¿Cuál es el origen del té, según la historia?
Arriba, representación de un ritual japonés del té, una bebida muy popular y tradicional en Japón.
Caliente o helado, una taza de té siempre es bienvenida. Ya sea por preferencia por el sabor de una planta concreta o para aprovechar los múltiples beneficios que el té puede aportar a la salud, su consumo se ha convertido a lo largo de los años en parte de la rutina de muchas personas en todo el mundo.
Desde 2020, el Día Internacional del Té se conmemora el 21 de mayo, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió iniciar una celebración mundial en honor a su larga historia y a la importancia cultural y económica del té en el mundo.
(También podría interesarte: ¿Es cierta la regla de los 5 segundos? Lo que dice la ciencia sobre levantar alimentos del suelo)
Como una bebida presente en la mayoría de los países y elaborada a partir de una gran variedad de hojas, cortezas, raíces y frutos, el té tiene un origen milenario que puedes conocer a continuación.
Trabajadores en una plantación de té en Looksan, India.
Conoce el origen del té
La historia del té se remonta a la antigua China, concretamente a la provincia de Yunnan, durante la dinastía china Shang, entre los años 1500 y 1046 a.C., narra la Enciclopedia de Historia Mundial.
Durante milenios, el té fue una bebida medicinal que se obtenía hirviendo hojas frescas en agua. Pero hacia el siglo III d.C., se convirtió en un producto cotidiano dentro de la rutina de los chinos, y sin un enfoque únicamente medicinal, cuando comenzó su cultivo y procesamiento.
El primer relato publicado sobre los métodos de plantación, procesamiento y consumo se realizó en el año 350 d.C., explica la Enciclopedia Británica (una plataforma de conocimiento y educación).
La Enciclopedia también señala que, alrededor del año 800 d.C., las primeras semillas de plantas de té fueron llevadas por algunos chinos a Japón, donde se establecieron en el siglo XIII. Los chinos de la región de Xiamen, a su vez, llevaron el cultivo del té a la isla de lo que hoy es Taiwán en 1810.
Los holandeses entraron en contacto con el té en Japón en 1826 y llevaron las semillas a la isla de Java, en Indonesia, durante el periodo en que dominaron la región. Así, la cultura del té se fue extendiendo poco a poco por diversos países asiáticos.
(Relacionado: ¿Cuáles son los beneficios del té matcha para la salud?)
También existe la leyenda que asocia el té con el budismo, ya que en la antigua China era muy común que los monjes budistas tomaran esta bebida para apoyarse mientras meditaban y evitar que se durmieran (al fin y al cabo, muchos tés contienen cafeína, una sustancia que puede alterar el sueño).
Entre las muchas leyendas de la tradición japonesa y china sobre el descubrimiento del té se cuenta que Bodhidharma, también conocido como Daruma y fundador del budismo zen, fue la persona que descubrió el té, completa la Enciclopedia de Historia Mundial.