Miedo extremo sin peligro real: qué son las fobias específicas y cuáles son las más comunes
Una mujer muestra a su tarántula mascota en una foto tomada en Ciudad de México. El miedo a las arañas, conocido como aracnofobia, es uno de los miedos extremos más comunes registrados por la ciencia.
Las fobias específicas se definen como un miedo extremo hacia objetos o situaciones que generalmente no representan un peligro real. Según Mayo Clinic, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, este tipo de terror puede generar gran ansiedad, llevando a las personas a evitar situaciones relacionadas con el objeto de su temor.
Esa entidad indica que, a diferencia de episodios de ansiedad temporales, como los que pueden surgir al hablar en público o presentar un examen, las fobias específicas pueden persistir a lo largo del tiempo. Sin intervención, pueden acompañar a una persona durante toda su vida.
Se trata de trastornos de ansiedad comunes y la mayor prevalencia ocurre en mujeres, indica Mayo Clinic. Las reacciones pueden ser tanto físicas como emocionales y afectar diversas áreas de la vida, incluidas las actividades laborales, académicas y sociales.
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Un guardabosques patrulla una zona protegida de Etiopía, observando las llanuras desde lo alto de una montaña. Su trabajo, sin embargo, no podría hacerlo alguien con un miedo irracional a las alturas, algo conocido como acrofobia.
Las fobias específicas más comunes
Este tipo de fobia puede manifestarse en relación con diferentes objetos o situaciones, y es frecuente que las personas tengan más de una. Entre las más extendidas sobre la población en general, Mayo Clinic menciona:
- Situaciones como viajar en avión, conducir, estar en espacios cerrados o asistir a la escuela.
- Elementos de la naturaleza como tormentas, alturas o la oscuridad.
- Animales e insectos como los perros, serpientes o arañas.
- Aspectos relacionados con la salud, tales como el miedo a la sangre, a las inyecciones o a las lesiones. También puede incluir el temor a agujas y procedimientos médicos.
También existen otras fuentes de miedo comunes, como el temor a atragantarse, a vomitar, a ruidos fuertes o incluso a los payasos.
Cada fobia específica recibe un nombre particular. La palabra "fobia" proviene del griego phobos, que significa miedo. Ejemplos de nombres son "acrofobia", que se refiere al temor a las alturas, y "claustrofobia", que alude al pavor a los espacios cerrados.
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El miedo a la sangre también figura entre las fobias más comunes citadas por Mayo Clinic. Este miedo hace que muchas personas no puedan donar sangre, por ejemplo, que es esencial para tratar enfermedades, realizar intervenciones quirúrgicas e incluso para realizar investigaciones y análisis clínicos.
Cuáles son los síntomas típicos de una fobia específica:
Entre los síntomas más comunes, que son transversales a las diversas fobias específicas, Mayo Clinic menciona:
- Miedo intenso y ansiedad al exponerse a la situación temida o al pensar en ella.
- Reconocimiento del miedo. A pesar de saber que sus miedos no son racionales ni tan graves como parecen, la persona no puede controlarlos.
- Incremento de la ansiedad conforme la situación o el objeto se aproxima, ya sea de manera temporal o física.
- Evasión, o sea, un esfuerzo constante por evitar el objeto o la situación, o enfrentarlos con niveles extremos de ansiedad.
- Dificultades en actividades diarias, que pueden verse afectadas por el miedo.
- Reacciones físicas como sudoración, palpitaciones, opresión en el pecho o dificultad para respirar.
- Sensaciones de malestar, tales como náuseas, mareos o desmayos, especialmente al ver sangre o heridas.
La entidad sobre salud aclara que no todas las sensaciones de miedo pueden considerarse una fobia, pero recomienda que, en caso de que “la ansiedad afecte de forma negativa tu desempeño en el trabajo, en la escuela o en las situaciones sociales, consulta al médico, otro profesional de atención médica o un profesional de salud mental”.