Morro Ayuta: un ejemplo de conservación de tortugas marinas en México
En el marco de su última investigación junto a National Geographic, el explorador y biólogo marino Gustavo Hinojosa Arango relata el caso de una comunidad que cambió su rumbo en pos de recuperar a una especie en estado vulnerable: la tortuga golfina (Lepidochelys olivacea). Cuáles son los nuevos desafíos para su conservación.
Hace unos 30 años, en la playa de Morro Ayuta, ubicada en el estado de Oaxaca, en el sur del Pacífico mexicano, era normal ver como varias personas se dedicaban a buscar y saquear nidos de tortugas marinas. Según cuenta el biólogo marino y explorador de National Geographic Gustavo Hinojosa Arango, el consumo de estos animales y de sus huevos suele servir como “complemento alimenticio” o ser considerado como una “cura para enfermedades respiratorias”. Pero debido a la drástica disminución de las poblaciones de tortugas marinas, el gobierno mexicano declaró en 1990 una “veda total” que prohibe la caza, la extracción de sus huevos y cualquier tipo de consumo relacionado con el animal o productos derivados.
“Una de las personas más eficientes para encontrar nidos y extraer huevos era Isaac, habitante de El Coyul, una comunidad cercana a Playa Morro Ayuta. Él cae en la cárcel porque la policía lo detuvo con costales llenos de huevos de tortuga; los cuales vendía en mercado negro para obtener dinero para su familia”, relata Hinojosa. Al salir de prisión, Isaac se preguntaba a qué se dedicaría, ya que la extracción de huevos de tortuga había sido siempre su modo de ganarse la vida. Entonces, tal como cuenta el biólogo, la comunidad se organiza para ver cómo podían sacar un beneficio de las tortugas marinas, pero teniendo como objetivo el fomento de su conservación y cuidando el hábitat de anidación de las tortugas.
“De esa manera, deciden generar un pequeño centro ecoturístico que consiste en tres cabañas con techo de palma y una palapa para ofrecer alimentos, y que contó con el apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Isaac se vuelve la persona responsable de atender a quienes llegaran allí para ver el espectáculo de su anidación en masa, llamado arribada. Él se involucra y participa de la protección y el patrullaje de la playa”, cuenta Hinojosa. Con el tiempo más gente se empieza a involucrar; se suman escuelas y miembros de la sociedad civil para aunar esfuerzos en acciones de conservación.
Según cuenta Hinojosa, a partir de un trabajo coordinado de CostaSalvaje A.C. y CONANP, en abril de 2018, se le dio cierto nivel de protección a 15 kilómetros de playa mediante el decreto de Acuerdo de Destino de la Zona Federal Marítimo Terrestre. Sin embargo, “todavía queda trabajo por hacer, porque al no tener status de un Área Natural Protegida (ANP), sigue existiendo el riesgo de la caza furtiva de las tortugas al momento de anidar y la extracción de los huevos”.
El explorador de National Geographic reconoce que aún se puede ver cómo la gente llega con caballos o costales y empieza a extraer parte de los nidos, pero que no es tan excesivo como antes. También destaca que “una de las amenazas más graves en la actualidad es la proliferación de perros ferales que deambulan por las playas y extraen los huevos en cantidades importantes”.
“Anteriormente, Morro Ayuta y otras playas de la región eran relegadas como secundarias de anidación. Ahora, después de 15 años de trabajos de conservación, poco a poco, el número de tortugas que llegan a anidar y de nidos por temporada han ido incrementando. Esto se observa en los registros oficiales de la CONANP que ha trabajado de manera coordinada junto con la comunidad”, destaca Hinojosa. Y apunta que, durante la temporada de anidación de 2016, 2017 y 2018 se registraron poco más de 2 millones de nidos cada año. “Es un logro muy importante, ya que han aumentado alrededor de un 15 por ciento respecto a años anteriores”, agrega el biólogo.
¿Qué sucede más allá de la costa?
Actualmente, con la evidencia de un mayor número de tortugas anidando en la zona, surgen nuevos interrogantes: ¿Qué pasa cuando las tortugas están en el agua y no en las playas anidando? ¿Qué pasa con los machos durante el período de reproducción? ¿De qué se alimentan cuando visitan la zona? ¿Cuáles son las interacciones con los pescadores o derivadas de la presencia del turismo? Con un el apoyo de un grant de National Geographic, el explorador Hinojosa y su equipo realizaron recorridos mensuales en lancha frente a las playas de anidación para intentar contestarlas.
“Nuestro proyecto es el primero en la costa de Oaxaca que empieza a documentar la actividad de las tortugas en altamar, incluyendo aquellas zonas donde se alimentan. Isaac nos ayudó a localizar las tortugas en el mar, para posteriormente medirlas, pesarlas y determinar su sexo y obtener su contenido esofágico, a bordo de embarcaciones de pescadores”, cuenta el explorador. Dos de los objetivos del estudio eran determinar cuál era su dieta y ubicar sitios de alta densidad de tortugas que pueden ser importantes para su conservación. No solo exploraron la zona de Morro Ayuta, sino que también se estudiaron las áreas de Puerto Escondido, Puerto Ángel y Huatulco.
Interacciones en el mar
“Uno de los resultados más importantes de nuestra investigación fue observar como las tortugas se alimentan de manera activa de peces. En una de las fotos se aprecia a una tortuga que capturó a un barrilete, un pez que es familiar de los atunes y que forma parte importante de la pesquería de la región”, explica Hinojosa. “Antes se pensaba que las tortugas consumían peces muertos, medusas, algas, y algunas otras especies de organismos pequeños. Nuestro estudio empieza a documentar que son depredadores hábiles que capturan peces veloces, así como también moluscos y crustáceos, varios de ellos de importancia comercial. Entonces, ahora nos preguntamos qué tan fuerte pudiera ser la competencia con los pescadores por ese alimento”, agrega.
En este contexto en el que la población de tortugas marinas aumenta, tal como explica el biólogo, empieza una “fuerte presión” por parte de los pescadores y de algunos sectores de la comunidad local para volver a aprovechar de manera comercial a las tortugas o sus huevos. Varios miembros de estos grupos argumentan que como la especie “ya se recuperó”; habría que buscar la manera para “poder sacar los huevos de forma ordenada para tener un ingreso económico”. Otra de sus razones es que, muchas veces, cuando las tortugas escavan sus nidos, terminan sacando huevos que otras tortugas habían depositado primero, los cuales se perderán de todas formas.
Tal como considera Hinojosa, “todavía falta un camino muy largo que recorrer”. Desde su punto de vista aún se necesitan resolver varios interrogantes antes de proponer su aprovechamiento sostenible. Por ejemplo, ¿cuál era el tamaño de la población de tortugas antes de que comenzara su declive? ¿Cuál es la condición de la población en toda su área de distribución? ¿Su “recuperación” en Morro Ayuta es un fenómeno aislado o es un patrón general?
Asimismo, el biólogo reconoce que esto es “muy difícil” de determinar porque “no existen registros históricos de las poblaciones de tortugas en toda su área de distribución, lo que imposibilita estimar la condición natural saludable de sus poblaciones”.
Renovar los esfuerzos de conservación
Dado el crecimiento en la cantidad de ejemplares durante las épocas de anidación, existe un riesgo mayor de colisiones cuando los pescadores o prestadores de servicios turísticos salen con sus embarcaciones. “Pueden chocar con ellas, lastimarles gravemente su caparazón y ocasionarles la muerte”, reconoce Hinojosa.
Es por eso que, según explica el explorador, el gobierno local está tratando de darle un tipo de manejo ecosistémico integral a su conservación. ¿Qué significa esto? Sería no solo pensar en la recuperación de la especie, sino en el contexto que la rodea. “Tenemos más tortugas que necesitan más alimento; pero a la vez tenemos más pescadores que necesitan pescar; al mismo tiempo tenemos turismo pero necesitamos regularlo. Entonces debemos entender de manera integral todo el panorama del que depende la conservación de las tortugas marinas”, asegura el explorador, quien también destaca que existe una importante participación desde el sector académico y de las ONGs para lograr las sinergias necesarias para alcanzar este objetivo.
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN: Dr. Gustavo Hinojosa Arango. Catedrático CONCYT, CIIDIR-Oaxaca. IPN. / Dra. María Mónica Lara Uc. Profesor Investigador. Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) / Colaborador científico: Dr. Juan Manuel López Vivas. Profesor Investigador. UABCS. / Técnico del proyecto y fotógrafo: Estudiante de Doctorado Fernando Gumeta Gómez. Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) / Estudiantes: Maestría: Bióloga Ruth Itandehui Ramírez Villanueva (tesista del proyecto) CIIDIR-Oaxaca - Licenciatura: Demetrio Isidro Bernardino. Universidad Autónoma Benito Juárez. Denisse Mariela García Martínez. Universidad Autónoma Benito Juárez / Estudiantes del laboratorio de Gobernanza y Manejo de Recursos Marinos y Costeros del CIIDIR Oaxaca: Ing. Ariel Alejandro Hernández Rafaellee - M. en C. Miguel Ángel Pérez Castro - M. en C. Mariana Chávez Andrade - Biol. Juan Josué Mazaba Lara.