¿Qué hay dentro de la pirámide de Chichén Itzá?
Estela y pirámide El Castillo en Chichén Itzá, Yucatán, México.
La gran pirámide de El Castillo es la estructura más grande e importante de Chichén Itzá, la antigua ciudad maya-tolteca ubicada en la actual península de Yucatán en México.
Según un artículo publicado por la revista Arqueología Mexicana acerca del sitio histórico, la pirámide está erguida por una planta cuadrangular de 55.5 metros de largo y posee una altura de 30 metros. Sin embargo, existen otras dos capas hacia su interior de las cuales una oculta un pozo natural.
El Castillo de Kukulcán: Lo que hay en su interior
Un estudio implementado por el Instituto de Geofísica y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con la aplicación de tomografías de “Resistividad Térmica Tridimensional no Convencional”; pudo observar cómo está conformado el interior de El Castillo, incluido lo que se oculta debajo de él.
Esta tomografía trabaja con detectores que, posicionados alrededor y dentro de la pirámide, emiten electrodos (corriente eléctrica) que permiten medir el interior del edificio, la resistencia del subsuelo y el interior sin causar ningún daño a la totalidad del edificio. Es por esto que, entre 2015 y 2016, se confirmó que la Pirámide de Kukulcán está compuesto por tres estructuras:
Un pilar de piedra con tallados elaborados dentro de la Pirámide de Kukulcán, Chichén Itzá, México (1914).
Vista de parte de la Pirámide de Kukulcán, con elaborados tallados en piedra, Chichén Itzá, México (1914).
Primera estructura: La pirámide mayor
Los expertos que realizaron el estudio de tomografías dicen que la existencia de una o más estructuras hacia el interior de Chichén Itzá puede explicarse de dos formas: por la caída y renovación de diversos grupos de poderes a lo largo de su historia o bien, por ser la única alternativa para prevenir el deterioro de las edificaciones.
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La primera estructura, a la vista desde el exterior, es la más importante del sitio histórico según indica Arqueología Mexicana. Posee un templo superior cuyos vanos (huecos, entradas) se ubican en los cuatro puntos cardinales, sus largas escalinatas descienden hacia el suelo y, durante los dos equinoccios del año, la luz solar ilumina el costado del edificio para formar siete triángulos en la alfarda del camino.
Estos triángulos, junto a la cabeza pétrea de serpiente que se acuesta al final de la escalera, representan al dios Kukulcán: la serpiente emplumada, que según relata el sitio arqueológico de México, obsequió el calendario a los mayas.
Segunda estructura: El altar
De acuerdo con la UNAM, las construcciones piramidales fueron interpretadas como un acercamiento de los humanos a sus deidades. Es por esto que El Castillo fue construido sobre otra estructura idéntica, de menor tamaño, oculta en su interior. Allí, la subestructura contiene un altar en forma de jaguar, pintado de rojo y decorado con jade en forma de mosaicos turquesas que simulan las manchas del felino.
El altar de jaguar rojo con detalles en jade dentro de la pirámide de Chichén Itzá, México (2004).
La editorial Arqueología Mexicana sostiene también que en la segunda capa de El Castillo se encontraron ofrendas y que esta segunda estructura posee una sola escalinata, a diferencia de las cuatro que conforman la pirámide mayor.
Tercera estructura: La nueva pirámide y el cenote
En uno de los primeros resultados obtenidos por el estudio en 2015, la UNAM confirmó la presencia de un cenote debajo de la pirámide. Se trata de una depresión geográfica que está inundada y se forma por la disolución de roca caliza a partir de la filtración de agua dulce.
Posteriormente, en el año 2016 se detectó una segunda estructura que cubría el cenote y podía medir aproximadamente 10 metros de altura. Ambos descubrimientos forman parte de la capa interna más oculta de la pirámide.