Bandeirantes: ¿héroes o villanos? Conoce quiénes fueron estas figuras consideradas pioneras en la fundación de San Pablo
Durante mucho tiempo fueron considerados héroes pero, en la actualidad, su figura es resignificada. En el 469° aniversario de São Paulo (Brasil) profundiza cómo los bandeirantes pasaron de "cazadores de indios" a "héroes paulistas"
Monumento a las bandeiras.
Para quienes no viven en el estado de São Paulo (Brasil), el recuerdo de los bandeirantes puede no llamar mucho la atención. Para los paulistas, sin embargo, estas figuras históricas siguen dejando su huella en la vida cotidiana, ya sea al bautizar con sus nombres calles y avenidas o al ocupar un espacio privilegiado en una de las zonas más importantes de la capital paulista, que celebra su aniversario n° 469 este 25 de enero.
Para ratificar su trascendencia, solo basta ver cómo el grupo de pioneros, que operó principalmente entre los siglos XVII y XVIII, quedó inmortalizado en forma de Monumento a las Banderas, una estatua de 50 metros de largo firmada por el exponencial artista brasileño Victor Brecheret, situado justo enfrente del Parque de Ibirapuera, el más famoso espacio verde local.
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Estas figuras entraron en el imaginario histórico de São Paulo durante el siglo XX como los "pioneros de Brasil", según el historiador Paulo César Garcez Marins, profesor titular del Departamento de Colecciones y Conservación del Museo Paulista de la Universidad de São Paulo (USP) y presidente de la Comisión de Investigación de la misma institución.
"Los bandeirantes fueron muy utilizados en la construcción de una identidad paulista y fueron valorados como los principales responsables de la extensión territorial brasileña, elevándolos al rango de héroes", explica. Hoy, sin embargo, los debates presionan para que se revise este heroísmo. Esto se debe a que los hechos de estos hombres, muchos de ellos violentos, fueron suprimidos en este proceso de idealización.
"Solo se les recuerda como constructores de riqueza y nacionalidad, pero no se les recuerda como asesinos y esclavizadores de indígenas, como forajidos o incluso como violadores. Estas dimensiones de la historia de los bandeirantes han desaparecido", afirma el historiador.
¿Quiénes eran los Bandeirantes?
Los bandeirantes eran los líderes de las expediciones llamadas bandeiras, o entradas, que tuvieron lugar entre los siglos XVII y XVIII para explorar el interior de Brasil, que en aquella época consistía en escasas aldeas situadas en su costa. Entre ellas se encontraban las aldeas de São Vicente y São Paulo, consideradas el epicentro de las campañas de estos exploradores, según la colección del Museo Paulista.
Entre los principales objetivos de las bandeiras estaba la caza de comunidades indígenas para la captura de esclavos y la búsqueda de metales preciosos, como oro y plata. "La región vio en la exploración del interior un medio para eludir la decadencia de la plantación de caña de azúcar, que había despegado mucho más en el noreste", afirma Marins.
"Sin la riqueza del azúcar, los terratenientes, que entonces cultivaban trigo, no tenían acceso a los esclavos negros traficados desde África, que eran caros. Así que la búsqueda de indígenas fue la primera gran motivación", añade.
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Las campañas de los sertanistas, como se llamaba entonces a los bandeirantes, fueron reconocidas por la Corona portuguesa. Según el artículo La mitología Bandeirante: construcción y sentidos del sociólogo Ricardo Luiz de Souza, la esclavización de los indios era algo incluso alentado por los paulistas, ya que esta motivación también traía avances en el reconocimiento de territorios inexplorados.
Representación fotográfica del cuadro Domingos Jorge Velho, obra de Benedito Calixto, realizada en 1903. El bandeirante está representado en “postura monárquica”, similar a como lucía Luis XIV, rey de Francia, en sus retratos.
Bandeiras: expediciones de exterminio de negros e indígenas
No todas las capturas de esclavos se ajustaban a la legalidad. "Los sertanistas esclavizaron incluso a nativos católicos, ya catequizados por las misiones jesuíticas", explica Marins. Según el derecho de la época, los indígenas solo podían ser esclavizados en situaciones de “guerra justa", es decir, cuando eran hostiles a los colonizadores.
Según la colección del Museo Paulista, los sacerdotes jesuitas y las autoridades portuguesas dejaron muchos relatos de la violencia con que los bandeirantes atacaban las misiones religiosas y las aldeas indias. Los informes de los sacerdotes, algunos de los cuales aparecen en el libro Jesuitas y Bandeirantes en Tape, del historiador portugués Jaime Zuzarte Cortesão, describen conflictos armados, así como granjas y cosechas destruidas, lo que provocó crisis de hambre.
Además de encarcelar a nuevos esclavos, los bandeirantes también eran contratados para destruir comunidades indígenas rebeldes y quilombos, colectivos formados por esclavos africanos que habían huido y sus descendientes.
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Entre los sertanistas, Domingos Jorge Velho fue uno de los que destacó en la época por su ferocidad en la caza de los indios, según Marins. "Fue reconocido como un gran cazador. Tanto es así que fue contratado para ello". El especialista recuerda también que fue un estandarte de Jorge Velho el que acabó, en 1694, con el Quilombo dos Palmares, el mayor colectivo de este tipo en la época colonial. Su último líder, Zumbi, fue capturado y asesinado un año después, en la fecha que hoy se celebra en Brasil como Día de la Conciencia Negra. Estaba contratado por el gobierno de Pernambuco.
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Por qué los Bandeirantes se convirtieron en héroes de São Paulo
El artículo de Souza indica que el movimiento de construcción de una imagen de héroes paulistas para los bandeirantes comenzó a finales del siglo XIX. El motivo, según él, era reforzar la posición política del estado de São Paulo ante el resto del país.
"En aquel momento, São Paulo ya era el centro económico de la nación, pero aún ocupaba una posición política secundaria y acumulaba resentimientos. En este contexto, los cafeteros de São Paulo hicieron hincapié en su pasado, aunque fuera de forma imaginaria", escribe Souza.
Marins, a su vez, refuerza que la figura del bandeirante fue elegida para magnificar el pasado de las élites paulistas de la época (los cafeteros), algunos incluso descendientes de sertanistas, en un momento en que su poder podía ser cuestionado.
"La construcción de este mito tiene lugar poco después de la abolición definitiva de la esclavitud, ocurrida en Brasil en 1888, y de la proclamación de la república en 1889. Pero el poder seguía en manos de los esclavócratas", afirma el historiador, y agrega "En este contexto, alabar a los bandeirantes refuerza una jerarquía que se había puesto en jaque".
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El papel del arte en la construcción de la imagen de los Bandeirantes
Representación fotográfica del cuadro Os Bandeirantes de Henrique Bernardelli, pintado en 1889, una de las primeras obras que retrata a los bandeirantes.
Representación fotográfica de la tela O Ciclo da Caça ao Índio, de Henrique Bernardelli. La obra ejemplifica el esfuerzo por crear una imagen heroica de los bandeirantes.
Las pinturas, estatuas, monumentos y homenajes que perduran hasta hoy fueron el principal medio para transformar a los bandeirantes de "cazadores de indios" y "hombres terribles" en "pioneros" y "constructores de la patria", según Michelli Cristine Scapol Monteiro, investigadora en Historia con énfasis en las representaciones visuales y la construcción de imaginarios simbólicos a partir de pinturas históricas y monumentos públicos.
De acuerdo a Monteiro, es posible ver esta transformación al comparar las primeras representaciones artísticas de los bandeirantes con las producidas más tarde, en el siglo XX. Una de las primeras obras que retrató a estas figuras fue el cuadro Os Bandeirantes, de Henrique Bernardelli, terminado en 1889. En ella vemos a dos bandeirantes tumbados en el suelo, bebiendo agua de un arroyo, como animales, mientras unos indios de pie, o sentados, los observan. No es una composición que magnifique a los aventureros", reconoce la especialista.
Años más tarde, en 1922, el mismo artista realizó otro cuadro retratando a los bandeirantes como encargo para las celebraciones del centenario de la independencia.
Tal como analiza el artículo Nas matas com pose de reis: a representação de bandeirantes e a tradição da retratística monárquica europeia (En los bosques con pose de reyes: la representación de los bandeirantes y la tradición del retrato monárquico europeo, en español), de Paulo César Marins, el cuadro, titulado O Ciclo da Caça ao Índio (El ciclo de la caza del indio, en español), muestra a estas figuras históricas en primer plano, en pose de monarca europeo, con los indios al fondo.
Esta transición en la representación de los bandeirantes en la obra de Bernardelli formaba parte de un esfuerzo mucho mayor por construir una narrativa histórica para los héroes paulistas. Y, según Monteiro, el Museo Paulista fue una institución esencial en este proceso, a través de su director en la época, Affonso Taunay, historiador y profesor brasileño que asumió la dirección de la institución en 1917 con el fin de prepararla para el centenario de la independencia.
"Taunay fue una figura central en esto. A partir de encargos de obras, en los que hacía peticiones específicas a los artistas, montó esta narrativa de héroes dentro del Museo Paulista", señala la investigadora.
Museo de los Bandeirantes
Entre las obras encargadas por el director del Museo Paulista figuran dos estatuas que representan a los bandeirantes Antônio Raposo Tavares y Fernão Dias Paes Leme que, según Taunay, eran "dos titanes", símbolo de los dos grandes "ciclos del bandeirantismo": Tavares sería recordado por la caza de los indios y Leme por la exploración del oro y otras piedras preciosas. Las obras siguen expuestas, una a cada lado del vestíbulo.
Estatua de Antônio Raposo Tavares, famoso pionero de São Paulo, ubicada en la entrada del Museo Ipiranga.
Otra obra destacada es el cuadro Domingos Jorge Velho, de 1903, de Benedito Calixto, en el que el destructor del Quilombo dos Palmares está pintado en la misma pose en que solía retratarse al rey francés Luis XIV, según Marins.
Las opciones para construir esta imagen de héroes no se limitan a las poses y composiciones. Para Marins, incluso la elección de los sertanistas homenajeados estaba calculada. "Tavares y Fernão Dias son elegidos para esculpir en las estatuas porque, por ejemplo, además de simbolizar dos momentos importantes de las bandeiras, representaban también hombres 'indudablemente europeos', como decía Taunay".
Esta elección según Marins, demuestra que incluso se ocultaban características de los bandeirantes: "Gran parte de los hombres que participaban en las bandeiras eran mestizos entre blancos e indígenas". Además de elegir a hombres de ascendencia europea, cuadros como el de Calixto "blanqueaba" a los retratados.
Cómo dar un nuevo sentido a la historia de São Paulo
Las referencias a la grandeza de los bandeirantes no se limitaban a las representaciones artísticas. Documentos del Archivo Histórico Municipal de São Paulo muestran que la primera dirección pública que recibió el nombre en honor a estos hombres fue la Rua dos Bandeirantes, en el distrito de Bom Retiro, en mayo de 1891.
Desde entonces, los paulistas han sido testigos de la inauguración de la Avenida dos Bandeirantes, la Rodovia dos Bandeirantes, el canal de televisión Bandeirantes e incluso la sede oficial del gobierno del estado de São Paulo, que se denomina Palacio dos Bandeirantes.
Figuras concretas como Raposo Tavares, Fernão Dias y Anhanguera también son recordadas en los nombres de importantes rutas del estado más rico de Brasil.
Carretera Bandeirantes, una de las vías más importantes de São Paulo que conecta la capital con las ciudades del interior del estado.
"Todo ello, de alguna manera, grabó la imagen de los héroes bandeirantes en la memoria social colectiva de São Paulo, al estar muy relacionada con la importancia económica del estado y de la capital", afirma Monteiro. Para ella, esta imagen sigue estando muy presente, lo que crea la necesidad de cuestionar estos homenajes.
"Hoy en día es nuestro papel, al menos en el ámbito de la Historia, poner en jaque estos hitos y cuestionar cómo la exaltación de estas figuras puede ser un problema y causar malestar en la sociedad", sostiene la investigadora.
El Museo Paulista, también conocido como Museo Ipiranga, tiene un papel importante a la hora de resignificar el origen y la trayectoria de estas figuras, al señalar las contradicciones y los objetivos que se esconden tras las representaciones de los bandeirantes.
La exposición del material artístico que incluye las pinturas encargadas para el centenario de la independencia destaca que las representaciones se hicieron a partir de visiones elitistas, que desvalorizaron la presencia de indígenas y negros en el pasado brasileño.
"Tenemos que contemplar estas obras y monumentos teniendo en cuenta que reforzaban la jerarquía del periodo colonial, situando a los negros y a los indígenas en una posición inferior y sirviendo a los intereses de la élite blanca de la época", afirma Marins.
Por ello, el profesor recomienda una mirada crítica a las imágenes de los bandeirantes, recordando que la historia casi siempre la cuentan los vencedores.