdujeron un nuevo impuesto sobre productos nocivos para la salud, como el tabaco y las bebidas azucaradas.
Además, existe un progreso “alentador”, en palabras del director de la OMS, en la eliminación de grasas trans producidas de forma industrial en el suministro mundial de alimentos, como así también la reducción del consumo de sal el cual es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.