Tragedia de los Andes: 5 datos sorprendentes sobre esta historia de supervivencia

Escalar montañas heladas durante días y ser rescatado pesando 38 kilos: conoce estos y otros hechos que marcan el accidente aéreo del avión uruguayo que se estrelló en los años 70.

Las imponentes montañas heladas de los Andes fueron el telón de fondo de los retos de supervivencia a los que se enfrentó el grupo de uruguayos del avión que se estrelló en la región en 1972.

Fotografía de Luis Marden
Por Redacción National Geographic
Publicado 12 ene 2024, 13:40 GMT-3

La impresionante e intensa historia de la tragedia de los Andes sobre 45 personas que viajaban de Montevideo (Uruguay) a Santiago (Chile), cuyo vuelo se estrelló el 13 de octubre de 1972 en la Cordillera de los Andes, sigue siendo un gran ejemplo de lucha por la vida. El suceso marca la vida de los 16 supervivientes del vuelo 571 hasta el día de hoy, más de 50 años después.

Todo ocurrió cuando un avión Fairchild FH-227D transportaba a un grupo de jóvenes de un equipo de rugby escolar uruguayo, acompañados por sus familiares y amigos, a un partido en la capital chilena. En pleno viaje, el avión se estrelló en la cordillera de los Andes, a 1,2 kilómetros de la frontera con Chile, concretamente en el Valle de las Lágrimas, en la provincia de Mendoza, Argentina. 

He aquí cinco hechos sorprendentes e impactantes sobre la historia de la tragedia de 1972 en los Andes, que aún está fresca en la memoria de muchas personas en Sudamérica

1. ¿Por qué el avión uruguayo continuó su viaje incluso con tan mal tiempo?

El avión bimotor de la Fuerza Aérea Uruguaya, de cuatro años de antigüedad, estaba pilotado por el coronel Julio César Ferradas, un experimentado piloto militar, y el copiloto, el teniente coronel Dante Héctor Lagurara. Como explica un artículo de la revista de historia National Geographic de España, las condiciones meteorológicas en los Andes el día que partieron de Montevideo, el 12 de octubre, eran muy malas, lo que obligó a los pilotos a cambiar su plan de vuelo para aterrizar en el aeropuerto de Mendoza, en Argentina.

Todos pasaron la noche esperando a que mejorara el tiempo. Pero al día siguiente, a pesar de que las previsiones meteorológicas no habían mejorado mucho, los dos pilotos decidieron despegar hacia Chile el día 13

En un artículo del diario inglés The Guardian en el que se entrevista a Nando Parrado, uno de los supervivientes, se cuenta que el grupo embarcó a las 14.00 horas y despegó enseguida. Sin embargo, era el peor momento para sobrevolar los Andes, ya que el aire caliente de la tarde se elevaba y creaba inestabilidad atmosférica.

En la entrevista, Parrado revela que hoy en día, cuando piensa en el vuelo, se sorprende de su propia ingenuidad: "Hoy en día, nunca me acercaría a ese avión", dice. "Un Fairchild FH-227D con motores muy débiles, lleno de gente, a plena carga, sobrevolando las montañas más altas de Sudamérica, con mal tiempo. Imposible", revela Parrado.

Como explica el artículo del National Geographic español, a pesar de ser un vuelo corto, entrañaba muchas dificultades, ya que requería un ascenso muy rápido para superar la altitud de los Andes y, una vez superada, un descenso igualmente rápido para llegar a la pista sin contratiempos. Los pilotos volaban por instrumentos y sólo se veían nubes en medio de las montañas. 

Cuando pensaron que habían pasado las cumbres de los Andes, empezaron a descender, pero en cuanto recuperaron la visibilidad, se dieron cuenta de que en realidad estaban volando a pocos metros de los enormes y escarpados picos. Así fue como el avión se estrelló contra las montañas por la tarde, hacia las 15.30 horas, según se relata en el libro La sociedad de la nieve, escrito por Pablo Vierci.

En la foto, una réplica de un avión modelo Fairchild FH-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya, ...

En la foto, una réplica de un avión modelo Fairchild FH-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya, matrícula 571, tal como el que estuvo involucrado en el accidente.

Fotografía de Divulgación Museo Andes 1972

2. Roberto Canessa, Antonio Vizintín y la difícil decisión de comer la carne de sus compañeros muertos

Uno de los supervivientes que desempeñó un papel esencial tanto durante los días en la montaña como en el rescate fue el estudiante de medicina Roberto Canessa. Desde el primer momento ayudó a atender a los heridos, pero sin duda el momento que más le impactó fue cuando decidieron alimentarse de la carne de sus compañeros muertos para sobrevivir

"En aquella época, como futuro médico, veía carne, grasa, proteínas e hidratos de carbono. Me resultó muy difícil invadir la intimidad de mis amigos y cortarles una parte del cuerpo", declaró Canessa en una entrevista con la BBC sobre el tema. "Sólo había rocas y nieve alrededor. No había nada que comer y estábamos muy hambrientos", añadió.

Antonio Vizintín, o Tintín, como le apodaban durante sus días en los Andes, también reveló en una entrevista al portal de noticias argentino Infobae que, tras 10 días sin comer prácticamente nada (sólo las pocas provisiones que encontraron en sus maletas), los mayores del grupo -y líderes del equipo de rugby- comentaron que la única forma de sobrevivir sería alimentarse de la carne humana de los muertos. 

"Fue un golpe brutal. Fue un shock enorme saber que, para vivir, tendría que alimentarme de amigos con los que había convivido hasta la semana pasada", dijo Vizintín.

3. Nando Parrado y Roberto Canessa caminaron durante diez días por la montaña y la nieve para salvar al grupo

La trayectoria de Fernando Seler, más conocido como Nando Parrado, durante los 72 días que el grupo pasó en los Andes, pasó de una situación cercana a la muerte a ser uno de los salvadores del grupo. Consiguió caminar diez días por las montañas heladas

Según cuenta en una entrevista The Guardian, justo después de estrellarse el avión estuvo inconsciente (en coma) durante días, hasta que despertó malherido y se dio cuenta de que había perdido a su madre y de que su hermana, Susana Parrado, estaba muy mal de salud. Fue Canessa quien le explicó lo que estaba ocurriendo.

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    Remera del Old Christians Club (el equipo de rugby al que pertenecían los pasajeros del avión) ...

    Remera del Old Christians Club (el equipo de rugby al que pertenecían los pasajeros del avión) que pertenecía a Gustavo Zerbino, uno de los sobrevivientes. Él la usó durante los 72 días en los Andes.

    Fotografía de Divulgación Museo Andes 1972

    A lo largo de los muchos días que pasaron allí, Nando fue recuperando poco a poco la salud y la disposición física, y se convirtió en una de las personas más resistentes y obstinadas en abandonar los Andes. Decía que después de noviembre, cuando hiciera menos frío, la posibilidad de cruzar las montañas sería más factible. 

    El último intento de caminar para salvar al grupo tuvo lugar el 12 de diciembre. Nando Parrado y Roberto Canessa partieron en busca de ayuda a través de las montañas en dirección este, hacia Chile.

    Escalaron los Andes, durmieron en el frío extremo y caminaron durante días hasta que llegaron a un valle y se encontraron con el vaquero Sergio Catalán, que fue quien llamó a las autoridades chilenas para que finalmente rescataran a los demás supervivientes 72 días después del accidente aéreo.

    4. La impresionante pérdida de peso de Roy Harley y su misión como "ingeniero de la nieve"

    Roy Harley fue uno de los últimos en ser retirado por las autoridades chilenas del lugar del accidente aéreo, 72 días después del accidente. Pero lo que más sorprendió a todo el mundo fue lo extremadamente delgado que estaba: al fin y al cabo, había pasado de los 86 kg que pesaba antes del accidente a 38 kg, según declaró el propio Harley en una entrevista concedida al programa Canal 5 de una cadena de televisión uruguaya. Roy tardó mucho tiempo en recuperarse antes de encontrarse físicamente bien tras el rescate. 

    El libro de Pablo Vierci también nos habla de la importancia de Roy en la organización del grupo en los Andes. Roy era entonces estudiante de ingeniería, por lo que fue elegido "ingeniero de la nieve". 

    Al principio, cuando encontraron una pequeña radio entre el equipaje, fue él quien toqueteó el cableado para aumentar el alcance y escuchar las noticias. Así se enteraron cuando las autoridades dejaron de buscar el avión y supervivientes, unos diez días después del accidente, según declaró el propio Roy a la televisión uruguaya.

    5. ¿Quién fue Numa Turcatti, el último en morir antes de que los supervivientes fueran rescatados?

    Según el libro y los relatos de los supervivientes en diversas entrevistas, hay dos "puntos de inflexión" importantes en la historia de la supervivencia en los Andes. El primero ocurrió el décimo día, cuando descubrieron que los rescates habían cesado; y el segundo ocurrió cuando murió el último del grupo sobreviviente en diciembre: Numa Turcatti. Fue el momento decisivo para que los demás partieran en busca de ayuda. 

    Algunas palabras fueron los pilares de la sociedad creada por los jóvenes que lucharon por sobrevivir ...

    Algunas palabras fueron los pilares de la sociedad creada por los jóvenes que lucharon por sobrevivir en medio de las montañas heladas tras el accidente aéreo, como "actitud", "amor", "fe", "disciplina", "vida", entre otras, como muestra la instalación del Museo Andes 1972 de Montevideo.

    Fotografía de Divulgación Museo Andes 1972

    Numa era un estudiante de Derecho de 24 años (cumplió 25 en los Andes) que no jugaba en el equipo de rugbyHabía sido convencido para viajar a Chile por sus dos grandes amigos: Alfredo "Pancho" Delgado y Gastón Costemalle (que murió en el accidente). Tras el accidente aéreo, destacó entre los supervivientes por su disposición física y voluntad de supervivencia, siendo uno de los primeros en intentar explorar las montañas en las primeras caminatas. 

    Se convirtió en uno de los pilares de la "sociedad" creada por los supervivientes y fue también uno de los más reacios a tener que comer la carne de sus compañeros muertos. En su libro "Milagro en los Andes" (2006), Nando Parrado recuerda así a Numa: "Nadie luchó tanto para que sobreviviéramos, nadie inspiró tanta esperanza y nadie mostró tanta compasión por los que más sufrían". 

    Un hecho conmovedor de la historia del accidente de los Andes es que los que no sobrevivieron nunca han sido olvidados y siguen siendo homenajeados en libros, películas y en el Museo Andes 1972 de Montevideo. Algunos de los pasajeros del trágico vuelo 571 dejaron cartas a sus familiares y amigos antes de morir en los Andes.

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