¿Qué hay bajo la guarida de guerra de Hitler? Los exploradores encontraron algo perturbador
El suelo bajo la residencia de Hermann Göring en la Guarida del Lobo (el cuartel general militar secreto de Hitler en el Frente Oriental) reveló los restos óseos de cinco individuos, entre ellos este adulto (arriba). Aunque la policía estima que los enterramientos son anteriores a la Segunda Guerra Mundial, otros sugieren que podrían ser víctimas de crímenes nazis o del posterior ejército soviético.
Arqueólogos aficionados desenterraron recientemente en Polonia cinco esqueletos humanos (a cada uno de los cuales le faltan manos o pies) debajo de una casa que ocupó Hermann Göring. El mariscal de campo nazi era el segundo al mando, después de Adolf Hitler, del Tercer Reich.
El macabro hallazgo se produjo a finales de febrero en la Guarida del Lobo, o Wolfsschanze, cerca de la ciudad de Kętrzyn, en el noreste de Polonia. En 1940 Hitler ordenó construir un cuartel general militar secreto en este remoto lugar para preparar su invasión de la Unión Soviética.
Aunque los restos aún no se han datado de forma concluyente, los enterramientos parecen pertenecer a una familia que fue víctima de la tumultuosa historia de la región a principios del siglo XX.
¿Qué encontraron debajo de la guarida del lobo?
El ingeniero de Gdansk, Adrian Kostrzewa, miembro de la Fundación Latebra de Polonia que descubrió el primer esqueleto, afirma que su grupo de voluntarios estuvo trabajando durante un fin de semana de invierno para recuperar cualquier artefacto, como clavos o materiales de construcción, de las ruinas de la casa de Göring en el lugar, que sigue en pie cerca de lo que queda del búnker de Hitler.
Los miembros de la Fundación Latebra llevan más de cinco años trabajando en la Guarida del Lobo, ahora en un parque forestal estatal, con la autorización de la dirección del lugar y de funcionarios del gobierno.
Kostrzewa cuenta que estaba excavando bajo lo que fue el suelo de la casa de los Göring cuando encontró lo que creía que era una tubería de fontanería, pero que resultó ser un cráneo humano.
Tras el primer hallazgo, el equipo de excavación llamó a la policía, que desenterró los esqueletos de otras cuatro personas (entre ellas un adolescente y un recién nacido) enterrados en fila.
No está claro por qué los enterraron allí, pero la investigación policial ha determinado por su evidente antigüedad que los esqueletos son probablemente anteriores a 1945, dice el investigador. La policía ya ha concluido su investigación, lo que significa que el grupo puede hablar de los hallazgos, añade.
El criminal de guerra nazi Hermann Göring habla con su abogado en el Palacio de Justicia de Núremberg en 1946. Göring, comandante de la Luftwaffe y aparentemente sucesor de Hitler, pasó muchos meses en la Guarida del Lobo entre 1941 y 1944.
Los objetos que se encontraron bajo la guarida de Hitler
La Fundación Latebra existe desde hace 30 años y está especializada en desenterrar piezas arqueológicas de distintos periodos de la difícil historia de Polonia, a menudo mediante detectores de metales, una actividad que requiere permisos en el país. Según el sitio web del grupo, todo su trabajo es legal, se realiza con consentimiento y suele publicarse en aras de la transparencia.
La Guarida del Lobo está vallada para los cazatesoros, y la Fundación Latebra tiene acceso exclusivo; todo lo que recupera se expone en el museo del lugar, explica Kostrzewa.
Los vídeos del grupo en YouTube muestran que ha recuperado principalmente objetos pequeños (botones de uniformes, herramientas y piezas de maquinaria, por ejemplo) que, según el miembro de la Fundación Latebra, pueden ayudar a “descubrir la verdad sobre lo que ocurrió en este lugar”.
Pero los 30 voluntarios de la Fundación Latebra nunca habían visto nada parecido a estos esqueletos, asegura: “Es una historia triste”.
Operación Barbarroja: cómo era la Guarida del Lobo
Hitler y muchos otros líderes nazis, entre ellos Göring (el comandante de la Luftwaffe, y ostensiblemente sucesor de Hitler) pasaron muchos meses en la Guarida del Lobo entre 1941 y 1944.
A pesar de su origen de clase media, Göring se consideraba a sí mismo un aristócrata prusiano, y su lujoso estilo de vida incluía la adquisición de varias casas, entre ellas su extensa finca de Carinhall, cerca de Berlín. Como resultado, sus estancias en su residencia de la Guarida del Lobo se limitaban probablemente a las reuniones imprescindibles.
El complejo de unos 200 edificios (incluidos búnkeres, refugios, barracones, una central eléctrica y una estación de ferrocarril) contaba con más de 2000 empleados en su momento álgido, cuando sirvió de cuartel general nazi para la Operación Barbarroja, la invasión alemana de la Unión Soviética.
La Guarida del Lobo fue parcialmente destruida por los nazis en retirada e ignorada en gran medida durante los años de la Guerra Fría. Se abrió al turismo tras la caída del comunismo en Polonia en la década de 1990.
En la actualidad, el lugar atrae a decenas de miles de turistas al mes y recientemente se ha remodelado para reconstruir la sala de conferencias donde el oficial del ejército alemán Claus von Stauffenberg detonó una maleta bomba en un intento de matar a Hitler en 1944. La explosión mató a cuatro personas e hirió a veinte más; pero Hitler, que estaba protegido por una pata de la mesa de la sala de conferencias, salió casi ileso.
Ruinas del búnker de la Guarida del Lobo, donde el oficial del ejército alemán Claus von Stauffenberg intentó asesinar a Hitler en 1944. En primer plano, un monumento conmemorativo en forma de libro abierto.
¿Continuará la investigación en la guarida de Hitler?
Los esqueletos estaban enterrados en el suelo a pocos centímetros de la superficie y justo al lado de las tuberías de fontanería de la casa de la época de 1940, lo que significa que si fueron enterrados antes de que Göring se mudara, los obreros de la construcción habrían encontrado los restos y los habrían dejado donde estaban.
Otras peculiaridades de los enterramientos son que no se encontraron restos de ropa (aunque es posible que se haya podrido con el tiempo) y que a cada uno de los esqueletos le faltan las manos y los pies, excepto a uno, que tiene algunos dedos. Algunos arqueólogos han sugerido que las manos y los pies podrían haberse descompuesto antes que el resto de los cuerpos. Pero no se ha explicado por qué se encontraron los cinco cuerpos de una forma tan extraña: “Es espeluznante”, admite Kostrzewa.
Rafał Jackowski, portavoz de la Policía Provincial de Warmia-Masuria a cargo de la zona, comenta que los descubrimientos en la Guarida del Lobo fueron investigados por agentes y un médico forense de Kętrzyn. Según el forense, los esqueletos parecen pertenecer, por su edad, a los años de “entreguerras”, entre 1918 y 1939, y el mal estado de los restos impide determinar las causas de sus muertes.
En consecuencia, la policía no tiene motivos para pensar que se haya cometido un crimen y ha cerrado la investigación.
Lo que resta por investigar en la Guarida del Lobo
El próximo paso será que la Fundación Latebra tome muestras de los restos y les envíe una datación por radiocarbono, que podría establecer con una precisión de unos pocos años cuándo murieron las personas. La fundación también emprenderá otros métodos para intentar determinar quiénes eran esas personas. Hasta entonces, las muchas teorías sobre por qué fueron enterrados bajo la casa de Hermann Göring en la Guarida del Lobo solo pueden ser especulaciones.
Algunos periódicos han especulado que los esqueletos bajo la casa de Göring eran el resultado de sacrificios humanos. Algunos líderes nazis, especialmente el jefe de las SS Heinrich Himmler, se entregaban a lo que creían que eran creencias religiosas paganas alemanas.
Según Kostrzewa, durante las investigaciones policiales se encontraron cerca de los cadáveres un número indeterminado de piedras en forma de dardo llamadas belemnites.
Desde la antigüedad griega, se creía que estas piedras se formaban al caer un rayo al suelo y a veces se colocaban en los enterramientos paganos como amuletos de buena suerte. Pero los belemnites, en realidad restos fosilizados de calamares prehistóricos, también se dan de forma natural en la región.
Kostrzewa añade que no hay más pruebas de paganismo ni de ningún otro tipo de prácticas rituales.
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Por su parte, sin embargo, el investigador cree que los cinco esqueletos eran de miembros de una misma familia: además del recién nacido, hay pruebas de que otra víctima era muy anciana cuando murió. “Esa es la idea más probable”, sostiene. “Bastante menos probable es que alguien hiciera un edificio justo encima de un antiguo cementerio”.
El historiador de guerra polaco Paweł Machcewicz, del Instituto de Estudios Políticos de la Academia Nacional Polaca, que no participó en los descubrimientos, sugiere que los restos podrían ser de trabajadores obligados a construir el complejo de la Guarida del Lobo, pero esa idea no explica la presencia de un recién nacido en los enterramientos.
Machcewicz también especula que podrían ser de personas asesinadas por el Ejército Rojo después de que invadiera la Guarida del Lobo en 1944, cuando los soldados soviéticos cometieron terribles atrocidades contra civiles; o que las personas hubieran sido víctimas de la violencia después de la Segunda Guerra Mundial.
El historiador Robert Traba, experto en la región también del Instituto de Estudios Políticos y que tampoco estuvo implicado, añade que se han realizado pocas investigaciones profesionales en el yacimiento de la Guarida del Lobo, por lo que no es de extrañar que siga habiendo descubrimientos allí.
Los esqueletos añaden más misterio a la historia de la Guarida del Lobo, considera Traba: “La Wolfsschanze esconde muchos enigmas y problemas”.