¿Qué son las supersticiones y por qué el Año Nuevo está lleno de ellas?
Una mujer toca la boca de una escultura de mármol que se dice que muerde las manos de los mentirosos. Roma, Italia (1957).
Saltar siete pequeñas olas en el mar para atraer la buena suerte es una tradición popular de la noche previa a la Navidad en Brasil. Igual que barrer la entrada de casa es un acto típico de medianoche en la Nochevieja mexicana; o poner una mesa llena de objetos redondos y comida forma parte de la costumbre de Año Nuevo en Filipinas.
La lista de supersticiones para asegurar la llegada de un año más prodigioso puede seguir y seguir, dependiendo del lugar, las creencias individuales y el periodo de la historia.
Por eso, el Año Nuevo es una de las épocas del año en que más se acumulan las supersticiones, actitudes que, según la Enciclopedia Británica (una plataforma de conocimiento), no tienen "sustancia racional" en su origen, aunque sirven para reforzar las creencias de quienes las practican.
"Las supersticiones pueden clasificarse en religiosas, culturales y personales", explica Britannica.
"Y, a menudo, la religión de una persona es la superstición de otra: el emperador romano Constantino se refirió a algunas prácticas no cristianas como superstición; el historiador romano Tácito llamó al cristianismo superstición perniciosa; la veneración católica romana de reliquias, imágenes y santos es calificada de ese modo por muchos protestantes; los cristianos consideran supersticiosas muchas prácticas hindúes; y los seguidores de religiones pueden considerar supersticiosa la relación de los aborígenes australianos con su tótem. En síntesis, todas las creencias y prácticas religiosas pueden parecer supersticiosas a una persona sin religión", añade la enciclopedia.
En otras palabras, algo que ha estado tan presente en las relaciones sociales humanas durante tantos siglos refuerza la inclinación de las personas a creer en lo que, la mayoría de las veces, ni siquiera está demostrado ni tiene pruebas, debido a la influencia de las tradiciones, los hábitos culturales, el miedo a lo desconocido y la fe en determinados preceptos religiosos.
El Año Nuevo y sus significados
Trébol de cuatro hojas incrustado en una moneda conmemorativa de Palau. Washington, Distrito de Columbia.
De acuerdo con la plataforma informativa, celebrar la llegada de un nuevo año es una de las tradiciones más antiguas que existen. Junto con ella vienen las supersticiones populares que también se han encontrado "en la mayoría de los periodos de la historia y en la mayor parte del mundo".
Entre ellas figuran, por ejemplo, la creencia en el mal de ojo y la eficacia de los amuletos (llevar alguna prenda de otro color al llegar el año, algo típico de la Nochevieja en muchos países, entraría en esta categoría).
Aun así, los rituales y supersticiones de Año Nuevo han cambiado mucho con el paso del tiempo. Para los antiguos griegos, por ejemplo, era un momento de "pesar y expectativa", señala Britannica. Ellos utilizaban la imagen de un anciano como símbolo del año transcurrido y un bebé para el año venidero.
Pero como el cambio de año no siempre sucedía en el periodo que hoy sería enero, otros elementos (principalmente de la naturaleza) intervinieron en estas fiestas de celebración. "A principios de la Edad Media, la mayor parte de la Europa cristiana consideraba el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación, como el comienzo del Año Nuevo", explica la enciclopedia. La fecha está relacionada con el equinoccio de primavera en el hemisferio norte.
También vinculada al equinoccio de primavera, se puede mencionar la celebración del Año Nuevo más antigua que se conoce: Akitu, un año que comenzaba con la luna nueva en Babilonia, en la región de la Mesopotamia, alrededor del año 2000 a.C.
La práctica de hacer una lista de deseos para que se cumplan en el año siguiente (sin revelarlos a nadie, por aquello del mal de ojo) es mucho más antigua que todas las celebraciones de Año Nuevo, revela la Enciclopedia Británica. El listado para deshacerse de los malos hábitos y adoptar otros mejores puede ser una costumbre que se remonta a hace más de 4000 años, a la época babilónica. "Es probable que estos primeros propósitos se hicieran en un intento de ganarse el favor de los dioses", señala la plataforma.
"La superstición ha tenido una profunda influencia en la historia. Incluso en los llamados tiempos modernos, en una época en la que se valora mucho la evidencia objetiva, hay pocas personas que, si se las presionara, no admitirían albergar en secreto una o dos creencias irracionales o supersticiones", concluye Britannica.