Tiempos de pandemia: los repartidores le hacen frente al COVID-19 en las calles de Quito
La fotógrafa ecuatoriana Isadora Romero comparte imágenes de un proyecto que nació con la intención de reflejar la realidad que viven estos trabajadores esenciales en plena pandemia.
Dos repartidores circulando en la ciudad durante la cuarentena obligatoria decretada para tratar de aplacar la curva de contagios por el COVID-19 en la ciudad de Quito, Ecuador.
Nota del editor: Este trabajo fue apoyado por el Fondo de Emergencia por COVID-19 para Periodistas de National Geographic Society.
Como en casi todos los países de la región latinoamericana, cuando la nueva pandemia del COVID-19 llegó a Ecuador se estableció un estado de emergencia sanitaria y se llamó a una cuarentena estricta. Esto hizo que la gente tuviera que quedarse en sus casas, que los niños siguieran sus clases de manera virtual y que hasta incluso en las comunidades nativas más alejadas se tuvieran que tomar medidas de prevención y cuidados especiales.
Sin embargo, la vida cotidiana no se podía parar por completo y había que cubrir ciertas necesidades básicas diarias. En ese momento, los repartidores a bordo de sus bicicletas o motos se transformaron en trabajadores esenciales para todos aquellos que eligieron y pudieron quedarse en sus hogares.
En este contexto, la fotógrafa ecuatoriana Isadora Romero, quien recibió el apoyo del Fondo de Emergencia de COVID-19 para Periodistas de la National Geographic Society, realizó un ensayo fotográfico para reflejar la realidad e historias personales de algunos de aquellos repartidores que sin más armas de defensa que sus cascos y tapabocas tuvieron que salir a las calles de Quito, Ecuador, para entregar pedidos y seguir ganándose la vida.
“Me interesaba mostrar esta diferencia social que existe entre quienes pueden pedir el delivery y quienes tienen que salir a entregarlo (…) Los repartidores de delivey están trabajando en condiciones súper precarias. Cuando comenzó la pandemia, contrario a lo que uno podría pensar, su situación empeoró. Las aplicaciones bajaron lo que ellos ganaban por entrega. Y ellos se quejaron de que no estaban recibiendo ningún tipo de protección, máscaras, guantes o alcohol en gel”, asegura Romero. La fotógrafa, que comenzó a realizar las primeras tomas desde lejos, también retrató dos manifestaciones realizadas el 22 de abril y el 29 de mayo de 2020, en las que los repartidores demandaban a las empresas con las que trabajan una “modificación de las tarifas, mayor seguridad y menos limitaciones de trabajo dentro de las aplicaciones”.
Conoce más sobre el trabajo de Isadora Romero en esta galería de imágenes: