Un mapa de 500 años que usó Colón revela sus secretos
El descubrimiento de textos nuevos abre la cápsula del tiempo de uno de los mapas más influyentes de la historia.
Este mapa de 1491 es el mapa que mejor sobrevivió del mundo que Cristóbal Colón conoció y por el que realizó su primer viaje por el Atlántico. De hecho, Colón probablemente haya usado una copia de este mapa en la planificación del viaje.
El mapa, creado por el cartógrafo alemán Henricus Martellus, estaba originalmente cubierto con decenas de leyendas y fragmentos de texto descriptivo; todos en latín. La mayoría se ha desdibujado a lo largo de los siglos.
Pero ahora los investigadores han usado la tecnología moderna para descubrir gran parte de este texto anteriormente ilegible. En el proceso, han descubierto nuevas pistas sobre las fuentes que utilizó Martellus para elaborar el mapa y confirmaron la gran influencia que tuvo sobre los mapas posteriores, lo que incluye el famoso mapa de 1507 creado por Martin Waldseemuller que fue el primero en usar el nombre "América".
MARTELLUS Y COLÓN
A diferencia del mito popular, los europeos del siglo XV no creían que Colón zarparía del filo de una Tierra plana, menciona Chet Van Duzer, el erudito en mapas que lideró el estudio. Pero su entendimiento del mundo era bastante diferente del nuestro, y el mapa de Martellus lo refleja.
Su representación de Europa y del mar Mediterráneo es más o menos precisa o, al menos, reconocible. Pero África del Sur tiene una forma extraña, como una bota con su punta apuntando hacia el este, y Asia también está distorsionada en cuanto a su forma. La extensa isla al sur del océano Pacífico aproximadamente donde ahora se puede encontrar Australia debe haber sido una suposición afortunada, explica Van Duzer, ya que los europeos no descubrieron ese continente hasta el próximo siglo. Martellus llenó el sur del océano Pacífico con islas imaginarias, en apariencia, al tener aversión a los espacios en blanco, característica común en los cartógrafos.
Otra particularidad de la geografía de Martellus ayuda a vincular su mapa con el viaje de Colón: la orientación de Japón. En el momento en que se creó el mapa, los europeos sabían que Japón existía, pero tenían muy poca información sobre su geografía. Los viajes de Marco Polo, la mejor fuente disponible de información sobre Asia Oriental en ese momento, no tenían nada para decir sobre la orientación de la isla.
El mapa de Martellus la muestra de norte a sur. Correcto, pero casi con seguridad otra suposición afortunada, menciona Van Duzer, ya que ningún otro mapa conocido de ese momento muestra a Japón orientado ambiguamente de esta manera. El hijo de Colón, Ferdinand, luego escribió que su padre creía que Japón estaba orientado de norte a sur, lo cual indica que muy probablemente usó el mapa de Martellus como referencia.
Cuando Colón tocó tierra en las Indias Occidentales el 12 de octubre de 1492, comenzó a buscar Japón, aún creyendo que había alcanzado su meta de encontrar una ruta hacia Asia. Posiblemente, estaba convencido de que Japón debería estar cerca porque había recorrido prácticamente la misma distancia que el mapa de Martellus sugería que existía entre Europa y Japón, Van Duzer plantea en un nuevo libro que detalla sus descubrimientos.
Van Duzer explica que es razonable especular que, dado que Colón navegó hacia el sur a la costa de América Central y América del Sur en viajes posteriores, se imaginó navegando hacia el sur a la costa de Asia según está representado en el mapa de Martellus.
RESTAURACIÓN DE UNA CÁPSULA DEL TIEMPO
El mapa es de aproximadamente 10,6 metros por 1,8 metros. Un mapa tan grande hubiera sido un objeto de lujo, probablemente encargado por un miembro de la nobleza, pero no hay protección ni inscripción que indique quién podría haberlo pedido. Fue donado de manera anónima a la Universidad de Yale en 1962 y permanece en la biblioteca Beinecke Rare Book & Manuscript Library de la universidad.
Con el tiempo, gran parte del texto se había desdibujado hasta casi coincidir perfectamente con el fondo, lo cual hacía imposible leerlo. Pero, en 2014, Van Duzer ganó una subvención de la Fundación Nacional para las Humanidades que les permitió a él y a un equipo de colaboradores utilizar una técnica denominada "imágenes multiespectrales" para intentar descubrir el texto oculto.
El método incluyó tomar varias fotografías del mapa con diferentes longitudes de ondas de luz y procesar las imágenes para encontrar la combinación de longitudes de ondas que mejor aumentara la legibilidad de cada parte del mapa.
Muchas de las leyendas del mapa describen las regiones del mundo y sus habitantes. "Aquí están los Hippopodes: tienen forma humana, pero pies de caballo", indica un texto anteriormente ilegible sobre Asia Central. Otro describe "monstruos similares a seres humanos, cuyas orejas son tan grandes que pueden cubrir todo su cuerpo". Muchas de estas criaturas fantásticas pueden tener su origen en los textos escritos por los griegos antiguos.
Sin embargo, la revelación más sorprendente fue en el interior de África, indica Van Duzer. Martellus incluyó muchos detalles y nombres de lugares que parecieran remontarse a una delegación etíope que visitó Florencia en 1441. Van Duzer menciona que no conoce otro mapa europeo del siglo XV que contenga toda esta información sobre la geografía de África, y mucho menos información derivada de africanos nativos en lugar de exploradores europeos. "Me dejó boquiabierto", expresa.
Las imágenes también refuerzan la teoría de que el mapa de Martellus fue una fuente significativa para los dos objetos cartográficos más famosos: el globo terráqueo sobreviviente más antiguo, creado por Martin Behaim en 1492 y el mapamundi de 1507 de Martin Waldseemuller, el primero en implementar la etiqueta "América" a los continentes del hemisferio occidental. (La Biblioteca del Congreso compró el mapa de Waldseemuller por un monto récord de 10 millones de dólares en 2003).
Después de comparar los dos mapas, Van Duzer descubrió que Waldseemuller copió libremente el texto de Martellus. La práctica era común en aquella época, de hecho, Martellus aparentemente copió los monstruos del mar en su mapa de una enciclopedia publicada en 1491, una observación que ayudó a datar el mapa.
Más allá de los aspectos en común, los mapas de Martellus y Waldseemuller tienen una notoria diferencia. Martellus retrata a Europa y a África casi en el borde izquierdo de su mapa, solo con agua detrás. El mapa de Waldseemuller se extiende más al oeste y retrara nuevos territorios del otro lado del Atlántico. Solo 16 años habían pasado entre la elaboración de los dos mapas, pero el mundo había cambiado para siempre.
Greg Miller y Betsy Mason son los autores del próximo libro ilustrado de National Geographic, All Over the Map.