El ozono troposférico está empeorando: esto es lo que significa para tu salud
El aumento del ozono troposférico provocado por el cambio climático incrementa las probabilidades de sufrir problemas respiratorios: las personas con asma, enfisema o bronquitis crónica están especialmente expuestas.
Las luces del atardecer brillan mientras una inversión térmica atrapa y llena el valle de Salt Lake, Utah (Estados Unidos) de una espesa niebla tóxica, uno de cuyos componentes es el ozono. Durante una inversión térmica, el aire frío, cargado de contaminantes procedentes de los vehículos, la combustión de madera y la industria, queda atrapado cerca del suelo bajo una capa de aire más cálido, lo que provoca una mala calidad del aire.
Actualmente, según los expertos, se está produciendo una “penalización climática”, ya que el cambio climático está empeorando un aspecto clave de la calidad del aire: el ozono superficial.
Tiempo atrás, las emisiones de las chimeneas de las fábricas y el humo negro que salía de los tubos de escape de los coches de gran cilindrada hicieron que el aire fuera inseguro en algunas partes de Estados Unidos antes de que la legislación aprobada en los años 1960 y en las décadas siguientes ayudara a invertir la tendencia.
Pero ahora el ozono superficial preocupa a los expertos, ya que es especialmente perjudicial para el sistema respiratorio, ya que daña las vías respiratorias y hace que los pulmones sean susceptibles a las infecciones.
(También podría interesarte: Ciudades esponja en China y el resto del mundo: descubre dónde existen estas metrópolis inteligentes)
Según un informe publicado en febrero por la empresa de investigación First Street, dentro de 30 años la calidad del aire en Estados Unidos será similar a la de principios de la década de 2000, en lugar del aire mejor que tenemos hoy.
Las causas del aire viciado son el aumento del ozono debido a las temperaturas más cálidas y los incendios forestales provocados por el clima, cuya frecuencia y gravedad se prevé que aumenten. (El humo de estos incendios aumenta las diminutas partículas inhalables conocidas como PM2.5).
Ambos fenómenos provocarán más días de aire insalubre.
(Contenido relacionado: ¿Tenemos que prepararnos para un futuro de cielos anaranjados?)
Según el informe de First Street, a medida que el ozono superficial empeore, más de 400 condados de Estados Unidos que actualmente no sufren días de mala calidad del aire los sufrirán en los próximos años.
Las olas de calor (que ya son tres veces más frecuentes y duran más que en décadas pasadas) son especialmente propicias a los molestos picos de ozono.
“Cuando hay altas temperaturas, mucho sol y aire estancado (lo que es habitual durante una ola de calor), se produce la receta perfecta para crear ozono en la superficie”, explica Loretta Mickley, investigadora principal sobre interacciones entre química y clima de la Universidad de Harvard.
Según un estudio del que Mickley es coautora, en 2050 se habrán duplicado los días de alerta por ozono en algunas zonas del país, a veces hasta nueve al año.
Incluso ahora, el ozono está empeorando la calidad del aire en algunos lugares, asegura Jeremy Porter, científico especializado en implicaciones climáticas de First Street. “Esto casi siempre está relacionado con el cambio climático”, sostiene. (El sitio web Risk Factor de la organización cuantifica el riesgo de calidad del aire, junto con el de inundaciones, incendios y otros peligros relacionados con el clima, para propiedades individuales de todo el país).
El gobierno estadounidense también destaca el papel del ozono en su Quinta Evaluación Nacional del Clima, publicada el pasado otoño. El ozono es una de las razones por las que “se prevé que el cambio climático empeore la calidad del aire en muchas regiones, perjudicando la salud humana”, detalla el informe.
(Lee más: El cambio climático aumenta los casos de enfermedades como el dengue y el chikungunya)
El calor desempeña un papel fundamental sobre el ozono troposférico
El ozono troposférico es un gas incoloro que se forma cuando una mezcla de compuestos orgánicos volátiles precursores y óxidos de nitrógeno interactúa con la luz solar. Aunque algunos de estos precursores son emitidos de forma natural por árboles y suelos, muchos proceden de la actividad humana, especialmente vehículos, centrales eléctricas, calderas industriales, refinerías y plantas químicas.
El ozono está relacionado con el clima porque la temperatura del aire es un factor meteorológico importante para su formación. “Las temperaturas más cálidas permiten que las sustancias químicas se combinen y produzcan ozono”, explica Porter. El aumento general hace que haya más días al año en los que los niveles de ozono pueden ser elevados, así como más picos a corto plazo.
El informe de la Evaluación Nacional del Clima predice que los episodios graves de ozono serán más frecuentes en el noreste estadounidense y California, mientras que el ozono durante todo el año aumentará más en el medio oeste y el noreste. First Street también cree que las zonas de las Grandes Llanuras, el sur profundo y la costa del Golfo (en Estados Unidos) se están convirtiendo en lugares propicios para los problemas atmosféricos durante todo el año.
Según la evaluación nacional, las comunidades minoritarias y de bajos ingresos corren especial peligro porque suelen estar más cerca de las fábricas y refinerías de petróleo que emiten muchos precursores químicos.
“Todo el mundo debe prestar más atención al ozono”, recomienda Jeffrey Yanosky, investigador del Instituto de Energía y Medio Ambiente de la Universidad Estatal de Pensilvania. “Mucha gente ignora en gran medida la existencia de sustancias potencialmente peligrosas en la atmósfera y que los niveles de esas sustancias pueden estar aumentando”.
Los asmáticos son los más afectados por el ozono troposférico
El ozono, un compuesto formado por tres átomos de oxígeno, también puede formarse en la estratosfera, donde desempeña una función protectora porque absorbe un tipo de radiación ultravioleta (UVB) que causa cáncer de piel y daña la vida marina.
La preocupación aumentó en la década de 1980, cuando los científicos se dieron cuenta de que la capa de ozono sobre la Antártida se había adelgazado (lo que se conoce como agujero de ozono) y permitía el paso de radiaciones nocivas.
Esto condujo a un acuerdo internacional, el Protocolo de Montreal, para eliminar progresivamente las sustancias químicas que dañan la capa de ozono estratosférico, como los clorofluorocarbonos.
Pero mientras que el ozono estratosférico es protector, los altos niveles de ozono troposférico son perjudiciales para la vegetación, los animales y las personas, razón por la cual la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos lo califica de “contaminante atmosférico nocivo”.
(Ver también: Calentamiento global: ¿Qué es la era de la ebullición?)
El ozono troposférico es especialmente perjudicial para el sistema respiratorio. Daña las vías respiratorias y hace que los pulmones sean susceptibles de infección, y muchas personas declaran tos o picor de garganta, y dolor al respirar.
Estos efectos pueden producirse incluso en personas que gozan de buena salud. Yanosky recuerda haber montado en bicicleta en Sacramento un día en que los niveles de ozono eran elevados y haber sentido ardor en la garganta y el pecho durante el trayecto.
Las personas con asma, enfisema o bronquitis crónica corren un riesgo especial. Según la EPA, las muertes por enfermedades respiratorias son más frecuentes en zonas con altos niveles de ozono.
Margarita Torres, coordinadora de educación médica de 50 años en Homestead (Florida), padece asma desde la infancia. Está cada vez más preocupada por cómo el clima más cálido del sur de Florida y las olas de calor más frecuentes probablemente exacerbarán los niveles locales de ozono y su enfermedad.
“Con la primavera y los veranos más largos y calurosos, me preocupa cómo seguirá afectando el cambio climático a mi asma”, admite Torres. “¿Qué le va a pasar a una persona como yo?”.
Los avances en materia de salud pregonados por la EPA (producto de décadas de normativas que hacen que el aire sea más limpio) incluyen la prevención de más de 100 000 ingresos hospitalarios y millones de jornadas laborales y escolares perdidas en los últimos 50 años. Estos avances corren ahora el riesgo de revertirse, advierte Porter.
Algunos árboles, como los pinos ponderosa y blanco, los cerezos negros y los alisos rojos, también resultan dañados fácilmente por el exceso de ozono superficial.
Invertir la tendencia: cómo evitar el ozono troposférico
La conversión de muchos vehículos de gasolina a eléctricos será especialmente importante para mejorar la calidad del aire. Los estudios demuestran que, en muchas ciudades, los mayores responsables de los altos niveles de ozono son los coches y los camiones.
(Más sobre medio ambiente: Los impactantes beneficios que generan las bicicletas eléctricas en la salud y el medio ambiente)
Otras medidas que limitan las emisiones de gases de efecto invernadero que alimentan el cambio climático también son cruciales para reducir el aire contaminado, como el cambio a energías renovables y el fomento de la reducción del metano en la agricultura y la extracción de gas natural.
Los ciudadanos pueden hacer un seguimiento del nivel de ozono (así como de PM2,5) en su comunidad en el sitio web de la EPA, AirNow. Cuando el nivel de ozono es alto, la EPA recomienda permanecer en el interior el mayor tiempo posible.
Si tienes que salir durante un pico de ozono, la EPA aconseja utilizar el transporte público en lugar del coche, o al menos limitar el ralentí del motor del coche para reducir la cantidad de compuestos orgánicos volátiles emitidos. También es aconsejable evitar el uso de productos químicos domésticos o de jardinería que se evaporan en el aire y pueden generar ozono superficial adicional.
“Gran parte de lo que ocurrirá en el futuro depende de nuestro enfoque de las emisiones de los precursores humanos”, reconoce Mickley. “En el futuro podremos elegir lo que veamos”.