El veneno de la araña cangrejo puede combatir las células cancerosas, según un estudio
Estudios recientes de dos organizaciones científicas brasileñas han descubierto que una molécula del veneno de la araña cangrejo tiene potencial para tratar el cáncer.
Peligrosa y temida por su veneno, una especie de araña cangrejo (llamada Vitalius wacketi) se ha convertido en el centro de importantes investigaciones sobre la lucha contra el cáncer en Brasil.
Originario del país y fácil de encontrar en la costa del estado de San Paulo, el arácnido pertenece a la familia Theraphosidae (de donde provienen las tarántulas), según explica Animal Diversity Web (ADW), la enciclopedia en línea del Museo de Zoología de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos.
Esta especie de araña ha sido investigada por dos importantes organizaciones de investigación científica de Brasil (el Instituto Butantan (una institución gubernamental de São Paulo que lleva realizando investigaciones desde 1901) y la Sociedad Benéfica Israelita Brasileña Albert Einstein (que mantiene el Hospital Albert Einstein y también promueve la investigación científica), que unieron en un estudio que identificó una molécula con potencial para tratar el cáncer extraída del veneno de la araña cangrejo Vitalius wacketi mediante un proceso innovador.
National Geographic detalla cómo se llevó a cabo este proceso y lo que los investigadores han descubierto hasta ahora sobre esta sustancia presente en el veneno de la araña, que podría ayudar a combatir y tratar algunos tipos de cáncer.
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El bajo coste de sintetizar la toxina para utilizarla en la lucha contra las células cancerosas podría hacer más accesible este tratamiento en el futuro, en caso de ser aprobado.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio del veneno de la araña cangrejo?
El biólogo e investigador Pedro Ismael da Silva Junior (científico del Laboratorio de Toxinología Aplicada del Instituto Butantan) y su equipo, que investiga la síntesis de moléculas extraídas de la naturaleza para probar su potencial terapéutico, ya habían estado investigando la actividad biológica del veneno de la araña cangrejo.
En los últimos años, el laboratorio Butantan se ha asociado con el grupo Einstein, dirigido por el bioquímico y profesor Thomaz Rocha e Silva, para seguir analizando diversas toxinas extraídas de otras especies del género Vitalius, y la extraída de la araña Vitalius wacketi fue la que mostró los resultados más prometedores en la lucha contra el cáncer.
El equipo de Butantan sintetizó la sustancia del veneno en su laboratorio para obtener la molécula de poliamina, un tipo de toxina abundante en el veneno de Vitalius wacketi.
A continuación, se purificó en el laboratorio del grupo Einstein para eliminar posibles contaminantes y potenciar sus efectos. La purificación de la molécula fue posible gracias a una nueva técnica cromatográfica desarrollada por Thomaz en 2010 que es específica para las poliaminas.
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¿Cómo actúa la molécula del veneno de la araña cangrejo contra las células cancerosas?
Tras el proceso de síntesis y purificación, el equipo comprobó la capacidad de la molécula para combatir y matar células cancerígenas y fue capaz de eliminar células de leucemia en pruebas in vitro.
Según se indica en la web oficial de Butantan, uno de los grandes diferenciales del compuesto es que fue capaz de matar las células tumorales por apoptosis (muerte programada), en lugar de por necrosis.
Esto significa que la célula se autodestruye de forma controlada, sin provocar una reacción inflamatoria, a diferencia del mecanismo de la mayoría de los fármacos quimioterapéuticos disponibles en la actualidad.
La sustancia que tiene el potencial de combatir las células cancerosas se extrae del veneno de la araña cangrejo (Vitalius wacketi), una araña originaria de Brasil.
“La muerte por necrosis no está programada y la célula se colapsa, lo que provoca un importante estado de inflamación. En la apoptosis, la célula tumoral señala al sistema inmunitario que está muriendo para que éste pueda eliminar posteriormente los fragmentos celulares”, explicó el investigador Thomaz Rocha e Silva, responsable de probar la acción de la molécula contra el cáncer.
Thomaz Rocha también destacó que, como la nueva molécula es pequeña y el proceso de síntesis es mucho más sencillo y barato que el de otras sustancias existentes, esto podría facilitar el acceso a este producto en el futuro a precios más baratos en el mercado de fármacos.
Según informan los investigadores, el compuesto de la nueva molécula ha conseguido incluso eliminar células de leucemia resistentes a la quimioterapia.
El siguiente paso es probarlo en células de cáncer de pulmón y hueso. Además, se estudiará en células humanas sanas para confirmar que no presenta toxicidad, es decir, que es selectivo y sólo daña las células cancerosas.
El equipo ha patentado el proceso de obtención y producción de la nueva molécula y pretende obtener la licencia de la tecnología que ha descubierto para continuar con estudios y ensayos a mayor escala en animales y, en el futuro, en humanos.