Un planeta fue devorado por una estrella similar al Sol
Utilizando el telescopio Gemini Sur en Chile, operado por NOIRLab de NSF y AURA, un equipo de astrónomos observó la primera evidencia convincente de una estrella moribunda similar al Sol devorando un exoplaneta. La evidencia irrefutable de este evento quedó registrada en un estallido largo y de baja energía de la estrella, lo que corresponde a un signo revelador de un planeta rozando la superficie de una estrella. Este proceso nunca antes visto puede anunciar el destino final de la Tierra cuando nuestro propio Sol se acerque al final de su vida en unos cinco mil millones de años.
Este evento, que ocurre solo unas pocas veces al año en toda la galaxia, probablemente será el mismo destino que le espera a Mercurio, Venus y la Tierra cuando el Sol inicie su agonía en unos 5 mil millones de años y se apague por completo, dice el equipo de investigadores del Telescopio de Gemini Sur en Chile, operado por NOIRLab de NSF y el Observatorio AURA; a cargo del estudio.
Los resultados de la investigación llamada ZTF SLRN-2020 fueron obtenidos a partir de la captura de imágenes ópticas del Zwicky Transient Facility (ZTF por sus siglas en inglés): un complejo de cámaras con campos de visión amplios que estudia el cielo nocturno a través del escáner por sondas y que, de acuerdo con Ryan Lau, uno de los astrónomos de la investigación, “entrega una nueva perspectiva para encontrar y estudiar las miles de millones de estrellas en nuestra Vía Láctea que ya han devorado a sus planetas”.
En palabras de NOIRLab, el estallido que devoró al planeta arrojó resultados un tanto curiosos para investigar acerca de cómo ocurren estos eventos y cuál es su magnitud:
- La explosión duró aproximadamente 100 días terrestres
- El material expulsado corresponde a unas 33 masas terrestres de hidrógeno y unas 0.33 masas terrestres de polvo
- La estrella progenitora tiene entre 0.8 y 1.5 veces la masa del Sol
- El planeta sumergido tenía entre 1 y 10 veces la masa de Júpiter
Utilizando el telescopio Gemini Sur en Chile, operado por NOIRLab de NSF y AURA, un equipo de astrónomos observó la primera evidencia convincente de una estrella moribunda similar al Sol devorando un exoplaneta. Durante la mayor parte de su vida, las estrellas similares al Sol fusionan hidrógeno a helio en su núcleo denso y caliente, lo que le permite a la estrella contrarrestar el peso aplastante de sus capas exteriores. Cuando se agota el hidrógeno en el núcleo, la estrella comienza a fusionar helio en carbono y la fusión de hidrógeno migra a las capas externas de la estrella, lo que hace que se expandan y que estrellas similares al Sol se conviertan en una gigante roja.
Sin embargo, esta transformación es una pésima noticia para cualquier planeta que se encuentre en el sistema interno, porque cuando la estrella finalmente se expande para engullir a uno de sus planetas, su interacción podría desencadenar un espectacular estallido de energía y material. Este proceso también frenaría la velocidad orbital del planeta haciéndolo sumergirse en la estrella.
Por qué las estrellas se expanden
Cuando una estrella similar al Sol se acerca a su ciclo final de vida, se expande entre 100 a 1000 veces su tamaño y es capaz de engullir a todos los planetas más cercanos que la orbitan. Tal es el caso del Sol, cuyos planetas más cercanos son Mercurio, Venus y la Tierra.
Este tipo de estrellas fusionan hidrógeno en su núcleo denso y caliente, explica el artículo recientemente publicado por NOIRLab. Cuando este elemento se agota, el astro comienza a combustionar otros químicos a su disposición (helio y carbono) y la fusión remanente de hidrógeno se transporta hacia las capas exteriores, lo que provoca su expansión y la futura conversión hacia una estrella del tipo gigante roja.
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La importancia de la investigación, afirma NOIRLab, radica en que estos fenómenos espaciales pueden ser también confundidos con otro tipo de explosiones: llamaradas solares o eyecciones de masa coronal. Es por esto que “Gemini Sur proporcionó esta información esencial gracias a sus avanzadas capacidades de óptica adaptativa”, indican los resultados del estudio.