5 datos curiosos del Imperio romano que no conocías y vas a querer saber
En las puertas que conducen a Timgad, Argelia, hay ranuras en la mampostería dejadas por carretas y carros romanos.
El Imperio romano (27 a.C. - 476 d.C) es uno de los periodos más importantes en lo que respecta a la historia del mundo. En su apogeo, supo tener la estructura socio-política más grande de todo occidente, indica la Enciclopedia Mundial de Historia, una organización sin fines de lucro que pretende mejorar la educación histórica en todo el mundo.
Fue el emperador Diocleciano quien, al ver que el imperio era muy grande como para ser dirigido por el gobierno central, decidió dividirlo en dos: el Imperio occidental y el oriental.
Sin embargo, este no es el único dato curioso que existe sobre este momento histórico. National Geographic seleccionó algunos de ellos y los comparte en detalle a continuación.
1. Julio César… ¿Fue realmente el primer emperador de Roma?
El nombre de Julio César es muy importante en la historia de Roma. Aunque suele considerarse el primer emperador, esta afirmación no es del todo correcta.
Según indica la enciclopedia, el senado le otorgó el título de dictador, dado que él ostentaba el mando supremo del ejército y el poder político al mismo tiempo. De manera que nunca obtuvo el título de emperador.
2. Quién fue el primer emperador de Roma
Hombres corren en carros tirados por caballos ante la multitud de los romanos.
Aunque parezca paradójico, fue su sobrino, y además heredero, el primer emperador romano. Se llamaba Cayo Octavio Turino, pero tomó el nombre de César Augusto. El propio senado le otorgó el título de emperador, así como el poder, dado que había logrado derrotar a los enemigos del Imperio y logrado estabilidad.
Este gobernante reformó las leyes, aseguró las fronteras y garantizó la fama del imperio, que tuvo el máximo poder político y cultural hasta ese momento. La “Pax Augusta”, que él inició, fue un tiempo de paz y prosperidad hasta entonces desconocida por el pueblo y duró más de 200 años.
3. Roma tuvo dos Imperios: Oriente y occidente
Luego de una sucesión de líderes y dificultades que afrontó cada uno de ellos, se produjo un período llamado “la crisis del Imperio” (ocurrido entre los años 235 d.C. y 284 d.C.). Esta época se conoce de ese modo porque Roma permanecía en una constante guerra civil en la que estaban involucrados algunos líderes militares que buscaban hacerse con el control del Imperio.
Por entonces ya existía una crisis muy grande, tanto social como económica. Esta última producida por la devaluación de la moneda romana.
Si bien el emperador Aureliano reunificó el imperio, fue Diocleciano quien decidió dividirlo en dos para que su gestión pudiera ser más sencilla. Así nacieron el Imperio romano de oriente (también llamado Imperio bizantino) y el Imperio romano de occidente.
(Lee también: Mitos y realidades sobre la guerra de Troya)
4. Constantino, el emperador que hizo del cristianismo la religión principal
Constantino marca los límites de Constantinopla con vistas a Bizancio.
Cuando estuvo al frente del imperio (del 306 d.C. al 337 d.C.), Constantino sostuvo que Jesucristo era la figura que le daba legitimidad. De esa manera, podía incrementar su autoridad y poder tal como lo habían hecho sus predecesores.
El primer Concilio de Nicea (celebrado en el año 325 d.C.), una reunión que contó con la presencia de obispos de todas las regiones donde había cristianos, fue presidida por Constantino con el objetivo de lograr instaurar los elementos de la nueva fe y decidir acerca de aspectos como el origen divino de Jesús.
Durante el encuentro también se decidieron qué manuscritos serían compilados para formar el nuevo libro conocido como la Biblia, añade la Enciclopedia Mundial de Historia.
5. Cuáles fueron los motivos que provocaron la caída del Imperio romano
Se adjudican muchos motivos al fin de esta era. A pesar de ello, no existe un acuerdo certero sobre cuáles fueron los factores específicos que determinaron la caída.
Asimismo, se cree que el cristianismo tuvo un papel preponderante en esto, ya que la nueva religión habría socavado las costumbres sociales del imperio que proporcionaba el paganismo, refiere la enciclopedia de historia.
Además de esto, otros factores que intervinieron fueron la inestabilidad política que causaba el gran tamaño que tenía el Imperio, la invasión de las tribus bárbaras, los intereses que tenía cada mitad del Imperio, los ejércitos mercenarios, la corrupción del gobierno, la gran dependencia que tenían del trabajo esclavo y un alto nivel de desempleo e inflación.