Por qué no es recomendable comer mucho antes de dormir
El descanso representa entre un cuarto y un tercio del total de la vida de un ser humano. Es una necesidad fisiológica esencial para garantizar una vida sana tanto en cuerpo como mente.
Pizza con tomates, hinojo y anchoas.
Una cena excesiva en carbohidratos, grasas, azúcares o cafeína antes de dormir ocasiona una serie de dolencias y malestares en el sistema digestivo de las personas. Con ello, se interrumpe el buen descanso, indica un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) publicado en enero de 2023.
“Así de esencial como complejo es el sueño en la salud humana”, dice Rafael Santana Miranda, responsable médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la universidad. Cenar comidas pesadas puede perturbar el descanso de las personas, llegando a padecer incluso pesadillas que despiertan a las personas de forma repentina.
(Relacionado: ¿Existe un “horario mágico” para irse a dormir?)
Qué efectos genera una cena pesada antes de dormir
Una pesadilla es tan solo uno de tantos efectos adversos que podría ocasionar cenar comidas “pesadas” antes de dormir, asegura el profesional de la salud.
Otros síntomas que pueden aparecer luego de cenar comidas abundantes son el reflujo y la indigestión (malestar estomacal y molestias en el abdomen).
Por eso, el artículo de la entidad mexicana sugiere evitar comidas excesivas en carbohidratos, grasas y azúcares e incluso la ingesta de café por la noche.
Esa bebida contiene cafeína, una de las drogas de la clase metilxantina más utilizadas en el mundo, según un estudio del año 2022 publicado por el Instituto Nacional de Medicina (NIH, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos. La cafeína, entre otros efectos, alivia la somnolencia.
Cuántas horas de digestión se requieren antes de ir a dormir
Un artículo de la Escuela de Medicina John Hopkins explica que dormir representa entre un cuarto y un tercio de la vida humana, siendo así uno de los momentos más importantes para el cuerpo como la mente humana.
Por consiguiente, tanto la universidad de México como una investigación de NIH del año 2020 titulada ¿Influye la proximidad de las comidas a la hora de acostarse en el sueño de los adultos jóvenes? coinciden en que se necesitan entre 2 y 3 horas de espera entre la cena y el momento de acostarse para descansar sin que el descanso se perturbe.
El horario de la cena puede variar considerablemente debido a las exigencias del trabajo y al estilo de vida de cada persona. Aunque evitar la cena antes de dormir es una práctica “ampliamente aceptada”, la investigación del NIH aclara que evitar las comidas cercanas a la hora de acostarse también funciona para mejorar la higiene del sueño.
El estudio, que se llevó a cabo con un total de 793 participantes de entre 18 y 29 años, argumenta que “las comidas con un alto índice glucémico, ingeridas 4 horas antes de acostarse, promueve el inicio del sueño de manera más efectiva que la misma comida ingerida con 1 hora de anticipación a dormir”.
Si bien el horario de las comidas es un factor de riesgo potencial para los despertares nocturnos y la mala calidad del descanso, no es el único aspecto que influye.
Los investigadores estadounidenses concluyen que otros factores, como el consumo de cigarrillos, cafeína y alcohol, sumados a una mala alimentación (consumo de alimentos procesados y grasas saturadas) también contribuyen a desregularizar el ciclo vital del sueño e impactar en los resultados.