Qué son y cómo se componen los anillos de Saturno
El espectacular sistema de anillos de Saturno fue descubierto hace más de 400 años y es una de las características más llamativas del planeta gaseoso.
En esta imagen retratada por el Telescopio Espacial Hubble, los anillos de Saturno, que fueron bautizados con las letras del abecedario, brillan.
Aunque no es el único planeta con anillos en el Sistema Solar, Saturno destaca entre todos los demás por los espléndidos aros que lo rodean, que se han convertido en una característica distintiva del sexto planeta desde el Sol. Desde que el astrónomo, ingeniero, matemático y físico italiano Galileo Galilei los descubrió en 1610, el mundo no ha dejado de maravillarse con ellos.
Desde entonces, los investigadores han estudiado los anillos de Saturno y, aunque todavía queda mucho por descubrir, la ciencia ha resuelto algunos misterios sobre ellos, como su composición.
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¿De qué están compuestos los anillos de Saturno?
La sonda espacial Voyager 2 obtuvo esta imagen de alta resolución de los anillos de Saturno el 22 de agosto de 1981, cuando la nave se encontraba a 4 millones de kilómetros de distancia. En ella se aprecian numerosos “radios” en el anillo B. Su aspecto afilado y estrecho sugiere tiempos de formación cortos, señala la NASA.
Se cree que los anillos de Saturno son trozos de cometas, asteroides o lunas destrozadas que se rompieron antes de llegar al planeta, “desgarrados por la poderosa gravedad del planeta”, explica la NASA. Están formados por millones de pequeños trozos de hielo y roca recubiertos de otros materiales, como polvo.
Las partículas que los componen varían en su tamaño, desde el de un grano de arena hasta el de una casa, aunque algunos trozos pueden ser tan grandes como una montaña, apunta la agencia espacial.
Según la fuente, la razón de que los anillos sean tan visibles y brillantes responde a que contienen mucho material helado que refleja la luz solar.
Esta imagen de la misión Cassini de la NASA muestra una región del anillo A de Saturno que los investigadores conocen por albergar cinturones de hélices. Aquí se observan varias hélices pequeñas (indicadas con un círculo), aproximadamente 10 veces más chicas que las hélices grandes y brillantes cuyas órbitas los científicos han rastreado rutinariamente (y que reciben apodos de aviadores famosos).
A su vez, estos anillos poseen “radios” descubiertos en la década de 1980 por la nave espacial Voyager. Se trata de rasgos radiales en forma de dedo, o de cuña, posiblemente formados por diminutas partículas de hielo que se elevan por encima de la superficie de los anillos y giran junto a ellos gracias a una carga electrostática. Esos radios pueden tener una longitud superior a 16 000 kilómetros (mayores al diámetro de la Tierra) y pueden aparecer y desaparecer con bastante rapidez.
Otra característica que los distingue son las hélices, perturbaciones de miles de kilómetros observadas por primera vez en 2006 por la nave espacial Cassini. Esas formaciones se producen por efecto de la influencia gravitatoria de pequeñas lunas (grumos de material anular de un kilómetro aproximadamente), que lanzan las partículas circundantes del anillo cientos de metros por encima y por debajo. Cuando esto ocurre, asegura la NASA, “las partículas del anillo se levantan de la misma forma que la estela de un barco en movimiento”.
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Cuáles son las características de los anillos de Saturno
Arriba, una foto tomada en 1980 por la sonda espacial Voyager 1 que muestra a Saturno. La franja negra dentro de los anillos es la División Cassini, que separa a los anillos A y B.
El sistema de anillos de Saturno se extiende hasta 282 000 kilómetros desde el planeta, aunque su altura vertical es baja. “Comparados con el tamaño de Saturno, los anillos son más planos que una hoja de papel”, ejemplifica la agencia espacial. Vistos de lado, son casi invisibles, y su delgadez y su inclinación hacia la Tierra explican por qué a veces desaparecen desde la perspectiva terrestre (como ocurrirá en 2025).
Reciben sus nombres de las letras del alfabeto latino siguiendo el orden en que fueron descubiertos. Así, los anillos principales se denominan C, B y A en orden ascendente desde el planeta, detalla la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
Entre los anillos A y B existe una separación considerable de unos unos 4700 kilómetros de ancho llamada “División Cassini” en honor al astrónomo italiano Jean-Dominique Cassini, que la descubrió en 1676, refiere la Agencia Espacial Europea.
Un dato curioso es que cada anillo orbita a una velocidad diferente alrededor de Saturno: los que se encuentran más cerca del planeta se mueven más rápido, mientras que los anillos externos tienen un movimiento más lento, completa un artículo publicado en el sitio web de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos).