Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando nos enamoramos
Algunas sustancias conocidas como las "hormonas del amor" provocan reacciones físicas relacionadas con la sensación de estar enamorado.
Un hombre se gana la vida vendiendo globos.
¿Has oído alguna vez la expresión "mal de amores"? Aunque la medicina no considera que el amor sea una enfermedad, a menudo los enamorados lo describen como tal, experimentando síntomas como corazón acelerado, respiración entrecortada, palmas de las manos sudorosas y las famosas "mariposas en el estómago".
Resulta que, por mucho que no esté demostrado que el amor pueda enfermar a alguien, afecta al cuerpo humano de diversas maneras, alterando su química.
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Qué puede provocar el amor en el cuerpo
Según Richard Schwartz, profesor asociado de psiquiatría en la Harvard Medical School (HMS) de Estados Unidos, uno de los primeros efectos del enamoramiento es el aumento del cortisol, la hormona del estrés.
"Los niveles de cortisol aumentan durante la fase inicial del amor romántico, preparando a nuestro cuerpo para afrontar la 'crisis'", afirma el médico en un artículo publicado por Harvard titulado "El amor en el cerebro".
Como el cortisol actúa como regulador del estado de ánimo, la tensión arterial y la cantidad de azúcar en la sangre, es el aumento de esta hormona lo que nos hace sentir los "síntomas de la pasión", como el corazón acelerado.
A medida que aumenta la hormona del estrés, disminuyen los niveles del neurotransmisor serotonina. Y los niveles bajos de serotonina precipitan comportamientos obsesivo-compulsivos asociados al enamoramiento, lo que Schwartz describe como "pensamientos invasivos, obsesivos y aterradores de amor precoz".
El amor genera una sensación de bienestar
El doctor de Harvard, que lleva años estudiando el efecto del amor en el cuerpo humano, afirma que estar enamorado también libera altos niveles de dopamina, una sustancia química que activa el sistema de recompensa del cerebro.
La hormona, producida por el hipotálamo, se libera cuando uno realiza actividades que le hacen sentirse bien, entre las que se pueden incluir pasar tiempo con los seres queridos, el sexo e incluso ciertas adicciones.
Según el mismo artículo de la universidad estadounidense, la dopamina contribuye a hacer del amor una experiencia placentera similar a la euforia asociada al consumo de cocaína o alcohol.
Esto se debe a que, según otro material publicado por la Facultad de Medicina de Harvard titulado "Love, really: the science behind lust, attraction and companionship", la atracción hacia alguien libera altos niveles de dopamina y noradrenalina.
Estas sustancias nos ponen eufóricos, enérgicos y felices, e incluso pueden disminuir el apetito y provocar insomnio, lo que significa que puedes estar tan "enamorado" que no puedas comer ni dormir.
Cuáles son las etapas del amor
Como la luna, Schwartz explica en el artículo que el amor tiene sus fases. Si la fase inicial del amor romántico es obsesiva e incontrolada, durante el primer año de la relación los niveles de serotonina vuelven gradualmente a la normalidad, y los aspectos "estúpidos" del estado se moderan.
A este periodo, según el artículo de Harvard, le sigue un aumento de la oxitocina, también conocida como la hormona del amor, un neurotransmisor asociado a una forma de amor más tranquila y madura. Esta sustancia provoca sentimientos de satisfacción, tranquilidad y seguridad, generalmente asociados al vínculo entre la pareja.
"La oxitocina ayuda a fortalecer los lazos afectivos, refuerza la función inmunitaria y empieza a conferir los beneficios para la salud que se observan en las parejas casadas, que tienden a vivir más tiempo, a sufrir menos infartos y derrames cerebrales, a estar menos deprimidas y a tener mayores tasas de supervivencia a intervenciones quirúrgicas mayores y al cáncer", afirma el doctor en el artículo de Harvard.
Por qué "el amor es ciego", lo que explica la ciencia
También según el artículo "Love in the Brain", además de los sentimientos positivos que aporta el romance, el amor también desactiva la vía neuronal responsable de las emociones negativas, como el miedo y el juicio social.
Cuando nos involucramos en el amor romántico, el mecanismo neural responsable de hacer evaluaciones críticas de otras personas, incluidas las evaluaciones de aquellos con los que estamos involucrados románticamente, se apaga. "Esta es la base neuronal de la antigua sabiduría de que 'el amor es ciego'", afirma Schwartz.