Los 4 secretos herbales para mantener la frescura durante el verano
Descubre cómo estas soluciones tradicionales pueden ayudarte a refrescarte durante los días más calurosos del verano.
La capilla de Saint Ferreol y los campos de lavanda de Viens, Francia, agosto de 2000).
A medida que se acercan los días más calurosos del verano en el hemisferio sur, lo mejor es relajarse un poco. Desde picaduras de insectos hasta tés refrescantes y baños fríos, estas hierbas te ayudarán a bajar la temperatura.
La hierba de limón seca se puede utilizar para preparar un refrescante té frío.
1. Hierba de limón
La hierba limón, o limoncillo, despierta los sentidos con su brillante sabor cítrico y su cálido aroma, que la hacen muy apreciada en la cocina herbal y la botica.
En Jamaica recibe el apodo de “hierba de la fiebre” porque se toma para refrescar el cuerpo y tratar el resfriado común. Sus fragantes componentes son diaforéticos, es decir, favorecen la sudoración. Refrescantes y reconstituyentes, las hojas de limoncillo levantan el ánimo de quienes sufren agotamiento emocional o físico. Añadidas a un baño caliente, aportan un aroma energizante y una energía de pura alegría.
Los jugosos tallos de las hojas también pueden machacarse o picarse para añadir un fragante sabor a limón a los platos de inspiración asiática.
También se utiliza en la medicina tradicional para una serie de dolencias domésticas comunes. Es un carminativo aromático capaz de aliviar los gases y la hinchazón. Una taza de té de hierba limón o un mordisco de sus hojas puede ser un remedio calmante para el malestar estomacal. Como antiespasmódico fiable, el té o la tintura de hierba limón también pueden aliviar los dolores menstruales.
La menta disipa el calor y puede prevenir las náuseas.
2. Menta
La menta es una hierba aromática refrescante. Para relajarte después de comer, toma una taza de té de menta.
La menta piperita tiene una energía atemperadora y enraizante. Combinada con la milenrama y la flor de saúco, forma parte de un trío herbal tradicional que se administra en infusión caliente para ayudar a aliviar la fiebre. En este caso, la menta actúa como diaforético, dispersando el calor y provocando un sudor relajante. Inhalar su vapor mentolado puede ayudar a disolver la flema en los pulmones y abrir los conductos sinusales.
La hierba puede prevenir las náuseas provocadas por la ingestión de alimentos pesados y grasos, y contiene compuestos que relajan el músculo liso del tracto digestivo, aliviando la hinchazón y permitiendo el paso del aire. La menta también puede relajar el estómago revuelto. En casos graves, se toman cápsulas de aceite esencial de menta con recubrimiento entérico como antiespasmódico para las afecciones dolorosas del intestino irritable.
(Galería de fotos: una travesía por el Valle de Guadalupe)
3. Madreselva
Las flores de madreselva tienen un efecto refrescante y antiinflamatorio.
La madreselva goza de una larga reputación en la medicina tradicional china para el tratamiento de la fiebre, el resfriado y la gripe, la neumonía y la bronquitis. Las investigaciones realizadas en Asia señalan el valor antiviral, antibacteriano y equilibrante del colesterol de la madreselva.
Las flores en forma de trompeta de esta hierba tienen un efecto refrescante y antiinflamatorio. La miel infusionada con flores de madreselva, tomada a cucharadas para la tos y el dolor de garganta, es una forma deliciosa de disfrutar de esta medicina para sentirse bien. En infusión puede utilizarse como lavado curativo para irritaciones, infecciones y erupciones cutáneas.
Una toalla empapada en este líquido frío puede aliviar el dolor de cabeza o calmar la piel sensible y quemada por el sol. Una bruma de esta infusión floral antivírica apacigua las dolorosas ampollas del herpes y las erupciones por herpes zóster.
4. Manzanilla
La manzanilla puede refrescar y reparar el cuerpo en infusiones y ungüentos.
La manzanilla tiene la extraordinaria capacidad de calmar, refrescar y reparar simultáneamente, ya sea en pomada o en infusión fría. El aspecto calmante reduce la irritación de las terminaciones nerviosas cuando señalan picores y molestias.
Aplicada tópicamente, disminuye los síntomas de enrojecimiento y picor de la piel asociados a afecciones como el eccema, la dermatitis seborreica, la psoriasis y la rosácea.
En caso de apuro, una bolsita de té de manzanilla húmeda puede utilizarse como compresa y aplicarse directamente sobre un punto dolorido o una erupción. Basta con sumergir la bolsita de té en agua caliente durante unos minutos para activar su potencial y disfrutar de una cómoda medicina al alcance de la mano.
También puedes tener un frasco de bálsamo de manzanilla al alcance de la mano. Aplícalo para obtener un alivio instantáneo de las picaduras de mosquito; minutos después, la molesta irritación quedará olvidada mientras la hierba ejerce su acción antiprurito.
Partes de este artículo han aparecido anteriormente en Herbal Remedies, de Mimi Prunella Hernandez. Copyright © 2023 National Geographic Partners, LLC.