Cuál es el origen del fútbol femenino
El primer partido oficial de fútbol femenino tuvo lugar a fines del siglo XIX en Londres, Inglaterra. En Latinoamérica, los primeros encuentros se dieron a partir de 1910, aproximadamente.
El fútbol, tal como se conoce en la actualidad, nació en Inglaterra a finales del siglo XIX, y en poco tiempo se expandió al resto del mundo hasta convertirse en un deporte de práctica popular de masas, señala un documento de 2023 de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Desde hace más de un siglo, las mujeres han estado presentes en la cancha. No obstante, su inclusión en los torneos oficiales es reciente. ¿Cuándo se comenzó a practicar el fútbol femenino? ¿Y en Latinoamérica? Navega por la historia y descúbrelo a continuación.
Cuándo se realizó el primer partido de fútbol femenino
El primer partido oficial de fútbol femenino tuvo lugar el 23 de marzo de 1895 en Londres, Inglaterra. Se disputó entre los equipos North (apodado el rojo) y South (azul) en el campo del Crouch End Athletic en la capital inglesa y estuvo organizado por el British Ladies Football Club (BLFC), recuerda la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
El partido, que fue un suceso prácticamente inédito para el momento, atrajo a una importante cantidad de espectadores: se estima, según las crónicas de la época, que más de 10 000 personas se congregaron en el lugar, además de periodistas dispuestos a inmortalizar el evento.
El encuentro entre los equipos, que solo habían practicado durante unos meses según informó entonces el periódico The Guardian, finalizó 7 a 1 con victoria del North. Entre las figuras destacadas se encontraban Nettie Honeyball, Florence Dixie, Helen Graham (la arquera del North) y Daisy Allen (una niña de entre 11 y 14 años), entre otras.
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Los reporteros de varios periódicos londinenses comentaron el acontecimiento, desde la reacción del público hasta la calidad del juego de las mujeres, detallando su vestimenta y su aspecto personal, señala un artículo publicado en 2012 en la revista Critical Survey.
Como resaltan las noticias de la época, el atuendo de las jugadoras fue completamente diferente del uniforme actual. Una crónica de The Guardian publicada en aquel año describe que las jugadoras llevaban blusas amplias (las del North eran rojas y las del South azules), pantalones sueltos abrochados por debajo de la rodilla, medias, gorros, botas de cuero y rodilleras.
“La ropa supuso una especie de revolución, pues las mujeres solían llevar faldas largas incluso cuando competían deportivamente”, asegura la FIFA.
La federación internacional subraya la importancia de ese primer juego oficial: “En la cronología del fútbol femenino, este partido destaca como un hito importantísimo en un largo camino lleno de obstáculos, prohibiciones y prejuicios que se han ido dejando atrás y contra los que se sigue combatiendo en la actualidad”.
Cuando se creó el primer club de fútbol femenino
Honeyball y Dixie, dos de las jugadoras destacadas de aquel partido de 1985, crearon el primer club de fútbol femenino del que se tenga registro, el British Ladies Football Club, en 1894 y organizaron una serie de partidos públicos en los campos de toda Gran Bretaña.
El objetivo era ofrecer oportunidades de practicar la actividad a niñas y mujeres jóvenes y animarlas a practicar un deporte que era considerado propio de los hombres. También pretendía ser un medio para ganar dinero. “Se trataba, en efecto, de crear una liga de fútbol profesional para mujeres”, asegura el artículo publicado en 2012 en la revista Critical Survey.
La presencia femenina en este deporte ha experimentado un notable crecimiento. De acuerdo con la FIFA, en la actualidad 16.6 millones de niñas y mujeres participan en el fútbol federado.
Cuándo se jugaron los primeros partidos de fútbol femenino en Latinoamérica
El desarrollo de las dos guerras mundiales ofreció el escenario propicio para que las mujeres europeas comenzaran a desempeñarse en ámbitos que tradicionalmente estaban reservados para los hombres. Entre ellos, el del fútbol, menciona la Conmebol en su documento de 2023.
El escrito reconoce que un hito que marcó el desarrollo del fútbol femenino en Sudamérica se dio, por ejemplo, con el descubrimiento de los yacimientos salitreros en Tarapacá (al norte de Chile). “La documentación historiográfica de la época describe cómo las niñas y mujeres aymaras marcaban con piedras los arcos y usaban una pelota de trapo como balón en los partidos que se jugaban en las tardes tapaqueñas”.
“Las canchitas del barrio, los patios de las escuelas y cuanto espacio permitiera improvisar un arco y chutar una pelota se transformaron en los estadios sin tribunas ni vestuarios de las mujeres obreras, salitreras, estudiantes o profesionales que no dejaron de jugar al fútbol a pesar de las condiciones adversas que se prolongaron por más de medio siglo”, admite la Conmebol.
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Según los registros citados por la confederación sudamericana, los antecedentes del jogo bonito de las mujeres brasileñas se remonta a la ciudad de Natal, Rio grande do Norte. Se estima que los primeros partidos se realizaban, por lo menos, desde el año 1920.
En Chile, los primeros partidos femeninos se produjeron alrededor del año 1910. Y en Argentina, el primer partido de fútbol femenino se realizó el 13 de octubre de 1923 en la antigua cancha de Boca, entre los equipos Argentinas y Cosmopolitas. Según los documentos históricos, unos 6000 espectadores participaron de aquel encuentro.
A pesar del temprano interés por parte de las mujeres, la práctica femenina de este deporte estuvo restringida en diversos países de la región durante el siglo XIX.
No obstante, con el paso de los años los mitos y prejuicios al respecto se han diluido y cada vez más jugadoras salen a la cancha. Según datos de la FIFA de 2023, en el mundo más de 16.6 millones de mujeres y niñas participan en fútbol federado.