Griselda Blanco: la historia real de "la madrina” contada en hechos y fotos
Griselda Blanco es sospechosa de estar implicada en 40 asesinatos en Estados Unidos, incluidos los de sus tres maridos. En su apogeo, su red traficaba con 80 millones de dólares al mes en cocaína.
“La madrina”. “La viuda negra”. “La jefa”. Los numerosos apodos de Griselda Blanco reflejan la notoriedad que adquirió al dirigir un imperio de la droga multimillonario y sangriento que se extendió desde Colombia hasta Estados Unidos.
La vida de Blanco, protagonista de una reciente producción audiovisual, difuminó la línea entre la realidad y la ficción mientras se abría camino hasta una posición de poder en un mundo violento. ¿Quién era la mujer real detrás del mito?
El ascenso de Griselda Blanco
Blanco nació en Colombia el 15 de febrero de 1943. Su patria pronto se vio desgarrada por La Violencia, un periodo de agresividad y disturbios masivos que comenzó el 9 de abril de 1948, cuando el popular político Jorge Eliécer Gaitán fue asesinado en las calles de Bogotá. Cuando terminó, una década más tarde, habían muerto 200 000 personas.
Un coche diplomático fue volcado y quemado en los disturbios y saqueos del 9 de abril de 1948, en Bogotá, Colombia.
Parte de la destrucción que sacudió Bogotá el 15 de abril de 1948, tras el asesinato del líder populista Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril.
Blanco alcanzó la mayoría de edad en este contexto de violencia. Como señala la historiadora Elaine Carey en su libro Women Drug Traffickers (Mujeres narcotraficantes), tanto ella como sus contemporáneas aprendieron que "el poder a menudo llegaba a través de actos violentos".
Creció en la pobreza en Medellín, Colombia, y al principio no tenía mucho poder. Se inició en el mundo criminal a los 11 años, cuando presuntamente secuestró a un niño de la zona y lo asesinó después de que su intento de rescate no prosperara. En los años siguientes, añadió a su currículum el robo de carteras y la falsificación de dinero.
Se casó con Carlos Trujillo, que se ganaba la vida falsificando documentos y traficando con personas. El matrimonio tuvo tres hijos, pero acabó en divorcio. A mediados de los años setenta, Trujillo había muerto. Algunos dicen que fue por problemas de salud, pero otros aseguran que Blanco estuvo detrás de su muerte.
Cómo “la madrina” hizo del “oro blanco” un negocio familiar
El auge de la disco en los años 1970 provocó un creciente mercado de drogas ilícitas. A mediados de la década, Colombia se había convertido en el centro del tráfico de cocaína, lo que ofrecía oportunidades de riqueza asombrosa... y de peligro.
Junto con Alberto Bravo, contrabandista de drogas y segundo marido de Blanco, la mujer colombiana construyó un imperio de cocaína con sede en Nueva York. Recurrían a contrabandistas que llevaban ropa interior especialmente diseñada para ocultar la droga a través de las fronteras internacionales.
A medida que el imperio crecía, la relación entre la conocida narcotraficante y Bravo se deterioraba. Aunque los detalles de lo que ocurrió exactamente siguen siendo controvertidos, Bravo fue asesinado en 1975. Blanco confesó posteriormente que le había disparado en la boca.
Griselda Blanco aparece en una escena de un documental de 2006.
La muerte de Bravo cimentó la imagen de Griselda Blanco como la "viuda negra", una mujer que se deshacía de sus maridos matándolos.
En su mejor momento, la red de “la jefa” vendía cocaína por valor de 80 millones de dólares al mes. Sus mayores mercados eran Nueva York, Miami y Los Ángeles (Estados Unidos).
El imperio de cocaína de Blanco le valió el apodo de "la madrina", en alusión a una famosa película de la época sobre un mafioso italiano. Después de dar a luz a su cuarto y último hijo en 1978, lo llamó Michael Corleone en honor al personaje central de la película.
El reino del terror de Griselda Blanco en Miami
La violencia fue la base sobre la que la “viuda negra” construyó y mantuvo su imperio. Era el aceite que mantenía en marcha el motor de su red, y transformó Miami en un campo de batalla en la guerra de la droga.
Uno de los ataques más conocidos ocurrió el 11 de julio de 1979. Dos hombres, probablemente por orden de Blanco, mataron a tiros a un traficante de cocaína y a su guardaespaldas en una licorería del centro comercial Dadeland Mall de Miami.
La policía asegura que dos hombres en una furgoneta pintada con el lema Happy Time Complete Party Supply (en español: Happy Time. Suministro completo para fiestas) trabajaban para Griselda Blanco. Ellos dispararon y mataron a un traficante rival y a su guardaespaldas en el interior de Crown Liquors el 11 de julio de 1979.
En otro incidente en Miami, Blanco ordenó el asesinato de su socio Jesús Castro, que al parecer había golpeado a uno de sus hijos. Pero cuando sus sicarios intentaron realizar el trabajo en 1982, mataron por error a Johnny, el hijo de dos años de Castro.
Según Jorge Ayala, uno de sus asesinos, Blanco agradeció el error. "Al principio se enfadó mucho porque no dimos con el padre. Pero cuando se enteró de que habíamos conseguido al hijo por accidente, dijo que se alegraba, que estaban en paz".
El tiroteo a plena luz del día en el centro comercial Dadeland Mall se considera el comienzo de las ''Guerras de la cocaína'' en el sur de Florida.
Los hijos de Blanco fueron testigos directos de la violencia. En 1983, probablemente ordenó la muerte de su tercer marido, Darío Sepúlveda. El hombre fue asesinado delante de Michael Corleone, su hijo de cinco años, en Colombia.
En total, las autoridades sospechaban de la implicación de Blanco en al menos 40 asesinatos en todo Estados Unidos.
Cuántos años estuvo presa Griselda Blanco
La narcotraficante colombiana consiguió mantenerse un paso por delante de la ley, al menos durante un tiempo. La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos trabajó con informantes para localizarla y construir un caso contra ella.
La arrestaron en Irvine, California, el 17 de febrero de 1985, y en el juicio la condenaron a 15 años de prisión. Nueve años después, le añadieron más cargos, esta vez por los asesinatos de Johnny Castro y de los narcotraficantes Alfredo y Grizel Lorenzo.
“La madrina” fue deportada a Colombia en 2004, y vivió tranquilamente en El Poblado, el barrio más rico de Medellín, durante ocho años.
El 3 de septiembre de 2012, Griselda Blanco, de 69 años, murió mientras salía de una carnicería. De repente, sonaron dos disparos: provenían del arma de unos asesinos en motocicleta, que huyeron rápidamente del lugar. Blanco se desplomó. La mujer que se había forjado un camino sangriento para escapar de la pobreza de las calles de Medellín murió en ellas.