Por qué el pelo es rubio, castaño o negro: la ciencia explica sus motivos
Con el tiempo las fibras se vuelven grises, pero eso varía entre las personas, al igual que la cantidad de pigmento que da color al cabello.
Una modelo se peina durante la Semana de la Moda de París, Francia.
El color del pelo puede variar entre personas: desde el rubio, pasando por el castaño y el rojo, hasta el negro. Esa tonalidad está determinada por la cantidad y el tipo de un pigmento llamado melanina (la proteína que da color al pelo y la piel) el cual, a su vez, está determinado por muchos genes aunque se sabe poco sobre la mayoría de ellos, explica la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.
Cuando una persona tiene gran cantidad de un tipo de melanina llamada eumelanina, su cabello es de color negro. Si tiene una cantidad moderada, entonces probablemente su cabellera sea castaña. Y, si tiene poca eumelanina, su pelo posiblemente sea rubio.
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En cambio, la abundancia de otro pigmento llamado feomelanina determina que las personas sean pelirrojas, señala la Biblioteca estadounidense.
El organismo agrega que la mayoría de las personas, más del 90% de la población mundial, tienen cabello castaño o negro.
¿Puede cambiar el color del pelo con el tiempo?
De acuerdo con la NLM, la tonalidad del cabello puede cambiar. Según explica, en las personas de ascendencia europea el cabello claro puede oscurecerse a medida que envejecen. Por ejemplo, algunos niños rubios tienen el cabello más oscuro al llegar a la adolescencia. Los investigadores piensan que ciertas proteínas del pigmento del cabello se activan a medida que los niños crecen, quizás en respuesta a cambios hormonales que ocurren cerca de la pubertad.
A su vez, casi todos los tipos de cabello se vuelven canosos con el tiempo, pero el momento y la medida en que esto ocurre es variable. Según la Escuela de Medicina de Harvard (HMS, por sus siglas en inglés), los folículos pilosos producen menos color a medida que envejecen. Generalmente estas fibras grisáceas suelen crecer a partir de los 35 años, pero la genética puede determinar cuándo comienzan a aparecer.
Además, el estrés puede provocar canas dado que desencadena una condición llamada efluvio telógeno que hace que el cabello se caiga tres veces más rápido de lo normal. Como consecuencia, de que el pelo se regenere más rápido es posible que crezca gris.