Cuál fue el origen de Mercurio, el primer planeta del Sistema Solar
La composición química de Mercurio sugiere que el planeta pudo haber estado en otro punto del Sistema Solar antes de acercarse al Sol.
Un mosaico de Mercurio iluminado por el Sol tomado por la nave espacial MESSENGER.
Mercurio es uno de los cuatro planetas rocosos que compone el Sistema Solar, junto con Venus, Tierra y Marte. De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés), su estructura interna está compuesta por un enorme núcleo de hierro y es uno de los planetas más pequeños de la galaxia (4 879 kilómetros de diámetro).
Este planeta es el más cercano al Sol. Según la ESA, Mercurio se ubica a 58 millones de kilómetros de la estrella, y es por esto que demora tan solo 88 días terrestres en girar alrededor de ella. Sin embargo, al planeta le toma 58 días girar sobre su propio eje. Cada dos años, Mercurio rota un total de tres veces.
Entre otras características propias del planeta, su cercanía con el Sol hace que la temperatura máxima alcance hasta los 450°C (Celsius) durante el día y -180°C por la noche. En los polos del planeta, donde más escasea la luz solar, puede haber algo de hielo de agua según la Agencia Espacial.
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¿Dónde se formó el planeta Mercurio?
La superficie de Mercurio se encuentra salpicada por cráteres, algunos de ellos tan profundos que permanecen ocultos a la luz del Sol y cuyas sombras registran las temperaturas más bajas del planeta.
Estos accidentes geográficos demuestran un pasado de actividad volcánica, alteraciones en su placa tectónica y un entorno espacial que condicionó su ubicación en el Sistema Solar. Un artículo publicado por la Agencia Espacial de Europa dice que Mercurio pudo haberse ubicado en otro lugar del Sistema Solar antes de que un impacto con otro objeto del espacio lo acercara al Sol.
Según los datos de la nave espacial Messenger de la NASA, que orbitó Mercurio entre 2011 y 2015, hay demasiado potasio en el planeta. El potasio (K) es un elemento químico volátil que, junto con el torio (Th) radiactivo, conforman dos de los elementos químicos que abundan en la superficie de Mercurio.
Siendo el potasio un elemento más volátil y que se evapora más fácilmente a comparación del torio, que resiste altas temperaturas; los científicos esperan más cantidad de torio en planetas cercanos al Sol. En Mercurio ocurre todo lo contrario: Tiene tanto potasio en su composición como Marte, el planeta vecino de la Tierra.
Por tal motivo, los científicos que analizaron la composición del planeta intuyen que Mercurio pudo haberse formado mucho más lejos del Sol, tan lejos como Marte (228 millones de kilómetros), y que haya sido empujado hacia las cercanías de la estrella a raíz de una colisión con otro cuerpo espacial.
La ESA indica que, a raíz del impacto que trasladó a Mercurio hacia el interior del Sistema Solar; el antiguo planeta pudo haber sido el misterioso cuerpo que se cree chocó contra la Tierra hace unos 4.500 millones de años. Esta colisión podría haber fragmentado una gran cantidad de escombros que condujeron más tarde a la formación de la Luna.
¿Por qué Mercurio es uno de los planetas más difíciles de explorar?
Mercurio es el planeta rocoso menos explorado del Sistema Solar debido en mayor medida a su distancia con el Sol y las extremadas condiciones climáticas que esto implica. Según la ESA, no fue hasta el año 2011 que la sonda Messenger de NASA fue enviada hasta su órbita por primera vez y, desde la Tierra, es muy difícil de observar debido a la deslumbrante luz del Sol.
El Telescopio Espacial Hubble es capaz de capturar imágenes de objetos tan distantes de la galaxia como sea posible. Es uno de los observatorios astronómicos más potentes de acuerdo con la Agencia Espacial Europea y, sin embargo, nunca tomó una fotografía de Mercurio por temor a que se dañe su óptica. Por este motivo, la ESA considera al planeta uno de los más difíciles de observar.
Por último, hay demasiado calor en Mercurio como para que distintas agencias espaciales se atrevan a enviar sondas y satélites a orbitar de cerca el planeta. Si bien las misiones Messenger y Mariner 10 de la NASA lograron acercarse entre 300 y 200 kilómetros de distancia al planeta, la ESA advierte que sus encuentros fueron breves y no permanecieron continuamente en las cercanías del calor de la región. La luz del Sol es tan intensa que representa diez veces la que existe en la Tierra.