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Página del fotógrafo
Andria Lo
Desde la década de 1970 se incrementó el uso de las bolsas plásticas a nivel mundial. Este elemento fue diseñado por el ingeniero Sten Gustaf Thulin y patentado en 1965.
Una bolsa reutilizable bordada descansa entre los productos. Algunas frutas o verduras contienen vitamina C, que es importante para la salud de las encías.
Una bolsa reutilizable junto a frutas y verduras. Consumir productos de estación y locales, hacer compostaje y hacer las compras con bolsas reutilizables son acciones simples que ayudan mucho al medio ambiente.
El Diseño rosa y rojo es característico de los Barrios Chinos de California, en donde vive Baggu.
Kathleen Tso y Vicki Ho, fundadoras de la revista Banana Magazine en el Barrio Chino de Nueva York, crearon una bolsa BAESIAN amarilla (“bae” por “amor” en lunfardo, y “Asian” por “asiática/o”) a fin de brindar a sus lectores una manera divertida de transmitir su orgullo asiático.
Cuando DiCioccio muestra sus bolsas bordadas en las cajas de los locales, suele enfrentarse a un “grandioso momento de confusión que siempre termina en risas e inclinaciones de cabeza en señal de asentimiento”.
Hace diez años, después de que San Francisco se convirtiera en la primera ciudad en prohibir las bolsas de plástico no reutilizables, la artista Lauren DiCioccio comenzó a coleccionar bolsas que veía por la ciudad y a hacer versiones bordadas de sus diseños.
Las bolsas de plástico conllevan un dejo de nostalgia en algunas comunidades asiático-americanas, tanto por sus diseños como por el hecho de ser símbolos del ahorro que implica la reutilización. A medida que las bolsas de plástico de un solo uso dejan de utilizarse debido a las preocupaciones ambientales, los diseñadores, como por ejemplo Baggu, están reimaginándolas como bolsas reutilizables que aún transmitan su carga cultural: el ahorro de los inmigrantes, el imaginario amigable, el deseo de encajar.
DiCioccio ansía que sus bolsas transmitan un mensaje desenfadado respecto de la ética de la reutilización y el ahorro.
Las versiones de las bolsas de agradecimiento reutilizables de DiCioccio se fabrican en San Francisco.